Los pobres en el primer lugar de la mesa (digital). Hemos de afrontar desde la solidaridad los últimos los desafíos de la nueva era.
Algunos dicen que estamos en un cambio de época, no es para menos. La forma de comunicarnos, el tiempo de de interconexión entre las personas con las nuevas tecnologías, la convergencia entre ser humano y tecnología, ha permitido que millones de personas se interpelen unas a otras, se relacionen y colaboren con contenidos o consejos. «El hombre es un ser social por naturaleza»
Los últimos datos, nos dicen que los usuarios de Facebook pasan 7 horas al mes conectados, un facebook que tenía más de 1000 millones de usuarios o un QQ de China con más de 700 millones, ¿podemos permanecer ajenos a esta realidad?
Otras realidades de injusticia no han cambiado en su tendencia
El número de hambrientos en el mundo ha crecido, las nuevas tecnologías han permitido una mejor especulación con los alimentos y las tierras en los mercados entre otras causas… El número de parados, los niños esclavos, la esclavitud en general en el mundo está en ascenso, y se ha echado la culpa a los pobres también desde los medios…El aborto se impone en el plano universal con la colaboración de muchas instituciones internacionales (IPPF, ONU…), con fuerte influencia mediática, para facilitar el plan trazado por el imperialismo.
El mundo institucional en las redes
No podemos obviar las causas de esta tragedia inducida, causas institucionales que tienen presencia en estos nuevos medios de comunicación digitales a través de:
La publicidad, la minería "extractiva" de datos al servicio de los poderosos, la fragmentación en los supuestos consumidores, sobre todo en los contenidos (divide y vencerás), el periodismo personalizado, el provecho político para unos pocos que facilitan el aplastamiento de los últimos …
Los cristianos y los que en general tienen deseos de justicia en la humanidad, hemos de afrontar esta realidad institucional con valentía, autenticidad, audacia… haciendo análisis de estas realidades asociadamente.
Es verdad que los nuevos medios han servido para extender ideas y esperanzas, luchas legítimas y anhelos de los que sufren, pero no perdamos la perspectiva socio política y cultural que quiere poner a la sociedad interconectada al servicio de otros objetivos, que incluso bajo el manto de la colaboración puede esconder la estrategia del mal.
Por ello sigue siendo necesario la promoción de militantes que hagan de su vida un proceso de solidaridad con los últimos de la tierra, y unas plataformas (digitales) que respondan a esto con la mayor coherencia posible.
Ánimo, la tarea es muy grande.
Autor: Luis Antúnez