Tres de cada cuatro mujeres asesoradas por la Fundación Madrina deciden no abortar

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Cada hora dos adolescentes se quedan embarazadas y una de ellas opta por abortar. Ésta es la realidad en la que vive la sociedad española, donde la cifra de abortos anuales asciende ya a casi 85.000, según el Ministerio de Sanidad y Consumo

Tres de cada cuatro mujeres asesoradas por la Fundación Madrina deciden no abortar


Cada hora dos adolescentes se quedan embarazadas y una de ellas opta por abortar. Ésta es la realidad en la que vive la sociedad española, donde la cifra de abortos anuales asciende ya a casi 85.000, según el Ministerio de Sanidad y Consumo. Muchos de estos casos son consecuencia de situaciones de desamparo y falta de recursos por parte de las madres. Por ello, la Fundación Madrina lleva ya cinco años trabajando para asistir económica y psicológicamente a las mujeres con problemas para ser madres y evitar que tomen esta medida extrema. Tanto es así que el año pasado la Fundación consiguió que el 75 por ciento de las mujeres que se pusieron en sus manos y que estaban planteándose el aborto como única salida siguieran adelante con su embarazo.


«Nuestro objetivo es cuidar y defender a la mujer, especialmente en la situación donde es más vulnerable que es la maternidad», explica el presidente de la Fundación, Conrado Giménez. Por esta razón, la prioridad de la Fundación Madrina es conocer cuál es el problema de cada mujer para poder atajarlo directamente: «La mayoría de las jóvenes que acuden a nosotros sufre violencia, desamparo, al cuarto mes de embarazo su pareja las abandona o las pega, pierden el trabajo o la empresa les invita a abortar», añade Giménez.


Luz al final del tunel. Para ayudar a estas mujeres, la Fundación Madrina dispone del «Programa Madre», que consiste en un itinerario donde se ofrece un apoyo en tres sectores diferentes: asistencia y orientación por teléfono o internet las 24 horas del día, alojamiento en hogares con familias de acogida por periodos variables de una semana a tres años y, finalmente, la integración social mediante formación y ayuda para encontrar empleo. Con este despliegue, la Fundación consigue que ninguna mujer se vea privada de su derecho a la maternidad y que «una chica que se encontraba en un túnel sin salida, pueda tener a su bebé, encontrar un empleo y ser autónoma», subraya Giménez.


Durante el año pasado, la Fundación Madrina recibió más de 25.000 llamadas telefónicas para pedir asesoramiento y atendió a 141 mujeres en alguno de sus proyectos del «Programa Madre». Aunque la mayoría de las mujeres que acuden a la Fundación son inmigrantes, cada vez es mayor el número de jóvenes españolas que solicitan su ayuda, especialmente entre los 18 y 25 años. «Las chicas no tienen ningún tipo de protección por parte de sus familias, están solas y cada vez hay más promiscuidad… Nos hemos encontrado algunas jóvenes que mantienen hasta cinco relaciones sexuales a la semana con personas distintas», explica Conrado Giménez. Sorprende también el nivel de cualificación de las mujeres atendidas por la Fundación, puesto que el 22 por ciento dispone de estudios universitarios y más de la mitad ha superado el bachillerato.


El presidente de la Fundación Madrina pidió recientemente en el Parlamento Europeo que se proteja el derecho fundamental a ser madre. En vez de hacer esto, «la sociedad ataca a la maternidad» y esto explica que cuando mujeres embarazadas con dificultades «acuden a los servicios sociales la única solución que les proponen es el aborto», añade.


Además de ayudar a jóvenes embarazadas, la Fundación Madrina está desempeñando sendos proyectos de ayuda a mujeres en Costa de Marfil y Burkina Faso, tanto enviando material clínico como construyendo una escuela. Ambos proyectos han sido promovidos por aquellas mujeres inmigrantes que, «al ser acogidas por la Fundación, se sienten en la necesidad de ayudar a sus países de origen».


Más información en la web www.madrina.org y asistencia telefónica en el 902 32 33 29.