La visita del Papa a EEUU está cargada de encuentros con distintas realidades de inmigración, marginación, explotación y/o exclusión. Una de las realidades más vivas y sufrientes en EEUU son los inmigrantes en EEUU.
Familias separadas de sus hijos y de sus padres.
Niños detenidos en las fronteras durante días.
El papa Francisco pidió el miércoles a los obispos de Estados Unidos que reciban de forma calurosa a quienes han llegado al país, especialmente a los migrantes latinos (que son la mayoría).
Durante un discurso en la catedral de San Mateo en Washington, el pontífice presentó un discurso a favor de los inmigrantes ante la comunidad de obispos estadounidenses que se congregó a escuchar al líder de la iglesia católica.
Francisco abordó otros temas durante el discurso, entre ellos el de los abusos sexuales por parte de sacerdotes. También recomendó que los pastores se acerquen más a sus comunidades para promover el crecimiento espiritual, antes de regresar al tema de la inmigración.
“Mi segunda recomendación tiene que ver con los inmigrantes. Les pido que me perdonen si en alguna manera estoy abogando por mí mismo”, declaró. “La iglesia de Estados Unidos conoce mejor que muchas otras las esperanzas que existen en los corazones de estos peregrinos. Desde el principio, han aprendido sus lenguajes, promovido sus causas, hecho propias sus contribuciones, defendido sus derechos, les han ayudado a prosperar, y han mantenido viva la flama de su fe. Incluso hoy, ninguna institución estadounidense hace más por los inmigrantes que sus comunidades cristianas”.
Mostramos este gráfico de AFP: se estima que 11,3 millones de inmigrantes “sin papeles” vivían en EEUU en 2013.
