Una niña refugiada de 14 años, Areej El Madhoun, que vive en el campamento de Jabalia, en el norte de la franja de Gaza, se ha alzado con el primer premio en la Competición de Inteligencia Mental-Aritmética que se celebró en Malasia.
Durante la última edición de esta competición internacional de matemáticas, que se celebra cada dos años y en la que se dan cita los mejores cerebros de todo el mundo, los niños de la Franja confirmaron su posición a la vanguardia de la creatividad y la innovación.
Entre los niños y niñas de la franja de Gaza ha aumentado la creatividad y el rendimiento con una fuerza extraordinaria, y eso a pesar de que las condiciones en las que viven son tremendamente duras: el bloqueo y los muchos conflictos que ha sufrido la población gazatí, el más reciente fue la ofensiva militar que duró ocho días en noviembre de 2012. Esta situación tiene una importante incidencia en el aumento de traumas psicológicos entre los menores.
Ejercitar ambos lados del cerebro
El programa de esta competición matemática, que está dirigida a estudiantes de entre 4 y 12 años, busca desarrollar la capacidad mental y el rendimiento de los niños mediante la adopción de una técnica llamada «Both-Hand Abacus Mental-Arithmetic”. Este método de enseñanza consiste en calcular usando simultáneamente los dedos de las dos manos, de este modo se estimulan el lado izquierdo y el derecho del cerebro. De este modo, los niños y niñas resuelven diversas cuestiones matemáticas con velocidad, precisión y habilidad.
Areej, que es estudiante de noveno grado, se impuso a los otros 2.500 participantes procedentes de diez países. La prueba consistió en resolver 182 complicadas preguntas matemáticas en un período de ocho minutos.
“Una victoria para Palestina”
«Ganar el primer premio es una victoria para Palestina. Me sentí muy orgullosa de llevar la bandera de mi país -Palestina-«, dijo Areej. «Cuando anunciaron mi nombre me sentí abrumada. Grité tan fuerte…».
La reciente ofensiva militar que ha sufrido la franja de Gaza hizo que su victoria fuese, según comentó Areej, especialmente conmovedora. «Pasé por momentos difíciles antes de la competición. El conflicto terminó apenas dos semanas antes de que comenzase la competición». Pero el miedo y la ansiedad del conflicto no han podido reducir su desbordante alegría por ganar el primer premio.
Además de Areej, otros cuatro jóvenes palestinos obtuvieron buenas puntuaciones en la competición internacional, demostrando una vez más que cuando se les da la oportunidad, los jóvenes de Palestina pueden demostrar su talento.