Ante la llegada de miles de personas en pateras y cayucos se habla mucho de la implicación de ello para Canarias; se habla menos de lo alarmante: las víctimas. Un grupo de sacerdotes creemos que debemos ser la voz de los sin voz.
¡BIENVENIDO EMIGRANTE!
Ante la llegada de miles de personas en «pateras» y «cayucos» se habla mucho de la implicación de ello para Canarias; se habla menos -prácticamente nada- de lo más alarmante: las víctimas. Vienen de África, continente expoliado durante siglos. Ya son miles los cadáveres que yacen en aguas cercanas.
Un grupo de sacerdotes creemos que debemos ser voz de los sin voz. Con ello no hacemos algo ajeno a nuestro ministerio sacerdotal. Podríamos quizá excusarnos diciendo que «no soy el guardián de mi hermano». Pero esa es la respuesta de quien no tuvo escrúpulos de matar a su hermano y se hizo sordo al reproche divino: ¿Qué has hecho de tu hermano?
Por ello es para nosotros imprescindible manifestar que:
I.- EL INMIGRANTE ES VÍCTIMA, NO VERDUGO
La llegada de personas no es una «avalancha», la llegada de personas sin ningún tipo de violencia no es una «invasión». Los medios de comunicación y algunos dirigentes políticos manipulan este drama. Las personas normales, ante un drama, dirigen su primera mirada a las víctimas. Lo más dramático es que cada día más de diez personas fallecen «ahogadas» en aguas cercanas.
Eso es lo primero y no el número de los que llegan a tierra.
II.- TAMBIÉN NOSOTROS FUIMOS EMIGRANTES
Todavía el número de españoles residentes en el extranjero es mayor que el de extranjeros residentes en España. Y canarios, por supuesto. Desde nuestra experiencia como emigrantes ¿podemos consentir esta forma de explotación?
III.- LA INMIGRACIÓN ES UN NEGOCIO
Las causas últimas de este problema apuntan a un sistema económico injusto:es un negocio. Y no nos referimos en primer lugar al de las mafias. Hasta los que hablan de una «avalancha» contratan extranjeros cuando se trata de cuidar ancianos, realizar trabajos agrícolas, construcción, etc.
Los emigrantes no vienen, son llamados por el sistema económico. Y tienen que hacer las tareas que nosotros no aceptamos. Los sindicatos y los partidos políticos no se están preocupando suficientemente de este drama. Quieren apertura de fronteras según los intereses económicos. Parece que no les importa el dolor de los ahogados, ni las familias rotas, ni las economías a las que se les roba a sus mejores trabajadores.
No, no hay fuga de cerebros: hay robo de cerebros y de fuerza de trabajo. Así, son cada vez más los países empobrecidos y sin futuro.
IV.- LA AYUDA ES UN NEGOCIO
En este panorama se habla de ayudar a los países pobres. Todo esto es fruto de las llamadas «políticas de codesarrollo» que se han mostrado ineficaces para acabar realmente con la miseria. Lo que realmente se hace es nuevos negocios.
Negocio en su venida, negocio en la ayuda. Negocio en las transferencias de dinero. Negocio en los alquileres, negocio en los préstamos. Negocio en el que los menos pueden, pagan más.
V.- ES NECESARIA LA SOLIDARIDAD
Es necesaria una globalización de la solidaridad.
Nos comprometemos a mantener la asistencia puntual, la acogida y la integración a quienes llegan.
Nos comprometemos a la asistencia jurídica y queremos levantar la voz.
Exigimos al gobierno que derogue la actual ley de extranjería y haga lo que debe hacer: servir al bien común.
Residencia sacerdotal
Padre Anchieta 7
35011 Las Palmas
contacto: caterina@vodafone.es Tfno 646 434 442
Firmantes: Antonio Viera, Florentino Díez, Eugenio Rodríguez, Antonio F. Parrilla, Antonio Berriel, Juan de la Cruz, José Francisco Quintana, Luis Marrero, Luis Mª Guerra, Alfredo Ramos, Agustín Lewandowski, Jesús Vega