Refugiados se ven obligados a vender sus órganos para llegar a Europa

5416

Un escalofriante dato, muchos refugiados tienen que vender sus órganos en Turquía para llegar a Europa. Intentan llegar a Europa con garantías, con un poco dinero, y evitar la ruta de Libia, o salir del hacinamiento y la enfermedad de sus familiares en Turquía.

Recordemos que hace unos días nos sobresaltaba la noticia de al menos 74 inmigrantes muertos en un naufragio frente a la costa de Libia … En libia están muriendo asesinados muchos refugiados e inmigrantes empobrecidos que optan por esta ruta.

En Turquía ya se hacinan cerca de 3 millones y medio de refugiados sin salida, este es el papel que Europa le ha otorgado a los otomanos.

En Turquía ya se hacinan cerca de 3 millones y medio de refugiados sin salida, este es el papel que Europa le ha otorgado a los otomanos.

En el reportaje al que nos referimos un refugiado dice “Quiero donar mi riñón o mi lóbulo hepático. Grupo sanguíneo A». Este es uno de los anuncios que proliferan en internet, donde cada vez más refugiados sirios venden sus órganos para poder salir adelante. Así lo ha revelado el programa Fakt, de la televisión pública alemana ARD. Un riñón puede suponer entre 6000 y 11000 euros. El perfil del donante es un varón de no más de 30 años.

El reportaje emitido la pasada noche describe cómo ha florecido el tráfico ilegal de órganos humanos en Turquía, el principal muro de contención para la entrada de refugiados en la Unión Europea.

Los compradores son pacientes adinerados de países occidentales o incluso Arabia Saudí. Los vendedores son refugiados que malviven en una situación precaria en Turquía. Según la organización humanitaria Pro Asyl muchos sirios viven en campamentos de refugiados en condiciones infrahumanas.

Los refugiados explican a los reporteros del programa alemán sus razones para tomar la decisión de vender sus órganos: muchos quieren dejar Turquía con algo de dinero y viajar a Europa.

«No hablo turco. No tengo amigos. No tengo trabajo ni casa. Vengo mi riñón porque tengo grandes problemas y estoy bajo muchas presión. No hay otra manera de conseguir dinero si no es vender mi cuerpo», asegura Ahmed en Anatolia. En Alemania tiene reconocido el estatus de refugiado, pero un viaje a Grecia para visitar a su familia truncó sus planes. Según cuenta, le robaron los papeles y fue deportado a Turquía. Tiene un visado para Alemania, pero no tiene dinero para regresar y está dispuesto a hacer cualquier cosa para conseguirlo.

Mohammed huyó de Alepo y ahora vive en Gaziantep gracias a empleos esporádicos. Él también vende sus órganos, pero en este caso para salvar a su hija, que está gravemente enferma y necesita un trasplante de médula ósea. Quiere que la traten en el extranjero.

El tráfico de órganos es por desgracia algo extendido entre los paises empobrecidos. Órganos dirigidos hacia las clínicas de países enriquecidos, o incluso a las mayores fortunas, todo fruto del robo a los pobres.

Reportaje completo