«En el camino hacia esta deseada conversión hacia la superación de los obstáculos morales para el desarrollo, se puede señalar ya, como un valor positivo y moral, la conciencia creciente de la interdependencia entre los hombres y entre las Naciones. El hecho de que los hombres y mujeres, en muchas partes del mundo, sientan como propias las injusticias y las violaciones de los derechos humanos cometidas en países lejanos, que posiblemente nunca visitarán, es un signo más de que esta realidad es transformada en conciencia, que adquiere así una connotación moral.
Ante todo se trata de la interdependencia, percibida como sistema determinante de relaciones en el mundo actual, en sus aspectos económico, cultural, político y religioso, y asumida como categoría moral. Cuando la interdependencia es reconocida así, su correspondiente respuesta, como actitud moral y social, y como « virtud », es la solidaridad.
Esta no es, pues, un sentimiento superficial por los males de tantas personas, cercanas o lejanas. Al contrario, es la determinación firme y perseverante de empeñarse por el bien común; es decir, por el bien de todos y cada uno, para que todos seamos verdaderamente responsables de todos.»
Sollicitudo rei socialis 38
El 18 de abril de 2020, San Juan Pablo II (Karol Wojtyła[1]) hubiera cumplido 100 años. Y sin duda, su figura emerge cada día con más fuerza por las enormes repercusiones que va a tener su pontificado. Para toda una generación de jóvenes fue una referencia moral, espiritual y política.
El amor a la verdad y, a los más pequeños y sencillos hacían de Juan Pablo II una figura especialmente entrañable, al mismo tiempo que un ejemplo de fortaleza frente al capitalismo y el comunismo que no cesaban de atacarle a él, personalmente, y a la Iglesia. Desde Moscú a Washington, Juan Pablo II era difamado constantemente. Él mismo decía que su implacable crítica al comunismo no era un aval, ni mucho menos, del capitalismo.
De Juan Pablo II se podría decir muchas cosas significativas. Vamos a intentar hacer un pequeño homenaje a su figura a sabiendas que una de su virtudes era la humildad y la pobreza, y posiblemente no le gustaría un listado de halagos.
Debemos empezar, en estos momentos, rompiendo una lanza en favor de la unidad y continuidad del papa Francisco, del papa emérito Benedicto XVI y de san Juan Pablo II. Las personalidades y aportaciones de ellos son muy complementarias y necesarias. Francisco representa la Misericordia; Benedicto la Verdad y Juan Pablo la Justicia. Tres realidades inseparables. ¿A qué se debe tanto interés en contraponer a estos tres papas? Está claro, dividir a la Iglesia.
La Iglesia Católica en el siglo XX y XXI ha sido la única institución con dimensión universal que se ha enfrentado contundentemente y desde la raíz a todos los sistemas totalitarios que han querido esclavizar a la humanidad. Por ello es la religión más perseguida del siglo XX y XXI; más ahora que en tiempos del Imperio Romano.
* Se enfrento al liberalismo capitalista, explotador, colonial y belicista del siglo XIX que originó la I Guerra Mundial.
* Dio a luz la Doctrina Social de la Iglesia moderna en apoyo de la cuestión obrera.
* Se enfrentó a la persecución religiosa que perseguía y asesinaba a los creyentes en diferentes partes del mundo.
* Se enfrentó a la esclavitud en África y Latinoamérica que todavía existía en los albores del siglo XX
*Se enfrentó al capitalismo depredador y al imperialismo internacional del dinero de antes de la II Guerra Mundial. Llegando a proponer el carácter social de la propiedad privada.
* Se enfrentó al fascismo, al nazismo y al comunismo con miles de mártires asesinados o presos en campos de concentración o en las cárceles.
* Apoyó los procesos de liberación de los pueblos del Tercer Mundo después de la II Guerra Mundial frente al colonialismo occidental en todo el planeta.
* Se enfrentó a la antropología liberal burguesa del mayo del 68 y a todo el proceso de instrumentalización de la sexualidad por parte del neocapitalismo.
* Ayudó a purificar la Teología de la Liberación de las ideologías materialistas y violentas sin por ello dejar de luchar contra las dictaduras latinoamericanas y las estructuras de explotación que estas sustentaban.
* Promovió los procesos de liberación del comunismo en la Europa del Este intentando, al mismo tiempo, prevenir de los peligros de las sociedades consumistas occidentales.
