La nueva ley de extranjería impulsada por el gobierno del PSOE confirma la traición de este partido a los empobrecidos de la Tierra.
Millones de inmigrantes, van a sufrir más en España.
Un gran militante obrero, cristiano y socialista de verdad, nos decía que en la transición española hubo, dos grandes «traiciones». Por un lado Adolfo Suárez traicionó sus orígenes franquistas y por otro lado, Felipe González traicionó las raíces del socialismo español. Mientras la militancia obrera cristiana y pobre tendía puentes de diálogo entre «las dos Españas» para que no hubiera otra guerra civil a la muerte del dictador, los burócratas de turno, ambos al servicio de la estabilidad burguesa, tomaron el atajo de la traición. «Todo estaba atado y bien atado».
Tan sólo el PSOE, podía hacer una ley tan reaccionaria, tan insolidaria, tan salvaje como la nueva ley de extranjería. Trata a los inmigrantes como mercancías o como instrumentos de explotación; los encarcela y expulsa como si fueran delincuentes; persigue la solidaridad con ellos. Pues bien, aun así, el gobierno sostiene la apariencia de que es «solidario» que «amplía derechos sociales».
El PSOE ha ampliado los privilegios a una serie de grupos de presión, la banca esta haciendo el negocio del siglo con la deuda del Estado y las ayudas de éste al sector financiero. También es cierto que el PSOE, es cada vez más un partido de «pudientes», que ha legislado al servicio de los poderosos aunque de vez en cuando tenga que hacer algún «gesto» para disimular. Hoy los inmigrantes, que enriquecen a la sociedad española, viven peor en nuestro país gracias a un gobierno que se dice obrero y socialista, paradójico ¿verdad? Todos sabemos que el PP habría hecho una ley semejante, la diferencia y la tragedia está en que el PSOE nació con unos ideales de justicia y solidaridad que han sido traicionados y extirpados de su mapa genético.