Obispos de Francia: ¿Es más grave pegar a un perro que a la mujer?

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«¿Hasta cuándo nuestra sociedad estará dispuesta a tolerar estos actos innumerables de violencia?», se pregunta la Comisión Social de la Conferencia Episcopal Francesa en un comunicado de presentación del libro «Las violencias hacia las mujeres». En ocasiones parece más grave golpear a perro que a la propia mujer, denuncia un organismo episcopal francés en un enérgico documento sobre la violencia contra las mujeres. El comunicado afirma que con este libro los obispos «quieren expresar solidaridad a las mujeres víctimas de la violencia» y esperan «romper el silencio desenmascarando abusos con frecuencia escondidos». Hacen, además, un llamamiento al gobierno para que «la educación busque ante todo el respeto del otro». «Es urgente replantear la educación sexual de los jóvenes, que debe ser sexual y afectiva, tomando en cuenta la dimensión relacional de la sexualidad», afirman.

OBISPOS DE FRANCIA: ¿ES MÁS GRAVE PEGAR A UN PERRO QUE A LA MUJER?

PARÍS, 26 septiembre 2003 (ZENIT.org).- En ocasiones parece más grave golpear a perro que a la propia mujer, denuncia un organismo episcopal francés en un enérgico documento sobre la violencia contra las mujeres.

«¿Hasta cuándo nuestra sociedad estará dispuesta a tolerar estos actos innumerables de violencia?», se pregunta la Comisión Social de la Conferencia Episcopal Francesa en un comunicado de presentación del libro «Las violencias hacia las mujeres».

El volumen, realizado con la colaboración de la Acción Católica General Femenina y con el Movimiento Nido (asociación de lucha contra la prostitución), denuncia en particular la violencia conyugal, la prostitución, y la pornografía (que hace de la mujer un objeto).

«En la Francia de hoy, ¿será menos arriesgado pegar a la propia mujer que al perro?», se preguntan los siete miembros de la Comisión episcopal, al constatar que en la amnistía concedida tras las elecciones presidenciales de 2002 las condenas por violencia conyugal fueron canceladas, mientras que el perdón no se aplicó a los actos de crueldad contra los animales.

El comunicado afirma que con este libro los obispos «quieren expresar solidaridad a las mujeres víctimas de la violencia» y esperan «romper el silencio desenmascarando abusos con frecuencia escondidos».

Hacen, además, un llamamiento al gobierno para que «la educación busque ante todo el respeto del otro».

«Es urgente replantear la educación sexual de los jóvenes, que debe ser sexual y afectiva, tomando en cuenta la dimensión relacional de la sexualidad», afirman.

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