* Promueve procesos de paz y reconciliación en numerosos conflictos a lo largo y ancho del planeta.
* Realiza una permanente acción misionera evangelizadora con los empobrecidos de la Tierra sosteniendo escuelas, hospitales, medios de comunicación popular, etc . Estando en las zonas más peligrosas del mundo en medio de guerras y conflictos sosteniendo la esperanza del pueblo.
* Promueve una defensa radical de la vida humana y su dignidad frente a los crímenes del aborto, la eutanasia, la eugenesia, la manipulación de embriones, la pena de muerte, la guerra, el hambre, el desempleo, las dictaduras,…etc.
* Defiende del matrimonio y la familia como escuelas de amor y solidaridad frente al individualismo, el materialismo y el hedonismo de la cultura actual.
* Ha defendido y sigue defendiendo la dignidad del trabajo humano frente al imperialismo, capitalista y comunista.
* Ejerce una defensa radical de los empobrecidos de la Tierra frente el neocapitalismo tecno-nihilista.
* Es la esperanza de millones de parias de Asía o África a los que la Iglesia les reconoce su dignidad sagrada resistiendo la persecución de los fundamentalismos con mucho sufrimiento.
*Y, sobre todo ha sido la única institución internacional -además con tradición milenaria- que ha perdido perdón públicamente (Jubileo del año 2000) por todos los pecados cometidos a lo largo de los siglos.
Francisco, Benedicto y Juan Pablo, por tanto, son compañeros de viaje de esta maravillosa historia de liberación que impulsó la Iglesia durante todo el siglo XX.
La vida y la muerte de San Juan Pablo II[2] son de por sí un auténtico testimonio de fidelidad y valentía. Conocerlas con detalle es absolutamente recomendable para cualquier persona, sea creyente o no.
Muy joven se quedó completamente solo en el mundo. Su madre, padre y hermano murieron. Esta soledad física y en parte existencial fue puesta en manos de la Virgen María por parte de su padre ,que le educó en la fe, cuando de niño Juan Pablo II se quedó sin madre.
Fue siempre fue muy alegre y dinámico; tuvo una gran vocación como actor de teatro y fue un gran deportista y ajedrecista.
Durante la II Guerra Mundial vivió la ocupación nazi desde la clandestinidad. Estuvo trabajando en una cantera para no ser deportado por la Gestapo y en 1943 ingresó en el seminario clandestino. Perteneció a un grupo de resistencia no violento que ayudaba a los judíos frente a los nazis.
Una figura clave en su formación espiritual fue Jan Tyranowsky, un humilde sastre, que se reunía con un grupo de jóvenes para cultivar en ellos su vocación. De él recibió los escritos de san Juan de la Cruz.
Tras la II Guerra Mundial, llega la ocupación soviética y el comunismo. Debido a su conocimiento de idiomas ( llegó a conocer 12 o 13) se libra de ir a un gulag a la Unión Soviética donde fueron enviados muchos amigos suyos seminaristas. El 1 de noviembre de 1946 se ordena sacerdote. Enseguida va a Roma a estudiar filosofía y teología donde se doctora. Le apasiona la fenomenología.
Durante sus años de sacerdote se dedicó a formar a los jóvenes con los que compartía muchas excursiones a la naturaleza fortaleciendo su fe y su vocación frente al comunismo[3]. También fue profesor de teología y filosofía en el seminario de Cracovia y en la universidad católica de Lublin donde llegó a ser catedrático. El régimen comunista le tenía permanentemente vigilado.
En 1958, con 38 años, es ordenado obispo auxiliar de Cracovia. Tiene una participación muy activa en el Concilio Vaticano II. Como arzobispo de Cracovia lucho junto a los obreros frente a la dominación comunista en el barrio de Nowa Huta.
La construcción del barrio de Nowa Huta responde a un intento del gobierno comunista de construir a las puertas de Cracovia, un barrio moderno, donde debía hacerse evidente la fuerza de la ideología atea con la construcción de la ciudad comunista. El proyecto ubicaba en el corazón del barrio la gran fábrica siderúrgica, cinco veces más grande que todo el centro histórico de Cracovia, con amplias avenidas, espacios verdes y viviendas para al menos 40.000 trabajadores, tantos como podían trabajar en la fábrica.
