Algunas de las víctimas fueron engañadas con ofertas de trabajo y otras secuestradas camino del colegio. La trata de personas, una «realidad invisible» que cuenta con millones de afectados en el mundo.
Una agencia de Nigeria encargada de la lucha contra el tráfico de personas ha anunciado este martes que uno de sus equipos de investigación ha localizado a cerca de 20.000 mujeres y niñas en Malí que serían víctimas de explotación sexual.
Miles de mujeres y niñas son introducidas en redes de tráfico de personas cada año en Nigeria, donde cerca del 70% de sus 190 millones de habitantes viven con menos de dos dólares al día. Muchas de ellas llegan a Europa, pero otras son trasladadas a África Occidental.
«Recibimos informaciones sobre niñas atrapadas y enviamos un equipo para investigar», ha dicho Julie Okah-Donli, directora general de la Agencia Nacional para la Prohibición del Tráfico de Personas (NAPTIP).
Así, ha relatado en una entrevista concedida a la cadena de televisión británica BBC que algunas de las niñas fueron engañadas por los traficantes, que les dijeron que estaban siendo trasladadas a Malasia para trabajar allí.
Okah-Donli ha manifestado que otras de estas niñas fueron secuestradas cuando iban de camino al colegio y posteriormente trasladadas a Malí, al tiempo que ha recalcado que la NAPTIP trabaja con las autoridades de Nigeria, Malí y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) para proceder a su repatriación.
La directora general del organismo ha denunciado que las condiciones de vida de las niñas es «similar a la esclavitud». Por el momento no hay un calendario fijado para las repatriaciones.
En declaraciones posteriores concedidas a la agencia de noticias Reuters, Okah-Donli ha indicado que habría cerca de 200 lugares en los que las niñas y mujeres fueron retenidas en el sur de Malí.
«En cada uno de ellos tenían a cerca de cien o 150 niñas. Así es como llegamos a la cifra de al menos 20.000 retenidas», ha puntualizado, antes de resaltar que la mayoría de las afectadas tienen entre 16 y 30 años. «No puede escapar porque están en lugares remotos, como lo profundo del bosque», ha denunciado.