Me sentía furiosa cada vez que alguien decía que gente así (como mi marido) debían ser sometidas a la eutanasia, para que no sufrieran.
Un obrero ferroviario que emergió de 4 años en coma y 15 con parálisis total descubrió desconcertado la realidad de su país sin comunismo, a lo que reaccionó afirmando que 'el mundo es mucho más bonito ahora', según explicó Jan Grzebski, de 65 años, a un canal de televisión polaco unos dos meses después de salir de su estado de parálisis total, posterior a su coma.
'Me despierto a las 7:00 de la mañana y me pongo a ver televisión', dijo Jan Grzebski, de 65 años, a la emisora de televisión TVN24, en declaraciones formuladas el fin de semana mientras yacía en la cama en la ciudad de Dzialdowo. 'Antes no podía hablar ni hacer nada. Ahora me siento mucho mejor', dijo el hombre con voz débil pero clara.
Wojciech Pstragowski, un especialista en rehabilitación, dijo que Grzebski se sintió asombrado por los cambios en la economía polaca, especialmente en los negocios. Durante la época comunista, dijo, en las tiendas de comestibles, 'los estantes sólo tenían mostaza y vinagre'.
En 1988, Grzebski entró en coma tras resultar herido cuando intentaba conectar dos vagones de tren. Un vagón de tren golpeó a Grzebski dejándole ciego del ojo izquierdo y con la mandíbula destrozada. Los médicos también encontraron un tumor en su cerebro y diagnosticaron que no podría vivir mucho tiempo, según informó el diario 'Gazeta Dzialdowska'.
Cuando los médicos decidieron que no podían hacer más por él, su esposa se lo llevó a la casa y lo atendió, informó el diario.
'Me sentía furiosa cada vez que alguien decía que gente así (como su marido) debían ser sometidas a la eutanasia, para que no sufrieran', dijo la mujer al periódico. 'Yo creía que Janek se iba a recuperar', añadió, usando un cariñoso diminutivo del nombre de su marido.
A los 4 años del accidente sucedió el milagro y Jan salió del coma, pero permaneció sumido en una profunda parálisis. Hace dos años, comenzó a hacer pequeños progresos hasta que el pasado abril empezó a moverse. Desde entonces, ha conseguido recuperar el habla y poco a poco aprende a caminar de nuevo.
'Estoy seguro que sin la dedicación de su esposa, el paciente no hubiera retornado en el buen estado en que lo hizo', reconoció Pstragowski.
Precisamente su esposa lo cuidó incondicionalmente y siempre tuvo la esperanza que su marido se recuperaría.
«Lloré, recé, a veces lloraba de noche cubriéndome con la almohada para que nadie pudiera oírme», aseguró Gertruda Grzebski, esposa del hombre que superó el coma y la parálisis.
Grzebski ha indicado que recuerda vagamente las reuniones familiares a las que se le llevaba mientras estuvo en coma, así como los intentos de su esposa e hijos de comunicarse con él.
Este hombre responsabiliza a su abnegada esposa Gertruda de su 'resurrección'. «Fue Gertruda quien me salvó», dijo Grzebski, en silla de ruedas, al canal de noticias TVN24. Y es que durante los últimos 19 años, según ha comentado el doctor Boguslaw Poniatowski, ella se ocupó de cambiarle de posición cada hora para evitar los daños que supone el roce continuo del cuerpo con la cama.