En este día, no podemos menos que expresar nuestra solidaridad con todas las personas y pueblos del mundo que sufren por falta de trabajo, por un salario insuficiente, por no tener los medios necesarios para vivir.
Por eso, otro año más, salimos a la calle con el grito TRABAJO SOBRE CAPITAL. En esta jornada de lucha tenemos presente a las poblaciones sometidas a un empobrecimiento que ofende su dignidad.
La Tierra, el hogar de la fraternidad, se ha convertido en un campo de guerra bajo el dominio del más fuerte. Para conseguirlo han inducido una auténtica dictadura del capital sobre el trabajo, la cual provoca que haya millones de niños sometidos a la esclavitud para el lucro de empresas y mafiosos, para sostener con su sudor y sangre el consumismo depredador; que el 60% de los trabajadores del mundo no tengan contrato laboral ni prestaciones sociales. Muchos inmigrantes empobrecidos son convertidos en esclavos y subastados como tales mientras miramos hacia otro lado. Más de 200 millones de refugiados e inmigrantes forzados por la guerras, la miseria y el hambre.
Si las organizaciones que se crearon para velar por el mundo del trabajo han concertado con el poder y el capital, la sociedad debe luchar para crear una opinión pública liberadora. Cualquier injusticia cometida contra el trabajador es un atropello a la dignidad humana.
Hoy , nos situamos ante un escenario donde el núcleo del sistema capitalista parece necesitar poco más del 20% de los trabajadores del mundo y el 80% restante serán trabajadores en precario o descartados. Ante esta situación, debemos implantar Justicia Social. Para ello son necesarios nuevos movimientos de solidaridad. Solidaridad con los empobrecidos y descartados que se encuentran bajo diversas formas y aparecen, en muchos casos, como el resultado de la violación de la dignidad del trabajo humano, bien sea por el desempleo, bien porque se desprecian sus derechos , como el del justo salario, la seguridad de la persona trabajadora y el derecho a formar y cuidar a su familia.
En este 1º DE MAYO rememoramos la historia de los mártires de Chicago y la cultura del mundo obrero que con gran generosidad lucharon para restablecer el lema: 8 horas de trabajo, 8 horas de descanso y 8 horas de promoción cultural. Tenían claro que el trabajo justo tenía que garantizar el desarrollo de la vocación de la persona.
Cada 1º DE MAYO, cada día, seguiremos saliendo a la calle para gritar: TRABAJO SOBRE CAPITAL, para que el primer fundamento del trabajo sea el ser humano y la defensa del bien común.
El 1º DE MAYO vive en los corazones de los que verdaderamente amamos la libertad y la justicia…Planteamos una auténtica revolución cultural como base de una transformación social, económica y política. Este cambio lo podemos empezar ya en nuestras conciencias, en nuestros hogares, en las calles, y centros profesionales. La solución a la actual dictadura del capital empieza por desarrollar una nueva cultura solidaria y autogestionaria que ponga a la persona como centro y sujeto protagonista del orden institucional.
SOLO VOLVIENDO A LA VIDA SOLIDARIA CAMBIAREMOS EL MUNDO
¡POR UNA CULTURA SOLIDARIA Y AUTOGESTIONARIA!
¡VIVA EL 1º DE MAYO!