Los obispos de Bélgica han emitido una serie de pautas para el cuidado pastoral de los moribundos, enfatizando la necesidad de acompañar a los pacientes al final de la vida, pero señalando, a su vez, que la Iglesia debe estar presente incluso si el paciente opta por inducir su propia muerte.
Según informa The Tablet, el episcopado belga ha difundido un documento en el que explica que “solicitar la eutanasia”, algo legal en el país desde 2002, “se ha vuelto más y más normal en nuestra sociedad” y crea para los agentes pastorales “tensiones que no son fáciles de soportar”. El folleto, titulado ‘Te tomaré de la mano’, parte del principio bíblico de que nadie debe ser abandonado, y elogia a todos aquellos (familiares, personal médico, capellanes y otros trabajadores pastorales) que acompañan a los moribundos.
Asimismo, los obispos han aconsejado a los agentes pastorales “que acompañen a los pacientes que solicitan la eutanasia y les ayudan a aclarar su elección sin juicio y con profundo respeto”. “No todos estos pacientes cumplen con su solicitud”, añaden, por lo que “hablar y orar con los moribundos puede ayudarlos a reunir el coraje para enfrentar una muerte natural”.
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