Nuestra campaña de lectura se compromete a tomar conciencia de los horrores del totalitarismo, de cualquier signo y color.
Desde hace años, es evidente, que actualmente se está gestando un nuevo sistema totalitario capitalista de ámbito global. Este es muy sibilino y lo peor de todo es que se nos ha metido hasta en los tuétanos, de manera que se ha manipulado tanto nuestra conciencia, que somos capaces de revestir el mal con ropaje de bien, justificando el delito bajo “ideales buenos”.
“Un día en la vida de Iván Denísovich” fue la única obra de Solzhenitsyn que se publicó en la Unión Soviética. Para escribir esta novela se inspiró en su propia vida. En 1945, cuando se encontraba en el frente soviético, Solzhenitsyn fue detenido por criticar a Stalin en una carta dirigida a un amigo de la infancia. Fue condenado a ocho años en diferentes campos de concentración y luego desterrado a una aldea perdida de la estepa de Kazajstán, donde permaneció hasta 1956, cuando fue liberado y pudo regresar a Moscú.
En su novela Solzhenitsyn decidió contar un “buen día” de la vida de un preso en el Gulag. Consiguió la autorización del Partido Comunista para su publicación en 1962, lo que provocó un impacto nacional e internacional. La gente hacía cola para adquirirlo y la obra provocó un debate sobre el stalinismo más grande de lo tolerable, de forma que el libro que se había convertido en un best seller, quedó prohibido.
El éxito, sin embargo, aumentó los problemas de Solzhenitsyn con las autoridades y desde entonces no consiguió publicar nada en su país, a pesar de que, en 1970, el autor recibió el Premio Nobel de Literatura, por la publicación: Archipiélago Gulag (1974). Un libro que costó mucha sangre, sudor y lágrimas. Este libro se escribió entrevistando a 227 supervivientes en los campos de concentración soviéticos del Gulag, cuyas identidades protegió con celo. “Es un trabajo de equipo”, dijo Solzhenitsyn.
“Un día en la vida de Iván Denísovich” es uno de los más conocidos y escalofriantes testimonios de la crueldad que sufrieron millones de deportados en los campos de trabajo soviéticos.
Novela que desgarra el alma y nos hace partícipes de una de las mayores barbaries, en muchos casos desconocida, porque en occidente, el totalitarismo comunista gozó de popularidad y “aureola de santidad”.
En la novela, Solzhenitsyn cuenta un solo día de la vida de Shújov, cuando ya lleva ocho años prisionero, y que se centra en algo tan simple y tan complicado en ciertos casos como sobrevivir.
Con un estilo desgarrado y utilizando expresiones propias del lenguaje carcelario describe minuciosamente los acontecimientos de ese día, desde que Shújov se levanta hasta que se duerme. La obsesión más importante es la comida. Sin grandes análisis, Solzhenitsyn, nos relata la relación entre los presos y los carceleros, las jornadas de trabajo, el tipo de comida, los castigos, la procedencia de los prisioneros…denunciando el régimen de Stalin y mostrando las dramáticas consecuencias de la inhumana represión.
Que la lectura de este libro nos ayude a romper con todo y todos los que quieren controlar nuestra conciencia.
¡GENEREMOS UNA CULTURA SOLIDARIA, POR LA VIDA!