Red de pornografía infantil en Pakistán con occidentales implicados

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280 niños fueron explotados sexualmente en cientos de vídeos, muchos de ellos vendidos a compradores occidentales.
La red no sólo explotaba a los menores, sino que luego extorsionaba a sus familias amenazándolas con la publicación de las imágenes.

“Sólo tenía nueve años cuando me secuestraron y me llevaron a una casa abandonada. Allí me torturaron brutalmente cuando me resistí”.

Este chico fue violado varias veces por varios hombres a punta de pistola. Seis meses más tarde, cuando se negó a realizar más actos sexuales, le mostraron el primer vídeo. “Fue horrible”, recuerda.

Son las dramáticas confesiones de una víctima de la mayor red de explotación sexual infantil jamás desarticulada en Pakistán. Han visto la luz tras la publicación en la prensa de un pavoroso informe de la Oficina de Protección de la infancia de Punjab.

Las autoridades han confiscado 400 vídeos pornográficos protagonizados por menores. Según el informe, la mayoría de las víctimas no llegaban a los 14 años de edad, y eran obligadas bajo fuertes amenazas a realizar actos sexuales ante las cámaras.

Por 45 céntimos de euro

Se cree que se han vendido miles de copias de los vídeos desde la aldea de Hussain Khanwala, en el distrito de Kasur, una ciudad de unos 300.000 habitantes en el noreste del país.

Los miembros de la banda habían establecido contacto a través de Skype con numerosos pedófilos de países occidentales, así como en páginas pornográficas de EEUU, Reino Unido y otros países europeos, que compraban los vídeos por 50 rupias pakistaníes, algo menos de 45 céntimos de euro.

Los miembros de la red no se contentaban sólo con explotar sexualmente a los menores, sino que llegaron a contactar con los padres, en su mayor parte aldeanos pobres, para amenazarles con la publicación de las imágenes. Avergonzados por la repercusión que podrían provocar esos vídeos entre sus vecinos, llegaron a vender sus pocos objetos personales para pagar la extorsión.

También hubo niños de familias de mejor posición económica, como una madre que tuvo que vender sus joyas para pagar las 600.000 rupias (unos 5.400 euros) que le exigían los chantajistas para borrar los vídeos. “Todo el mundo en este pueblo es una víctima. Nuestros niños son violados y chantajeados”, cuenta.

La policía sólo ha conseguido detener a seis miembros de la banda, pero según explican los familiares de las víctimas en el diario Daily Pakistan, la banda está conformada por un grupo de hasta 25 adultos y adolescentes liderados por dos hombres de unos 40 años.

Aseguran también que este grupo cuenta con la protección de poderosas personas de la Asamblea Provincial.

Algunos de los niños fueron abusados desde los 8-9 años, y así han ido soportando el abuso. Algunos incluso se unieron al grupo.

Cuando se conocieron los detalles del caso, más de 4.000 personas exigieron en las calles justicia para las víctimas y se enfrentaron a la Policía, con el resultado de 12 heridos. Muchos ciudadanos creen que es imposible ocultar una red de este tamaño sin una colaboración activa o pasiva de la policía. Se sospecha que la red pudo haber sobornado a las autoridades para operar impunemente.

Autor: Juan Bosco Martín Algarra ( * Extracto)