Transcribimos a continuación el mitin que el Movimiento Cultural Cristiano, Camino Juvenil Solidario y el Partido SAIn realizaron el pasado Día contra la Esclavitud Infantil.
Queridos amigos:
El Movimiento Cultural Cristiano y Camino Juvenil Solidario llevan 13 años conmemorando el 16 de Abril como el Día Internacional contra la Esclavitud Infantil. El Partido SAIn asumió la lucha contra la Esclavitud Infantil desde su nacimiento como uno de los tres primeros puntos de su programa político. Para eso nació. Trece años clamando contra una maquinaria económica y política que ha creado ya más de 400 millones de niños esclavos. Trece años clamando contra situaciones de ignominia, de explotación y de esclavitud de la infancia que aguantan perfectamente la comparación con el retrato de los niños esclavos al servicio de la fase del más salvaje capitalismo de hace 200 años, al comienzo de la Revolución Industrial.
Ni todo el cinismo de las organizaciones internacionales. Ni toda la hipocresía y el “buen talante” de nuestros gobiernos españoles o europeos. Ni todo el aroma de “progresismo” de nuestro sindicalismo burocrático. Ni todas las toneladas de “buena conciencia” que difunden las Ayudas y limosnas de las ONGs pueden ocultar EL HEDOR y el HORROR de este crimen laboral, de esta traición sindical, de este crimen político.
Nada puede disfrazar una realidad que sólo NO VE quien no quiere ver. Nada puede ocultar esta vergüenza a no ser que haya decidido ir por la vida evadiéndose y con la nariz tapada. Nosotros no nos hemos inventado a 400 millones de niños esclavos. Existen. Y los tenemos muy cerca de nosotros. Los tenemos muy cerca de nosotros porque es verdad que vivimos en un mundo GLOBALIZADO. Nadie puede decir con auténtica verdad que LOS NIÑOS ESCLAVOS NO EXISTEN O SON UNA EXCEPCIÓN. Están en las plantaciones y en los trabajos agrícolas que inician la cadena de nuestros alimentos y de nuestras bebidas refrescantes, de nuestras comidas basura y nuestros dulces; Están en las maquilas, en las fábricas textiles, en las fábricas envenenadas del sudor que elaboran nuestros vestidos y complementos; Están en las minas de sangre de donde se extraen las materias primas de nuestras grandes industrias manufactureras, de nuestros coches; Forman parte de los materiales de nuestros móviles y nuestros ordenadores; Están en las fábricas de nuestros materiales deportivos, de nuestro material de ocio y de nuestro material de oficina; Están en las fábricas de los juguetes que tanto queremos para nuestros niños y también en las de nuestros electrodomésticos ; Están en las guerras en que participamos los españoles y también en las guerras a las que contribuimos con nuestra venta de armamento; Están en los cosméticos y perfumes que tapan nuestras fealdades; Están en los basureros de las deslocalizaciones y en los éxodos rurales provocados por las políticas diseñadas por el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial; Están en los anuncios clasificados de nuestros periódicos; Están en todos y cada uno de los destinos turísticos al extranjero que nos resultan más atractivos y exóticos; Están en los experimentos de los fármacos y medicamentos e incluso en los órganos que luego nos van a curar a los que los podemos pagar; Están en todos y cada uno de nuestros grandes y pequeños productos de consumo y de nuestro bienestar.
Ahí están. Tan reales. Tan próximos a nosotros que NO LOS QUEREMOS VER. Tan palpables que sólo los reconocemos cuando los CAMUFLAN como seres virtuales. Son tan de carne y hueso que sólo los aceptamos, si acaso, en imágenes de fotografías, en reportajes de TV, en crónicas de sociedad de cuando en cuando,… Ahí sí los vemos, a la distancia que nos permite el mando a distancia. Ahí tal vez nos decidamos a verlos. Allá donde no nos pueden causar más afectos que el que seamos capaces de soportar. PERO ESTÁN.
