Defensa de los derechos humanos, parte del ministerio del Papa

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En su discurso, el Papa hizo mención los derechos humanos fundamentales por los que ha luchado «con todas sus fuerzas» en los casi 25 años de su pontificado. En primer lugar mencionó el derecho a la vida, pues «la vida humana es sagrada e inviolable desde su concepción hasta su ocaso natural», afirmó
(ZENIT).- Juan Pablo II recibió 18 de mayo de 2003 el doctorado «Honoris Causa» en Jurisprudencia que le ha conferido la Universidad La Sapienza de Roma por su obra de defensa de los derechos humanos.

Al recibir el reconocimiento en el Vaticano, el Papa explicó que considera como parte de su ministerio «dar amplio espacio a la afirmación de los derechos humanos, por la cercana relación que tienen con dos puntos fundamentales de la moral cristiana: la dignidad de la persona y la paz».

«Es Dios, de hecho, quien creando al hombre a su imagen y llamándole a ser su hijo adoptivo, le ha conferido una dignidad incomparable, y es Dios quien ha creado a los hombres para que vivieran en la concordia y en la paz, proveyendo a una justa distribución de los medios necesarios para vivir y desarrollarse», añadió

En su discurso, el Papa hizo mención los derechos humanos fundamentales por los que ha luchado «con todas sus fuerzas» en los casi 25 años de su pontificado.

–En primer lugar mencionó el derecho a la vida, pues «la vida humana es sagrada e inviolable desde su concepción hasta su ocaso natural», afirmó.

«En particular –reconoció–, he insistido en el hecho de que el embrión humano es un individuo humano y, como tal, es titular de los derechos inviolables del ser humano. La norma jurídica, por tanto, está llamada a definir el estatuto jurídico del embrión como sujeto de derechos que no pueden ser descuidados ni por el orden moral ni por el jurídico».

–En segundo lugar, citó el derecho a la «libertad religiosa», reconocido por la Declaración Universal de los Derechos del Hombre y por otros documentos fundamentales del derecho internacional.

Según el Papa, la «libertad religiosa» no «es un derecho humano más», pues es el que da sentido a los demás, dado que «la dignidad de la persona humana tiene su primera fuente en la relación esencial con Dios».

Por este motivo, afirmó, es «un test para la observancia de los demás derechos fundamentales».

Los otros derechos humanos que han atraído el compromiso de este Papa, según él mismo explicó, son:

–«El derecho a no ser discriminados por motivos de raza, idioma, religión o sexo»;

–«El derecho a la propiedad privada, que es válido y necesario, pero que no debe separarse nunca del principio fundamental del destino universal de los bienes»;

–«El derecho a la libertad de asociación, de expresión e información, siempre en el respeto de la verdad y de la dignidad de las personas»;