El 12 de mayo de 2008 murió Irena Sendler, la llamada madre de los niños del Holocausto. Una mujer que entregó su vida por lo más débiles. Le tocó vivir la ocupación nazi, la matanza de 6 millones de judíos.
Irena era polaca, militante de la red de movimientos Zegota, red que salvó a 2.500 niños judíos de una muerte segura y atroz, acción en la que Irena tuvo un arriesgado papel. Para ello se sirvieron de multiples formas. Sacaron a los niños del gueto de Varsovia dentros de ataúdes, en bolsas, en camiones,entre las ropas… creándoles identificaciones falsas. Entregándolos a familias, conventos, centros diversos y guardando, sus verdaderas identidades, en frascos que escondieron durante años, siempre con la esperanza de que estos datos les devolviera algún día a sus familias después de la guerra. Muchos no lograron reunirse porque sus padres o familiares fueron asesinados en los campos de exterminio.