Vamos a presentar brevemente la experiencia informativa del ¡TÚ! No se tratará de señalar todos los detalles sino de recoger una experiencia informativa que hicieron militantes cristianos entragados al IDEAL.1.- La España del ¡TÚ!
Económicamente es la España del hambre, de los sanatorios para tuberculosos, de los niños que han de ganarse el pan. Desde el punto de vista político es la España de Franco, de la dictadura, de la represión, de la pretendida neutralidad en el concierto de las naciones y los esfuerzos por abrir relaciones con otras naciones. Socialmente es la época de Falange como estructura oficial, de la carencia de asociacionismo libre. En lo cultural, un empobrecimiento acorde con esa sociedad. En lo religioso el franquismo ha sabido jugar sus bazas y utiliza a la Iglesia; pesa sobre todo el interesado apoyo de las grandes ordenes religiosas (benedictinos, jesuitas, dominicos y franciscanos) a través del nacional-catolicismo y que recibirán -en pago- financiación de edificios, Universidades laborales y otros privilegios.
2.- Pío XII
Pero el Papa Pío XII ve que acaba la II Guerra Mundial, el franquismo está demasiado cerca de las potencias perdedoras y el pueblo alejado de la Iglesia. Recibe en visita ad límina al cardenal Pla i Deniel y le recuerda la importancia de llegar al pueblo. Querían algo similar a las ACLI italiana, una especie de sección obrera de la democracia cristiana. El cardenal vuelve decidido a hacerlo incluso contra su propio pensamiento. Se apoyará en una serie de sacerdotes y encomienda la tarea de empezar al financiero Santiago Corral. Este busca en la Acción Católica de Madrid y le hablan de Rovirosa, un converso científico y pobre. A pesar de lo que muchas veces se ha dicho, Corral tendrá una postura valiente en defensa de la HOAC.
La Acción Católica venía PROYECTANDO hacer un periódico. Ahora hay militantes dispuestos a hacerlo. Y se hará. Como tantas veces, se muestra la inutilidad de los proyectos, cuando no hay personas que los encarnen. De los 5.000 iniciales pasó a los 6.000 en abril de 1947, 8.000 en octubre, y 13.000 en febrero del 48. Cuando es cerrado en el 51, ya eran 43.000. Todo eran dificultades, pero había una cosa: militantes.
3.- El periódico.
A/ Distribución. Es el aspecto más importante del ¡TÚ! Los militantes lo voceaban por la calle y en el trabajo. Está claro, no eran «chupatintas». Muchos de ellos sabían cómo se había hecho eso en la historia del movimiento obrero. No lo hacían por dinero, ni a sueldo. Lo hacían porque QUERÍAN. ¿Sería esto posible en la Iglesia del Norte enriquecido? ¿No será esta la razón de la poca voz de los cristianos? A cada ciudad llegaba un paquete de periódicos y comenzaba la hermosa aventura de dar la cara por el mundo de los explotados, la hora de conectar con los compañeros de trabajo, con sus angustias y luchas.
B/ Producción. Es posiblemente la parte más gris del ¡TÚ! Algunos de los problemas financieros que padeció el periódico venían del elevado sueldo del director, y unos pocos redactores. Unas buenas personas, unos buenos cristianos… pero querían sueldo. Parece, incluso, que alguno dejó un sueldo mejor. Esto también abunda hoy. Y si no que pregunten en «Alfa y Omega». Aquí, en la producción y administración hubo también mucho trabajo gratuito. Se hizo un cursillo de periodismo apostólico, dirigido por Busquets, que hizo posible tener, gratuitamente, corresponsales en todas las diócesis. Y obreros periodistas.
C/ Financiación. Esto sí que es una lección apostólica. Por aquí intentaron ahogar el grito de los pobres. Se regalaron los primeros y el déficit se iba arrastrando. Algunos habían prometido colaboraciones pero las negaron cuando vieron que entre los colores del ¡TÚ! no estaba precisamente el amarillo. Fue entonces cuando, por iniciativa de Rovirosa se lanzan los Bonos de liberación cuyas condiciones puedes leer en un ejemplar de entonces.
4.- Enemigos.
Pero no se pueden poner en marcha ciertas cosas sin esperar persecuciones. Y las hubo. Un periódico que denunciaba el hambre, la explotación y toda inmoralidad no podía quedarse tan tranquilo. Y llegaron los golpes.
A/ Desde el régimen. No hubo otra cosa más que presiones. Qué si no reconocía las cosas buenas, que si estaba infiltrado y dominado por el comunismo. Se decía que no se le podía asignar tanto papel por la escasez. Que había que colaborar. Hubo procesos judiciales por las campañas de denuncia que realizaba. Se perdieron puestos de trabajo, etc. Hubo de sufrir los embates de Falange con todos los medios que el régimen propiciaba a esta.
B/ Desde grupos de cristianos. Mientras una parte importante de la jerarquía (como Pla i Deniel) lo defendía valerosamente, otros cristianos atacaban con toda su fuerza desde sus propios medios de comunicación (caso de la Compañía de Jesús) o desde dentro del propio régimen franquista. Y así, un democristiano, un miembro de la ACNdP, Tomás Cerro Corrochano, desde la Dirección General de Prensa se opuso a la Iglesia y Santiago Corral porque había que cerrar el periódico. Corrochano había dirigido una carta el 21 de agosto de 1946 al «Diario Regional» de Valladolid, aleccionándolo por una supuesta falta de entusiasmo en la conmemoración del 18 de julio: «Es un grave deber de conciencia para los católicos colaborar con la máxima lealtad y con el máximo espíritu de sacrificio con un régimen a quienes muchos debemos la vida». La Editorial Católica, donde se imprimía puso la legalidad por encima de todo y exigió que pasara por la censura.
5.- Dignidad
Frente al paternalismo dominante, los OAC supieron ser militantes. El gobierno exige a los Obispos que antes pase por la censura. Pla lo comenta en la reunión de Metropolitanos y un Pleno de la HOAC también trata la cuestión. Se acuerda seguir con la tarea del ¡TÚ! de otra manera y, a propuesta de Ramón Quintanilla, el periódico se autoinmola para no pagar el precio de la libertad. En 1952 la Junta Técnica de AC intentó otro experimento dirigido por Javierre, cuyo redactor jefe era Busquets, se llamaba Vida Nueva, llegándose a elaborar cuatro números cero.
El sentido cristiano de Rovirosa le hizo ver en el cierre del ¡TÚ! una ocasión PROVIDENCIAL. Es verdad que era una injusticia, pero también era verdad que era hora de profundizar. No se trata de tener un buen «primer militante», como muchos denominaban al periódico. Se trataba de FORMAR MILITANTES. Y a esa tarea se consagrará especialmente. A partir de ese momento los OAC se centrarán en el Plan Cíclico; pero eso es otra hermosa historia.