Actualmente hay 80 millones de personas en el mundo que se ven obligadas a abandonar sus casas y su tierra por la violencia y las persecuciones, o que han tenido que buscar asilo en su propio país.
Se trata del número más elevado de los últimos 10 años. Es lo que surge del Global Trends 2020 del UNHCR (en español, ACNUR), la agencia de las Naciones Unidas que se ocupa de los refugiados y que resalta el cambio radical que se registra en los movimientos forzados de personas. El 1% de la humanidad (79,5 millones), confirma el ente de la ONU, vive como evacuado; un número que duplica el del 2010, cuando el dato global fue de 41 millones, poco más de la mitad.
Cabe destacar que el dramático dato sobre el número de desplazados en el mundo no toma en cuenta la situación de crisis desatada este año por la pandemia del nuevo coronavirus y que, en un futuro próximo, podría causar ulteriores éxodos internos y hacia el exterior. Según el reporte, a fines del 2019, una de cada 97 personas del mundo vivía en condiciones de desarraigo o desplazamiento.
Cabe recordar los casi 10 años de conflicto sirio, las persecuciones contra las minorías en Sudán del Sur y en Myanmar, las personas que tratan de huir de la Venezuela de Maduro
Guerras, persecuciones, carestías, enfermedades y violaciones de los derechos humanos son elementos que favorecen los intentos de fuga. Entre tantos, cabe recordar los casi 10 años de conflicto sirio, las persecuciones contra las minorías en Sudán del Sur y en Myanmar, las personas que tratan de huir de la Venezuela de Maduro. Y además, las alteraciones producidas por los cambios de clima en Sahel, la guerra en Yemen, las epidemias derivadas de ello, los conflictos en Libia y Afganistán. 
Más de dos tercios de las personas que huyen, que equivalen al 68% aproximadamente, proviene de solo cinco países: Siria (6,6 millones), Venezuela (3,7 millones), Afganistán (2,7 millones), Sudán del Sur (2,2 millones) y Myanmar (1,1 millones). En la mayoría de los casos, los que garantizan la acogida son los países más pobres, que reciben hasta el 85% de los refugiados en el mundo. En primera línea figura Turquía, que en su territorio alberga a 3,6 millones, provenientes fundamentalmente de Siria. Le sigue Colombia (1,8 millones de refugiados), adonde se ha volcado la mayoría de los desplazados de Venezuela; luego vienen Alemania (1,5 millones) y Pakistán (1,4 millones).
El Alto Comisario de la ONU en materia de refugiados, Filippo Grandi, subraya que “el uno por ciento de la población mundial no puede regresar a su casa por conflictos en curso, por las persecuciones, los abusos y otras formas de violencia”. Estamos frente a una tendencia “en acto desde el 2012”, en la cual “ las cifras aumentan de forma constante respecto al año anterior”. Además, los desplazamiento “forzados” son cada vez “más difusos” y “ya no son un fenómeno provisorio, de corta duración”.
El experto de las Naciones Unidas recuerda que hace solo 10 años, el número de desplazados giraba en torno a los 40 millones”, por tanto el número “se ha duplicado” y no se vislumbran perspectivas que muestren que la tendencia se vaya a invertir.
Desde el año pasado se han registrado 11 millones de refugiados más, sobre todos en zonas de guerra como Siria, donde en este momento el número de personas desplazadas y evacuadas suma 13,2 millones, que equivalen a un sexto del total.