En la Nochebuena de 1973, siendo arzobispo de Cracovia, y ante la intención del gobierno de no dotar de espacio en el barrio para la construcción de un templo católico, Karol Wojtyła fue a Nowa Huta para celebrar la santa misa al aire libre. La afluencia de gente fue tal que las autoridades civiles y militares no pudieron hacer otra cosa que desistir de su intento de impedir la celebración. Años después, en 1979, y ya como Papa, Juan Pablo II volvió a celebrar la eucaristía en el barrio de Nowa Huta en su primera visita a Polonia como Sumo Pontífice.
Con 47 años es creado cardenal por Pablo VI. En 1977 conoce a Joseph Ratzinger, entonces cardenal de Múnich. En 1978 es elegido papa[4] tras la repentina muerte de Juan Pablo I. Fue el Papa más joven del siglo XX con 58 años y el primero no italiano desde el siglo XVI.
Si tenemos que seleccionar las grandes aportaciones de San Juan Pablo II a la Iglesia y al mundo, podemos destacar[5] de su largo pontificado las siguientes:
- Su impulso misionero por el mundo especialmente en los países empobrecidos[6]. Ello le llevo a sufrir muchos atentados y amenazas.[i] Nunca se acobardó y todo lo vivió con alegría.
- Vivió y murió pobre. Dando un testimonio de entrega hasta el final de su aliento[7]. Su vida de lucha fue ejemplar pero no menos lo fue su muerte que fue una reivindicación encarnada de la dignidad sagrada e inalienable del ser humano especialmente en medio del dolor de la enfermedad y la debilidad. Juan Pablo II luchó con su propio cuerpo frágil y enfermo contra la cultura de la eutanasia. Y lo hizo desde la pobreza que caracterizó su vida:
No dejo tras de mí ninguna propiedad de la que sea necesario tomar disposiciones. Por lo que se refiere a las cosas de uso cotidiano que me servían, pido que se distribuyan como se considere oportuno. Que los apuntes personales sean quemados…
Fue un mensajero de la verdad. De la mano del cardenal Ratzinger (Benedicto XVI) puso las bases para actualizar los fundamentos de la moral tras el Concilio Vaticano II frente a la dictadura del relativismo. (Veritatis splendor, Fides et ratio. Catecismo de la Iglesia Católica). No tuvo complejo en promover la beatificación y canonización de cientos de testigos de la fe, muchos mártires.
- Sistematizó la propuesta de una antropología adecuada. Defensa de la dignidad del ser humano. Defensa del matrimonio y de la familia como escuelas de vida y solidaridad. El cuerpo como sacramento de la persona entera liberando a la sexualidad humana del puritanismo anticristiano y situándola donde le corresponde. (Redemptor hominis. La teología del Cuerpo; Las catequesis del amor humano. Familiaris consorti; Mulieris dignitatem)
- Dedico una especial atención a los jóvenes. Puso en marcha las Jornadas Mundiales de la Juventud para la evangelización de los jóvenes proponiéndoles una vida de entrega y donación a los demás frente a la cultura del hedonismo y del consumismo.
- Potenció el papel evangelizador del laicado en el siglo XXI frente al tradicional clericalismo. Impulso el reconocimiento canónico de los nuevos movimientos más adecuados a las exigencias de la nueva evangelización (Christi fideles laici)
- Impulsó el sentido de conversión del catolicismo mediante la preparación del jubileo del año 2000 reconociendo los pecados de la Iglesia y pidiendo perdón. (Tertio millennio adveniente)
- Fue un radical defensor de la vida y dignidad humanas sin excepción frente a la cultura utilitarista actual. ( Evageliun Vitae)
- Defendió la dignidad del trabajo humano frente al capitalismo, tanto en su versión liberal como comunista, y enfatizó la prioridad del trabajo, es decir de la persona humana, frente al capital. Nadie lo ha hecho así en todo el siglo XX. (Laborem Exercens).
- Denunció el imperialismo tanto en su versión capitalista como comunista reforzando el concepto de Estructuras de pecado. Concepto clave para entender la profundidad de la injusticia social contemporánea. ( Sollicitudo rei socialis; centessimus annus)
- Potenció la solidaridad como actitud moral fundamental para construir el Bien Común impulsando la Doctrina Social de la Iglesia de cara al siglo XXI. De la mano del cardenal vietnamita Van Thuan se publicó el Compendio de Doctrina Social de la Iglesia.
