«Sin novedad en el frente» ¡Nunca más la guerra! Promoción de la lectura social

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«No aprendemos nunca… del dolor que provocan las guerras»

NUNCA MÁS. NUNCA MÁS LA GUERRA

CAMPAÑA POR LA PROMOCIÓN DE LA LECTURA SOCIAL

Son muchos los libros que dejan huella…Esta es la  historia de Erich María Remarque quien volcó su propia experiencia, pensamientos y emociones en  el frente de la Primera Guerra Mundial,  en el inolvidable libro «Sin novedad en el frente».  Los temas del libro son los horrores y las pérdidas de la guerra, las dudas sobre el sentido de la misma, la camaradería entre los soldados, la pérdida de la juventud, el paso a la madurez y el trauma inimaginable que les supone combatir en ella y el que les supondrá rehacer sus vidas tras el conflicto.

«Soy joven, tengo veinte años, pero no conozco de la vida más que la desesperación y la muerte, la angustia y el tránsito de una existencia llena de la más estúpida superficialidad a un abismo de dolor. Veo que los pueblos son lanzados los unos contra los otros, y se matan sin rechistar, sin saber nada, locamente, dócilmente, inocentemente. Veo cómo los más ilustres cerebros inventan armas y frases para hacer posible todo esto durante más tiempo y con mayor refinamiento. Y como yo, lo ven todos los hombres de mi edad, aquí y entre los otros, en todo el mundo; conmigo lo está viviendo toda mi generación. ¿Qué harán nuestros padres si un día nos levantamos y les exigimos cuentas? ¿Qué esperan de nosotros cuando la guerra haya terminado? Durante años enteros, nuestra ocupación ha sido matar; ha sido el primer oficio de nuestra vida. Nuestro conocimiento de la vida se reduce a la muerte. ¿Qué puede, pues, suceder después de esto? ¿Qué podrán hacer de nosotros?»

Este relato debió ser un gran revulsivo antibelicista ya que en el mismo año que se publicó por primera vez (1929), se tradujo a veintiséis idiomas y a día de hoy se han vendido más de veinte millones de ejemplares en todo el mundo: libro de fama internacional.

El trabajo de Remarque se debe rememorar siempre porque relata los horrores, muchas veces meramente psicológicos, a los que toda una generación de jóvenes a un lado y a otro del frente tuvieron que soportar. Jóvenes que partieron contra el enemigo convencidos de que iban a librar una guerra justa, necesaria y breve. Estos chavales que se toparon con una guerra carente de sentido para ellos, eterna y ajena a su vida.

La vida del soldado quedaba recluida al frente. Allí tenía sus amistades, más o menos efímeras. Allí se sentía cómodo: en los días de retaguardia, en los barracones, viendo la vida pasar, esperando volver a las trincheras. Allí encontraba el miedo, allí aprendía a convivir con la muerte:

«A Franz Kemmerich, en el baño, se le veía pequeño y delgado como un niño. Ahora está tendido aquí. ¿Por qué? Sería preciso traer al mundo entero ante esa cama y decirle:
—Este es Franz Kemmerich, de diecinueve años. No quiere morir. ¡No permitáis que muera!»

El autor consigue que el lector penetre en las trincheras y sienta en carne propia los sentimientos de los soldados, que ven como su futuro se desvanecen en un instante.

Fue uno de los libros prohibidos por Hitler, por el Tercer Reich.

¡LEAMOS JUNTOS PARA NO REPETIR LA HISTORIA!

NUNCA MÁS LA GUERRA