La Iglesia en Iberoamérica sigue haciendo frente al totalitarismo, dictaduras de todo signo durante el siglo XX, y ahora también en pleno siglo XXI, nuevas “democracias presidencialistas” como las de Nicaragua y Venezuela, donde el pueblo sufre el hambre, la injusticia, y el robo…
Nicaragua, la tierra donde reinó el terrible dictador Anastasio Somoza durante más de 20 años, se ve ahora abatida por otro dictador, Daniel Ortega, disfrazado de revolucionario sandinista.
La Iglesia, fiel a Jesucristo y en servicio a los pobres, da la cara, no da la espalda a su misión.
Iberoamérica tiene un largo listado de mártires que dieron su vida en el siglo XX, con sangre que ha regado las tierras de norte a sur. Guatemala, Bolivia, México, Haití, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Venezuela…Desde campesinos anónimos hasta Monseñor Oscar Romero. Pueblos donde la violencia y el hambre hacen la pinza que aplasta a los pequeños.
En Nicaragüa, desde hace un más de un mes, se vive una grave crisis provocada por el actual mandatario Daniel Ortega.
El pueblo nicaragüense pide paz y justicia. De rodillas en las calles suplica que cese la violencia que reprime sus exigencias más básicas. Las pandillas de delincuencia y mafias, aprovechan el caos reinante.
El Arzobispo auxiliar de Managua Silvio Báez, afirmó recientemente que ” El dolor es grande, un pueblo desarmado está siendo masacrado”
La Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN) pidió al presidente Daniel Ortega que acepte “formalmente” la propuesta de adelantar para marzo de 2019 las elecciones generales, a fin de facilitar el diálogo que está en suspenso y buscar una salida a la crisis.
La CEN, mediadora del diálogo nacional, solicitó a Ortega que le “comunique oficial y formalmente su aceptación de la propuesta que, recogiendo los sentimientos de la inmensa mayoría de los nicaragüenses, le presentamos el jueves 7 de junio, sobre las elecciones generales anticipadas, para marzo de 2019”.
En una carta publicada en estos días, el Episcopado afirmó que la aceptación de su proposición de inicio de diálogo, es “imprescindible para agilizar nuestra labor en favor de los nicaragüenses, sin excepción alguna”.
Luis Antúnez