NO nos hemos inventado 400 millones de niños esclavos. NO nos hemos inventado a ese ejército de 500 mil niños soldados. No nos hemos inventado a ese ejército de 30 mil menores que hacen la zafra del azúcar en el Salvador para que nuestras Coca Colas sepan dulces. No nos hemos inventado al ejército de 2 millones de menores que sirven como esclavas domésticas en los hogares acomodados de iberoamérica. No nos hemos inventado a las dos millones de niñas obligadas a prostituirse: las citan hasta las Naciones Unidas en sus informes. No nos hemos inventado a los niños chinos, de los que no se ha dicho nada en el paso de la llama olímpica, que trabajarán jornadas de 15 horas seguidas sin un solo día de descanso para fabricar las gorras, las bolsas y la papelería que se usará en los Juegos Olímpicos. No nos hemos inventado los más de 100 millones de niños de la calle abocados a afiliarse a bandas juveniles que son utilizadas por la industria del crimen organizado. No nos hemos inventado al ejército de niños esclavos que desfila en la vanguardia de los tres negocios más lucrativos del mundo: la droga, las armas y la prostitución. No nos hemos inventado a los niños de la minas o de las canteras trabajando descalzos y desnudos por menos de 5 dólares a la semana. No nos hemos inventado a Reneboy, a Belleza Eterna, a Kim, a Vothi, a Chuan Thummabat, …No nos hemos inventado más de 400 MILLONES DE NOMBRES, DE VIDAS CONCRETAS.
Los niños representan más del 10% de una mano de obra mundial estimada en más de 3 mil millones de personas. Afirmamos, CON TODA CLARIDAD, para que lo oigan bien claro los SINDICATOS que la esclavitud infantil es EL MAYOR PROBLEMA SINDICAL Y LABORAL QUE DEBE AFRONTAR ESTE COMIENZOS DEL SIGLO XXI. Afirmamos, con toda la rotundidad de la que somos capaces, TAMBIÉN PARA QUE LO OIGAN LOS SINDICATOS, que la Esclavitud Infantil TIENE UNA RELACIÓN DIRECTÍSIMA CON LAS CONDICIONES DE TRABAJO Y LOS SUELDOS MÍSEROS DE LOS MÁS DE 1.500 MILLONES DE ADULTOS EN EL PARO O EL SUBEMPLEO. Sólo un sindicalismo convertido en oficina de burócratas liberados se sentiría SATISFECHO con esta INMORALIDAD DE PAZ SOCIAL. Solo un sindicalismo vendido a los TRABAJADORES PRIVILEGIADOS, se sentiría autocomplaciente con esta acomodación a los tiempos. Porque sólo un sindicalismo así HA PODIDO QUITAR DE SU VISTA QUE EXISTEN 400 MILLONES DE NIÑOS ESCLAVOS EN EL MUNDO.
Pero no tienen menos que hacer en este tema nuestros GOBIERNOS. Nos dirán que el tema es complejo, muy complejo. No tendrán ningún problema en plantearse el complejo problema del CAMBIO CLIMÁTICO Y LA ALIANZA DE CIVILIZACIONES. No tendrán inconveniente en HACER PEDAGOGÍA POLÍTICA con otros problemas también complejos y crear Ministerios nuevos y hacer Campañas multimillonarias y dotarlos de Gabinetes de Expertos, y de Consejos de Sabios y de Investigaciones y de recursos. Pero ESTÁ CLARO QUE NI LA MISERIA NI LA ESCLAVITUD INFANTIL tienen su máxima prioridad. Y menos ahora. Mientras los técnicos y los burócratas andan poniéndose de acuerdo en si estamos en desacelaración, recesión o crisis, los más débiles de nuestra sociedad y del mundo entero retrocederán a la miseria y el hambre de hace una década. Es decir, para los pobres más miseria y más hambre y más esclavitud todavía. Mucho y muy radicalmente tienen que cambiar las prioridades y las agendas nuestros gobiernos y los partidos políticos.