Por todo ello y en medio de esta crisis global que el neocapitalismo está utilizando para seguir aplastando al ser humano, queremos pedir a San Juan Pablo II que alimente la esperanza de aquellos que más están sufriendo, y que les infunda el valor necesario para seguir luchando por la vida y la solidaridad.
Los que tuvimos la gracia de conocerte durante nuestra conversión, GRACIAS.
Carlos Llarandi
[1] Wadowice, Polonia
[3] Desatamos su gran libro Amor y Responsabilidad. Amor y Responsabilidad (Wikipedia)
[4] 16 de octubre de 1978-2 de abril de 2005
[6] Visitó 129 países con 104 visitas pastorales fuera de Italia. Recorrió 1, 2 millones de km.
[7] Testamento de San Juan Pablo II. Testamento de San Juan Pablo II (Vatican)
[i] La relación cronológica de los atentados o amenazas sufridas por Juan Pablo II es la siguiente:
- El primer atentado, apenas conocido, se produjo en la Basílica de Guadalupe, en 1979 en México, donde Fernando Álvarez Tejada iba a colocar una bomba.
- 2 octubre 1979 – Mientras Juan Pablo II anuncia en Nueva York un próximo viaje a Brasil, una carta anónima es recibida en la oficina del FBI de Newark para avisar de un hipotético atentado al Papa por las Fuerzas Nacionales de Liberación puertorriqueñas. En un domicilio denunciado se encontró una metralleta y diversa munición.
- 16 febrero 1981 – Momentos antes de llegar el Pontífice al estadio de Karachi (Pakistán) se registra una explosión a escasos metros de donde iba a oficiar la misa. El terrorista murió por la deflagración.
- 13 mayo 1981- Dos balas disparadas por el turco Ali Mehmet Agca hieren de gravedad al Papa mientras presidía la audiencia general de los miércoles en la plaza de San Pedro.
- 12 mayo 1982 – El sacerdote integrista español Juan Fernández Krohn es detenido en el santuario mariano de Fátima (Portugal), tras abalanzarse sobre el Pontífice con una bayoneta.
- 2 marzo 1983 – Juan Pablo II inicia un viaje a Centroamérica, gira marcada por las amenazas contra su integridad física, como las lanzadas por los grupos ultraderechistas paramilitares de Guatemala.
- 21 mayo 1983 – Un artefacto explosivo destruye la tribuna levantada para su Santidad en un barrio periférico de Milán, donde Juan Pablo II daría una misa al día siguiente.
- 6 mayo 1984 – Un estudiante surcoreano de 22 años dispara una pistola de juguete contra el vehículo que transportaba a su Santidad por las calles de Seúl.
- 25 noviembre 1986 – Un joven de origen irlandés es detenido en Brisbane, capital de Queensland (Australia), con cinco «cócteles molotov» que tenía preparados para atentar contra el Pontífice, mientras realizaba un viaje pastoral a Australia.
- 10 septiembre 1990 – La oposición al Gobierno de Costa de Marfil tenía preparado un plan para asesinar este día al Papa en Yamusukro, durante la inauguración de la basílica Nuestra Señora de la Paz, según confirmó el presidente de este país africano, Houphouet Boigny.
- 11 enero 1995 – El presidente de Filipinas informa de la detención de dos personas sospechosas de constituir un peligro para la seguridad de Juan Pablo II, que el 11 de enero de 1995 inició un viaje al archipiélago filipino, Papua-Nueva Guinea, Australia y Sri Lanka.
- 20 junio 1998 – Se halla una falsa bomba debajo del escenario en la Plaza de los Héroes de Viena (Austria) donde el Papa tenía previsto celebrar una misa.
Durante la última visita a Croacia (en junio de 2003), cuando un desconocido grupo islámico amenazó con matarle cuando visitase la zona cercana a Bosnia. Algunos de sus antecesores también sufrieron atentados, como Pablo VI, que sufrió dos, aunque salió ileso de ambos. Uno fue en 1964 en Bombay (India) y el segundo en 1970 durante su viaje a Manila (Filipinas). Un total de cuarenta y cuatro papas murieron a lo largo de la historia de forma violenta, entre ellos figuran: Teodoro II, en el 897; Juan X, en el 928; Benedicto VI, en el 974; Juan XIV, en el 984, y Gregorio V, en el 999.