La selva del Darién, localizada en la frontera entre Colombia y Panamá, vio pasar a más de 30.000 niños que migraban hacia el norte durante los primeros cuatro meses de 2024, informó este miércoles el Fondo de la ONU para la Infancia (UNICEF).
La cifra representa un aumento del 40% con respecto al mismo periodo en 2023 y, de mantenerse la tendencia, supondría que 160.000 niños y adolescentes realizarían la arriesgada travesía para fin de año.
El total de menores de edad migrantes a través del Tapón del Darién alcanzaría un 34% más que el año pasado, cuando el número llegó a 113.000.
La migración infantil hilaría así el quinto año consecutivo de niveles récord.
Más de 30.000 menores y adolescentes atravesaron la selva del Darién, la peligrosa frontera natural de Panamá y Colombia, entre enero y abril pasado, 40% más que en el mismo lapso de 2023, dijo este miércoles Unicef, que alertó que la migración infantil por esta trocha se encamina a un nuevo récord este 2024.
«La migración de niños, niñas y adolescentes a través de la selva del Darién se ha convertido en una crisis prolongada. Con base en las tendencias observadas en los primeros cuatro meses y el contexto regional, se calcula que en 2024 podrían cruzar la selva 800.000 personas, entre ellas 160.000 personas menores de 18 años, y es probable que muchas necesiten asistencia humanitaria», dijo el ente de las Naciones Unidas en un comunicado.
El aumento registrado este año en el número de niños y niñas que migran a través de la jungla fronteriza «hace que esta ruta vaya rumbo a registrar un récord de migración infantil por quinto año consecutivo, según indica el análisis de Unicef», añadió la misiva oficial.
Se multiplican los menores que transitan el Darién
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) precisó que de los 30.000 niños, niñas y adolescentes en tránsito por la selva registrados en los cuatro primeros meses de este año, casi 2.000 estaban separados o no acompañados de sus familias.
«Las cifras de niños, niñas y adolescentes no acompañados y separados se han triplicado respecto a este mismo período de 2023. El número de personas menores de 18 años en tránsito también aumenta a un ritmo cinco veces mayor que el de personas adultas», añadió.
La selva del Darién, recalcó el director ejecutivo adjunto de Unicef, Ted Chaiban, «no es un lugar para los niños. Muchos niños, niñas y adolescentes han muerto en este arduo y peligroso viaje».
«Hay mujeres que dan a luz en el camino y traen al mundo nuevas vidas en las circunstancias más complicadas. Muchas de las personas que sobreviven al viaje llegan enfermas, hambrientas y deshidratadas, muchas veces con heridas o infecciones y necesitan ayuda urgentemente», enfatizó.
«Los niños, niñas y adolescentes representan una quinta parte de quienes hacen este trayecto; la presencia y la respuesta de Unicef son más importantes que nunca. Es fundamental que dispongamos de financiamiento adecuado, que nos permita estar listos para prestar ayuda a estos niños y niñas, sea cual sea su país de origen o destino», añadió Chaiban.
Falta de fondos
Este año, Unicef solicitó 7,64 millones de dólares para atender las necesidades urgentes del número cada vez mayor de niños, niñas y familias que transitan por Panamá, pero actualmente apenas se ha recibido un 10 % de estos fondos, dijo el ente mundial en su comunicado.
Señaló además que el personal del organismo apoya a la niñez en tránsito en Darién y en Panamá desde 2018, año en que 522 niños, niñas y adolescentes cruzaron la selva tropical, que es la frontera con Colombia.
«Gracias al apoyo financiero del Gobierno de los Estados Unidos y de la Unión Europea, y a fondos propios, Unicef presta servicios en materia de agua, saneamiento e higiene (WASH), protección infantil, gestión de casos, salud materno infantil y violencia de género en puntos críticos situados a lo largo de esta ruta migratoria. Las acciones también incluyen la asistencia a diez comunidades de acogida o impactadas por la migración», indicó la información oficial.
De acuerdo con las autoridades panameñas, más de 151.000 personas en movilidad llegaron al país centroamericano por el Darién entre el 1 de enero y el pasado 14 de mayo.
Panamá ha solicitado en los últimos años más ayuda internacional y un abordaje multinacional de esta crisis migratoria y humanitaria, evidenciada en que más de medio millón de personas cruzaron la selva el año pasado, una cifra inédita.
El presidente electo de Panamá, José Raúl Mulino, quien asumirá el poder el 1 de julio próximo, ha prometido repatriar, con ayuda internacional y respetando los derechos humanos, a los migrantes que lleguen al país a través de la jungla.