La asociación es esperanza para las víctimas de este sistema salvaje

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El movimiento cultural cristiano pone en la sociedad un comunicado, en la línea con su campaña permanente por la Justicia en las relaciones norte-sur.

ANTE LA SITUACIÓN POLÍTICA, ECONÓMICA, LABORAL Y SOCIAL EN ESPAÑA

1.- LA GUERRA DE LOS PODEROSOS CONTRA LOS DÉBILES.

La crisis financiera de los países enriquecidos ha hecho crecer el número de naciones, familias y personas condenadas al hambre, la explotación, la esclavitud, el paro y la inmigración. Son los efectos genocidas de un sistema injusto y explotador que ha alterado, a gran escala, el orden fundamental que debe garantizar la prioridad del trabajo sobre el capital.

Los Hechos son:

En el mundo…

  • El hambre que mata a 100 mil personas diarias es el escándalo de nuestro siglo.
  • Nuevos fenómenos que aplastan la dignidad del trabajo. Más del 60% de los trabajadores en el mundo carecen de contrato laboral a lo que debe añadirse el crimen de más de 400 millones de niños esclavos.
  • Más de 200 millones de personas has sido forzadas a emigrar
  • Existen más de 70 guerras y conflictos en el mundo
  • El control demográfico está provocando, sobre todo entre los empobrecidos, más de 60 millones de abortos anuales. A lo que hay que añadir las esterilizaciones, que pretenden acabar con la pobreza eliminando a los pobres.
  • Aumentan las desigualdades: tan sólo el 10% de la humanidad dispone del 90% de la riqueza total.

En España…

  • En torno a 10 millones de personas de la población activa transita entre el desempleo y el trabajo precario. Esta lacra que va acompañada de una situación de quiebra de la familia, miedo, angustia y desesperanza ante el futuro
  • Desahucios y pérdidas de vivienda. En 2011 se han producido 58.000 desahucios.
  • La pobreza no sólo se extiende hasta afectar a cerca de 11 millones de personas en España, sino también se intensifica y se cronifica en un sector de la población.
  • Y entretanto han seguido creciendo las desigualdades sociales. Menos del 0,5% de su población controla más del 80,5% de la riqueza de España.

2.- LA DICTADURA DEL CAPITAL SOBRE EL TRABAJO.

  1. Vivimos bajo el dominio de un imperialismo internacional del dinero que acumula una descomunal y tiránica potencia económica en manos de un número reducido de sociedades transcontinentales privadas. El sistema financiero se ha puesto a su servicio. La deuda pública se ha convertido en imposición de políticas de ajuste estructural en la Unión Europea y España, que hasta ahora se habían beneficiado y enriquecido con esos mismos ajustes en los países empobrecidos del tercer mundo.
  2. La dictadura de la crisis y su estrategia. El fenómeno de la crisis a la que asistimos no es ajeno a la voluntad política de imponer un determinado programa previamente diseñado. Con este programa la mayoría de la humanidad está viendo obstaculizado su acceso a los alimentos y a los servicios básicos de salud, educación, protección social, etc.
    Las medidas que se están imponiendo en Europa, así como la última reforma laboral en España suponen una violenta degradación de las condiciones de trabajo que favorecen los negocios del capitalismo transnacional.
  3. La crisis también tiene hondas raíces morales y culturales. Estas reformas rebajan el valor de la persona a mero instrumento o mercancía utilizada al ritmo de los vaivenes del mercado y los avatares financieros. Tampoco esto sería posible sin las corrientes culturales hedonistas y materialistas alentadas desde unos modelos educativos mercantilistas y una potente industria cultural. La degradación del trabajo y su explotación contribuye igualmente a erosionar los fundamentos de la primera y esencial escuela de trabajo y solidaridad que es la familia.
  4. La traición de los sindicatos y la izquierda oficial. El PSOE ha sido el campeón en la destrucción del contrato fijo y en la imposición de un “socialismo” de “derechos” de cintura para abajo. Mientras, el actual sindicalismo escogió el camino de la concertación social. Tras la transición no ha sido capaz de otra cosa distinta que mantener una falsa paz social. UGT y CCOO abdicaron del necesario control obrero del mundo de la economía. También miraron para otro lado ante el drama de millones de trabajadores del Sur que sufrían la explotación.

3.- POR UNA POLÍTICA SOLIDARIA Y AUTOGESTIONARIA.

  1. Un mundo de hambrientos, esclavos y parados debe ser rehecho desde sus cimientos lo que implica una acción revolucionaria. La dignidad de la persona exige pleno empleo y trabajo digno. Estamos ante una situación de auténtica urgencia pero poseemos los medios técnicos para solucionarla. No nos conformamos con la implantación de sistemas de beneficencia que perpetúan el drama y provocan mayor sumisión de la sociedad.
  2. La primacía del trabajo sobre el capital exige una apuesta por la Autogestión. El Estado y el Mercado son negadores del protagonismo de la sociedad. Frente a la consolidación de una nueva casta dirigente, a plano internacional y también en nuestro país, es necesario luchar por un modelo de empresa autogestionaria a la medida del hombre y es necesario luchar por que la riqueza que produce el trabajo no sea objeto de apropiación y especulación financiera.
  3. La Solidaridad o es internacionalista o no lo es. La deslocalización, la imposición de las multinacionales sobre los gobiernos, la creación de bloques económicos y políticos, las finanzas usureras, etc., tienen un alcance global y no tienen respuesta en luchas y movilizaciones de un sólo día y en un solo país.
  4. Es necesario un cambio de mentalidad y una labor de promoción de militantes. Frente a la desesperanza, el miedo y la división, que promueve este sistema, se abre ante nosotros una inmensa tarea que solo puede ser llevada a cabo por organizaciones y movimientos de solidaridad que sepan compartir hasta lo necesario para vivir. La asociación vuelve a ser fuente de esperanza para los que sufren las consecuencias de un sistema salvaje.

Por ello, es urgente levantar, de nuevo, una voz por la dignidad de la persona humana que ponga el trabajo por encima del capital como principio moral y político incuestionable y aliente una lucha solidaria con todos los oprimidos de la tierra.