Aumenta la esclavitud infantil

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Las macrocifras de los organismos internacionales permanecen inalterables.

Dejaron de hablar de los 400 millones de niños esclavos que ellos mismos estimaron hace 10 años. Pasaron a hablar de 246 millones. Cualitativamente, un solo niño esclavo sería una injusticia imperdonable. ¡Y eso debería ser lo único moralmente importante! Todo lo que sirva para camuflar esa atrocidad moral y sobre todo, para justificar a la ingente burocracia que sirve para que no se acabe nunca políticamente con este problema, pues sigue haciendo acrecentar el sufrimiento de la infancia.


Ahora vino «la crisis» económica, la crisis financiera…esa crisis que llevan siglos padeciendo los que se mueren de hambre… trabajando, o mejor, siendo explotados por este salvaje sistema imperialista. Y con la crisis, revisan sus estadísticas: Aumenta el número de «desnutridos» en más de 100 millones. Aumenta el paro. Aumenta la economía «sumergida». Aumentan las «deudas de las familias». Aumenta la «servidumbre por deuda». Los niños, los más vulnerables, dejarán de ir a la escuela. Serán con más frecuencia abandonados, o no «registrados» (los propios organismos internacionales hablan de porcentajes asombrosos de niños no registrados en algunos países de África, de Asia- incluida China-), serán utilizados como «moneda de cambio»… en medio del sufrimiento inenarrable de sus madres y sus padres que serán engañados sin escrúpulos con la promesa de que ellos recibirán lo que sus padres no pueden darlos.


La espiral de la esclavitud infantil crece con el hambre y con el paro. Por eso forman un todo con unas mismas causas: el imperialismo del lucro y el afán de poder. Con el que sólo seguiremos cabiendo en este planeta los que tengamos «dinero y poder».