Un polo comercial y estratégico en el océano Índico: proyecto que amenaza a los pueblos indígenas

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Los pueblos indígenas de las islas Nicobar de la India, en el océano Índico, corren el riesgo de desaparecer en nombre de un megaproyecto de infraestructuras comerciales, y potencialmente estratégicas, promovido por el gobierno indio.

Los shompen, un pequeño grupo de unas 300 personas, una de las tribus indígenas más aisladas de la Tierra -que apenas han tenido contacto con la modernidad-, están asentados en la isla de Gran Nicobar. Estas personas se verán completamente desarraigadas de su hábitat si el gobierno de Nueva Delhi sigue adelante con su plan de convertir su isla natal en la llamada “Hong Kong de la India”.

Vastas zonas de selva tropical serán destruidas por el proyecto, que prevé la construcción de un megapuerto, una nueva ciudad, un aeropuerto internacional, una central eléctrica, un parque industrial y una base naval de defensa, con la presencia concomitante de 650.000 colonos, en una isla que alberga actualmente a unos 8.000 habitantes.

El proyecto ha suscitado la preocupación y las críticas de organizaciones de la sociedad civil india: señalan que ninguna de las poblaciones indígenas locales de las islas Andamán y Nivcibare, afectadas por la iniciativa, ha dado su consentimiento al proyecto, que, según las ONG, «viola tanto la legislación india como la internacional».

A pesar de la campaña que pide la paralización de las obras, el gobierno indio parece decidido a seguir adelante: el Ministerio de Medio Ambiente, Bosques y Cambio Climático de la India ya ha concedido permisos para la tala de más de 800.000 árboles forestales. El proyecto, señala la organización «Survival International», además de causar una devastación social y medioambiental sin precedentes, provocará el exterminio de los shompen, que serán desarraigados, expulsados y, de forma repentina, expuestos a enfermedades a las que son poco inmunes. Al igual que otros pueblos prístinos del mundo, los shompen son increíblemente vulnerables a las epidemias y, por tanto, están destinados a desaparecer rápidamente, se señala.

Estas preocupaciones son ampliamente compartidas por el obispo de Port Blair, Mons. Visuvasam Selvaraj, la única diócesis católica que abarca todo el territorio de las islas Andamán y Nicobar, formado por 500 islas, 40 de ellas habitadas, con una presencia total de unos 40.000 católicos, sobre una población de casi 500.000 habitantes, en su mayoría hindúes, además de pequeños grupos de musulmanes y pueblos animistas autóctonos.

En la diócesis, que cuenta con 18 parroquias repartidas por las islas, trabajan 51 sacerdotes, y en los numerosos pueblos, todos ellos de pescadores, hay a menudo pequeñas capillas, verdaderas «estaciones misioneras marinas», a las que a veces se acercan indígenas que nunca han conocido la civilización moderna ni el Evangelio.

«En la diócesis- dice a la Agencia Fides el obispo Visuvasam Selvaraj-, hay dos grandes grupos indígenas: el de las comunidades con los rasgos típicos de los llamados Negritos y el de las comunidades de indígenas de Nicobar con rasgos típicos indios. Además también hay presencia de indios llegados del continente, sobre todo de la zona de Ranchi y de Tamil Nadu. Los shompen son indígenas locales entre los que no hay cristianos. Viven en armonía con la naturaleza, obtienen sus alimentos del bosque, para subsistir, y son animistas. El proyecto de un gran centro comercial sería su fin. Hace poco visité la isla de Gran Nicobar, donde hay dos sacerdotes y una parroquia católica. Toda la comunidad local está muy alarmada ante el inminente inicio del proyecto. Creemos que contrasta abiertamente con lo que nos dice la Encíclica Laudato si’. También hemos intentado hacer oír nuestra voz, pero parece que prevalecerán las razones del mercado. El Gobierno no escucha y no parece dispuesto en modo alguno a detener o revisar las obras. Será un gran trastorno para nuestras islas, para nuestra gente».

Según el Gobierno indio, el proyecto también es vital para la seguridad y la defensa, dada la situación estratégica de las islas Andamán y Nicobar en el océano Índico, y también pretende contrarrestar la creciente presencia china en la región. Se espera la aprobación del proyecto en los próximos meses y la construcción del puerto podría empezar ya a finales de 2024.

(PA) (Agencia Fides 29/2/2024)