Tampoco podemos callarnos ante el CINISMO y la INMORALIDAD de los organismos internacionales y todo ese montón de Organizaciones no gubernamentales que trabajan en la estela de sus “milenarios” objetivos. Decimos también claramente que si van a seguir diciendo que los hambrientos y los esclavos tienen que esperar 150 años más, que DESAPAREZCAN CUANTO ANTES y que se dejen de consumir recursos en los funcionarios más caros del mundo. SI al Tribunal Penal Internacional no se le permite declarar la guerra al crimen de la Esclavitud Infantil y la explotación en el mundo, más vale que desaparezca también. NO podemos consentir que SIGAN SILENCIANDO día tras día y año tras año las CAUSAS POLÍTICAS Y ECONÓMICAS de este atentado a la dignidad humana, a la dignidad del trabajo. No podemos consentir que alardeen de haber reducido en un 10% las “peores formas de explotación” (eso que en cualquier legislación está simplemente y llanamente penalizado) y a renglón seguido reconozcan que SE HAN OLVIDADO DE CONTAR a 200 millones de pobres en China o que desconocen datos de más de un 40% de nacimientos que dicen estar no registrados oficialmente. ¿A qué JUEGAN HABLANDO DE NIÑOS TRABAJADORES EN LUGAR DE NIÑOS ESCLAVOS? ¿A qué juegan HABLANDO DE “TRABAJOS BUENOS” y “TRABAJOS MALOS” para los niños? ¿Desde cuando los pobres asociados que lucharon por la abolición de TODO EL TRABAJO INFANTIL hicieron esos distingos? Es EVIDENTE QUE los pobres asociados en los primeros sindicatos TENÍAN CLARO QUE COMBATÍAN A TODO UN SISTEMA QUE LOS CONVERTÍA EN POBRES. Y es evidente también que estas otras organizaciones SÓLO PRETENDEN hacer este sistema más presentable y comestible. ¿A dónde ha quedado el debate de un Nuevo Orden Internacional? ¿NO es eso lo que realmente necesitan los niños esclavos?
Hace ahora 13 años, en un 16 de ABRIL, se asesinó a un niño esclavo a la edad de 12 años. El niño se llamaba Iqbal Masih. Lo mataron por denunciar la esclavitud infantil. La esclavitud infantil que él padeció desde los cuatro años, cuando fue vendido por unas cuantas rupias al dueño de una fábrica de alfombras en Pakistán. Lo mataron por decir ALGO QUE NO QUEREMOS OIR pero que no me resisto a gritar: ¡NO COMPREIS LA SANGRE DE LOS NIÑOS ESCLAVOS! ¡NO COLABOREIS con este crimen de la esclavitud! Lo mataron por colaborar a cerrar, A CERRAR, fábricas con niños esclavos. Tenía muy claro que al cerrar las fábricas, los trabajadores iban al paro y posiblemente a la miseria. Aún así, las cerraron. Cuando se lucha por la Justicia, cuando se lucha por la Dignidad, cuando se ENCUENTRA LA SOLIDARIDAD de los demás, el sacrificio es capaz de convertirse en una gran fuerza política, en una gran esperanza para todos los seres humanos. Dejemos de mirar para otro lado. Dejemos de comprar, de votar, de vivir con LOS OJOS, LOS OÍDOS Y LA NARIZ TAPADA.
La Esclavitud Infantil pide nuestra Solidaridad, pide nuestro compromiso por un mundo más justo. Pide nuestra colaboración a construir un movimiento que comprometa a los gobiernos, a los sindicatos, a los consumidores… No un movimiento que exija LAS MIGAJAS de los proyectos, los apadrinamientos o las ayudas asistenciales. NO UN MOVIMIENTO QUE PIDA LO “que se pueda”, lo “menos malo”. No nos cabe duda que en muchas acciones así se pone la mejor de las voluntades. Pero lo que los niños esclavos gritan, CUANDO LUCHAN, CUANDO DESPIERTAN SU CONCIENCIA, COMO IQBAL MASIH, es una respuesta política, una Voluntad política y sindical dispuesta a abolir de forma inmediata la Esclavitud Infantil y todas las formas de explotación del trabajo.
Nosotros no nos damos por vencidos. Nosotros no nos resignamos. Nosotros no queremos mirar para otro lado ni andar haciendo las cosas con la nariz tapada. Nosotros no estamos dispuestos a pasar indiferentes. ¡Viva la Solidaridad! ¡Viva el 16 de Abril! Muchas Gracias por vuestra colaboración en esta causa.