Podemos afirmar sin temor a equivocarnos, ni a sobrevalorar sus virtudes, que el Hermano Primitivo, llamado por todos cariñosamente Primi, ha vivido con sencillez, simplicidad y fidelidad el amor a Jesús como el Salvador, a la Iglesia como madre y maestra, y abierto, acogedor y cercano a todos, especialmente a los más empobrecidos material y espiritualmente.
Esto ha sido posible, porque asumió con sinceridad, autenticidad y sencillez el testamento del P. Jordán, fundador de los Salvatorianos (SDS) Sociedad del Divino Salvador, que reza entre otras cosas:
-Confianza en la Divina providencia, poniendo solo en Dios toda esperanza y confianza.
-Vivir la pobreza perpetua, como herencia y tesoro, de la cual os pedirá cuentas Dios.
-Sed siempre hijos verdaderos y fieles de la santa madre Iglesia. Enseñad lo que ella enseña, creed lo que ella cree, y rechazad lo que ella rechaza.
-Amaos los unos a los otros en el Espíritu Santo y que vuestro amor sea conocido por todos. Ser santos, santificaos en el nombre del Señor.
El hermano Primi sin ser cura, fue co-fundador de los Salvatorianos en España, con otros dos hermanos y un sacerdote alemán. Los Salvatorianos en España han valorado tanto a los «hermanos», que tenemos un teólogo, y un diácono permanente «hermanos», siendo todos «consagrados al Señor» lo que nos une, aceptando ya desde hace unos años, que algún hermano pueda ser superior de alguna comunidad local.
Cuando Primi estaba en la Misión de S. Felix-Venezuela, a la que llegó con 70 años , a un barrio empobrecido, donde dos sacerdotes atendían pastoralmente a mas de 50.000 personas, con el resultado lógico de dispersión, se encontró con la grata visita de
Se encontraron dos corazones que querían vivir su fe con autenticidad y que cada uno a su manera, sentían la profunda necesidad de anunciar
¿Y qué hacía Primi? Algo muy simple. Ir a las casas donde había muerto alguien. Eso le convertía en el puente con la Iglesia para miles de personas. Allí era un hermano que reía y lloraba con ellos. ¿Cuál su pastoral? Rezar con ellos por el hermano perdido. Consolar. Estar. Ser.
No podemos olvidar, que gracias a esa devoción a María, que introdujo en los novenarios, ayudó a muchas personas a no pasarse a las sectas evangélicas.
Ponía un empeño especial en recordar a esas personas que era momento de volver a encontrarse con
Cuándo le preguntamos qué podíamos hacer en solidaridad con su tarea apostólica solo nos sugirió una cosa: catecismos. Sin marca. Catecismos. Dar a conocer
Con alguna perplejidad en mi interior planteé la cuestión a Julián Gómez del Castillo, el primer editor de las luchas obreras contemporáneas en España y me dijo con toda alegría: «Sí hombre, busca tú alguno y los imprimimos nosotros».
Se han encontrado en la casa del Padre, dos buenos amigos, y Primi le comentará a Julián, que deseaba hacer la oración de la tarde a
«Cristo resucitado esta presente en aquellos que aman de verdad».
Desde el tercer mundo nos comentan:
… llamado la atención su firmeza y radicalidad en la fe, su sencillez y su búsqueda de la voluntad de Dios… más que uno se ha convertido o se ha comprometido con Jesús y su Iglesia por la forma de ser de Primi. ¡Enhorabuena! a la comunidad salvatoriana de España por este gran hermano que ya está gozando de la gloria del Divino Salvador.
Agustín Van Baelen