El poder de los sin poder. Campaña de promoción de la lectura social.

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 ¿… Y si dejamos de guiarnos por las políticas partidistas y construimos una nueva política?

«Una palabra verdadera, incluso pronunciada por un solo hombre, es más poderosa, en ciertas circunstancias, que todo un ejército. La palabra ilumina, despierta, libera. La palabra tiene también un poder»

Vaclav Havel fue una de las personas más destacadas, junto con un grupo de amigos preocupados por la política de su  país, que luchó contra el totalitarismo del comunismo. Fue uno  de los principales artífices de la democratización de Checoslovaquia, el último presidente de Checoslovaquia y el primer presidente de la República Checa.

Este libro debiera ser de lectura obligada  para todas las personas que pensamos que es el momento de poner en marcha una nueva forma de hacer política.

«El mundo será autogestionario o no será» decía el sociólogo George Gurvitch. Es el momento de formarnos para poder hacer frente a una política con «tintes» cada vez más totalitaria, al servicio del poder, el cual se encuentra concentrado  en «muy pocas manos».

El totalitarismo es  un régimen en el que los «poderosos seducen a través de múltiples recursos (medios de comunicación, subvenciones, educación, redes sociales…) a los ciudadanos, invadiendo totalmente todos los aspectos de la vida, hasta el punto de que éstos hacen voluntariamente suyos los puntos de vista de aquellos».

A través de la propaganda y una serie de «beneficios sociales» ha sido capaz de construir un amplio consenso en el pueblo consiguiendo un apoyo tan inconsciente como incondicional (totalitarismo).

En el «poder de los sin poder» se pone de manifiesto LA VERDAD, como el arma más poderosa y eficaz para combatir el totalitarismo y su funcional sarta de mentiras e engañifas. Vaclav Havel dirá: «una palabra verdadera, incluso pronunciada por un solo hombre, es más poderosa, en ciertas circunstancias, que todo un ejército. La palabra ilumina, despierta, libera. La palabra tiene también un poder».

Es una reflexión sobre la necesidad del hombre y la mujer de vivir en la verdad, de seguir la llamada de su conciencia y alzar su voz contra la mentira.  En definitiva, de la creación de una revolución cultural y de conciencia cuyo fruto se plasmará en estructuras paralelas, realizadas desde abajo y que tengan como fin el bien común y una base moral verdadera.

Según Havel las principales herramientas de que dispone todo sistema totalitario para el control de la sociedad, son la ideología ( convertida en dogmas políticos y consignas), la manipulación y todo un entramado jurídico que es pura apariencia.

    “Nuestro sistema, dice Havel, dispone de una ideología mucho más concisa, lógicamente estructurada, generalmente comprensible y, por su esencia, muy elástica, que por su globalidad y su exclusivismo adquiere casi la importancia de una religión secularizada…

Denunciando toda esta manipulación y entramado surge la Carta 77. Nace en el trasfondo de la solidaridad y amistad de las personas que comparten los desvelos por el destino de unos ideales a los que unieron sus vidas y trabajos. Siguiendo el estilo de Václav Havel, fue un movimiento en el que se «hacía política sin hacer política», esto quiere decir que sus miembros no se guiaban por políticas partidistas, porque estaban hartos de que la sociedad checoslovaca funcionaba según el dictado único de Partido Comunista. (o en la actualidad, podemos decir, por los partidos políticos representados en el parlamento, al dictado de los intereses particulares y del poder  y no del Bien Común).

En la construcción de una nueva política, Havel sugiere la creación de realidades germinales paralelas, basadas en la fuerza moral y ética, además del protagonismo de la sociedad.

La «vida en la verdad» es el punto fundamental de partida existencial (y potencialmente político) de todas las «iniciativas civiles independientes» y de todos los movimientos «disidentes» o de «oposición», que son objeto de estas reflexiones.

La frontera más allá de la cual «la vida en la verdad» deja de ser «sólo» negación de la «vida en el mentira» y comienza en cierto modo a articularse creativamente, es el punto en que comienza a brotar algo que se podría llamar «vida independiente espiritual, social y política de la sociedad…El primer dato cierto, pues, es que la aspiración de partida, la más importante, que establece a priori la esfera de sus intentos, es simplemente la de realizar y sostener la «vida independiente de la sociedad» como expresión articulada de la «vida en la verdad», por tanto la aspiración de servir a la verdad como coherencia y decisión —«articuladamente»— y de organizar este servicio.

Se puede decir que las «estructuras paralelas» representan la manifestación más articulada de «vida en la verdad» y que sostenerlas y desarrollarlas es uno de los compromisos importantes que los «movimientos disidentes» tienen hoy ante sí. He aquí una nueva confirmación de que el espacio más peculiar y el punto de partida de todos los intentos de la sociedad de resistir a la presión del sistema es el ámbito «prepolítico».

¡FORMEMOS NUESTRA CONCIENCIA PARA CONSTRUIR UNA  NUEVA POLÍTICA POR EL BIEN COMÚN!