Jóvenes y Narco en Iberoamérica

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Impulsados por la ambición de extender su dominio en el mercado de la droga, sumado a otros delitos criminales como extorsión, secuestro y asesinatos por encargo, grupos del crimen organizado de Brasil, Colombia y México, principalmente, buscan ampliar sus contingentes en América Latina al reclutar con tentadoras ofertas monetarias, regalos e incluso por la fuerza, a niños menores de 15 años y a 22 millones de jóvenes que se mueven en la economía informal, que son una presa tentadora para el narcotráfico.

Un informe presentado en 2012 por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) refiere que el 61 por ciento de los estos jóvenes son de familias con escasos recursos, lo que asocia esta situación a condiciones de pobreza, y hace que sean los más codiciados para sumarse a las “escuelas del delito”.

Los grupos del narco enganchan a sus futuros reclutas es mediante regalos, dinero, encargos especiales a cambio del reconocimiento del grupo.

MÉXICO. En el caso de México, información de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y de la Policía Federal, da cuenta que cárteles como el de Sinaloa, El Golfo y Los Zetas, reclutan por la fuerza a jóvenes, a los que enrolan primero como “burreros” (trasladando la droga), mensajeros, llevando los estupefacientes al comprador para no comprometerlo, y si el aspirante a miembro del grupo es arriesgado, se le da un ascenso con mayor responsabilidad y por su puesto con mayor ganancia monetaria, sólo que de antemano se le advierte que una vez dentro del grupo sólo saldrá muerto.

COLOMBIA. En este país sudamericano, golpeado por una guerra civil que no termina, las ilícitas actividades de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), de las paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) y del Ejército de Liberación Nacional (ELN) han sufrido cambios con el paso del tiempo, y aunque los dos últimos grupos ya se desmovilizaron, tienen presencia igual que las FARC con grupos del narco, según refiere el periódico local El Tiempo.

La policía colombiana estima que en el país operan siete bandas a las que denomina Bacrim y que están distribuidas en 17 departamentos y 152 municipios, sin contar a las FARC.

Las grupos más importantes son el de Daniel Barrera, alias El Loco Barrera; el de Pedro Oliveiro Guerrelo, alias Cuchillo, líder del Ejército Revolucionario Popular Antiterrorista; el cártel de Daniel Rendon Herrera, alias Don Mario, que lidera a las autodefensas gaitanistas; el de Javier Antonio Calle Serna, alias Combatiente, quien heredó los negocios del fallecido narco Wilber Alirio Varela, alias Jabón, y el grupo de Diego Pérez Henao, alias Diego Rastrojo.

El gobierno colombiano señala que estos grupos echan mano de niños y jóvenes para realizar labores de entrega de mercancía o del cuidado de plantaciones de droga, además de realizar labores de “halcones” para alertar ante la presencia del ejército o la policía.

BRASIL. El denominado gigante sudamericano, con más de 194 millones de habitantes, de los cuales más de 27 millones tienen entre 18 y 25 años, destaca por tener 5. 3 millones de estos jóvenes, en su mayoría de los sectores más pobres y por ende más vulnerables a ser tentados por narcotraficantes.

Los principales centros de operación de los capos son las favelas, donde destacan los principales grupos como el Comando Vermelho, liderado por Fernandinho Beira Mar, y la banda Amigos dos Amigos, que controla una de las mayores favelas, la Rocinha, principal punto de distribución en Río de Janeiro.

Miembros de inteligencia de Brasil revelan que niños desde los siete años son integrados a las labores del narco, ya sea como “aviones”, los que llevan mensajes; los “enlaces”, los que llevan mercancía y regresan con dinero de la venta, o los denominados “ratones”, los que actúan como anzuelo para distraer a fuerzas del orden para permitir el escape del líder de la banda, según indica el periódico O Globo.

La policía brasileña destaca en uno de sus informes del 2011, que dependiendo de los resultados del recluta, además de llevar dinero a su casa, podría hacerse acreedor a un regalo especial del líder del cártel: un revólver.

Autoridades policiales estiman que entre 5 mil y 6 mil niños de entre siete y 16 años trabajan para el narco, a los que en distintos operativos se les decomisaron armas Kalashnikov AK-47, Colt AR-15, ametralladoras calibre 762, subametralladoras UZI, granadas de mano, pistola automática Glock 9mm y Revólver Magnum 38.

“TRIÁNGULO DEL NORTE”. En lo que respecta a la zona denominada “Triángulo del norte”, que comprende Honduras, El Salvador y Guatemala, está bajo control de la Mara Salvatrucha, que a su vez trabaja, por su interés, con carteles mexicanos como Los Zetas y con grupos colombianos como el Comando Vermelho.

Informes de la DEA y de las policías de El Salvador y Honduras revelan que las distintas células de los Maras han reclutado menores de edad y jóvenes para extender su mercado de venta de droga, extorsiones y asesinatos por encargo.

A los reclutas, según destacó la policía salvadoreña, se les obliga a actuar para beneficio del grupo bajo amenazas de ser golpeado y hasta asesinado. Al que muestra lealtad se le premia con tatuajes distintivos del grupo y se le adiestra en la entrega de enervantes sin importar si invade territorio de otros grupos rivales.

fuente: Crónica.com.mex ( * Extracto)