Crece la persecución religiosa en el mundo. China a la cabeza.

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En el mundo crece la persecución hacia las religiones y sobre todo, la que proviene de los gobiernos y se vale de distintas restricciones. De los 198 gobiernos examinados, China figura en el primer puesto, seguida de Irán, Malasia, Tayikistán y otras 21 naciones asiáticas. 

Los resultados surgen de un estudio publicado el 10 de noviembre por el Pew Research Center. A través de 20 indicadores, a cada país se le atribuye un puntaje que se refiere a las restricciones que impone el gobierno, aquellas que dicta la sociedad, y así se obtiene un puntaje promedio.

Según el instituto de investigación, en 2018 los niveles de opresión que los gobiernos han aplicado sobre las religiones – mediante leyes, política y acciones que detienen o impiden el credo o la práctica del culto – llegó a su máximo nivel desde el 2007, año en que el Pew Research Center comenzó a estudiar estas dimensiones. De acuerdo con la investigación, dicho aumento se debe a que las autoridades recurren cada vez más a la fuerza – arrestos, abusos físicos, destrucción de la propiedad, desalojo y expulsión – para frenar y controlar a los grupos religiosos.

Este año se destacan 56 países cuyo índice de restricción gubernamental es “alto” o “muy alto”; la mayor parte se encuentra en la región del Asia-Pacífico (25) y 18 en el Oriente Medio y en el norte de África.

“Algunos países de la región de Asia y el Pacífico – dice en el estudio – muestran un índice altísimo de restricciones gubernamentales, jamás visto antes. En este grupo figura China, que en este índice puntual detenta el puntaje más alto entre los 198 países y territorios considerados en el estudio. Desde que existen estos estudios, China siempre ha encabezado la lista de los países más opresivos, y en 2018 alcanzó un nuevo pico en la puntuación (9,3 sobre 10)”.

Una de las causas que han determinado este triste primado, y que el estudio menciona, es la represión contra la Falun Gong, los grupos cristianos, las detenciones y torturas, los allanamientos en los lugares de culto y el arresto de cuando menos 800.000 uigures en Xinjiang (aunque muchas fuentes aseveran que son más de un millón).

No faltan las menciones sobre el Tayikistán, que controla la educación religiosa en el país y persigue a los Testigos de Jehová; la India, por sus leyes contra la conversión religiosa y la situación en Jammu-Cachemira; Tailandia, que en el 2018 expulsó a muchos migrantes sin que no contaban con el permiso de permanencia (entre ellos, a cristianos y ahmadíes del Pakistán, a los montagnard del Vietnam, etc.)

Otro dato interesante es que las restricciones religiosas a nivel social – perpetradas por individuos, grupos y organizaciones de la sociedad civil – han disminuido levemente en comparación con el año anterior.

Por último, el estudio trata de analizar si existe una relación entre la forma de gobierno y las restricciones religiosas. El análisis muestra que, salvo excepciones, el 65% de los gobiernos que aplican más restricciones es de carácter “autoritario”. En cuanto a los países con menores restricciones, solo el 7% entra en la definición de “autoritario”. En la clasificación, tres países con elevadas restricciones pertenecen al grupo de “democracias imperfectas”: Malasia, Indonesia y Singapur.

Al mismo tiempo, hay países autoritarios que presentan un alto nivel de hostilidad social. De estos 43 países, solo el 21% tiene formas de gobierno de carácter autoritario; 13 son “democracias imperfectas” y 5 son “democracias plenas”. Estas últimas se encuentran en Europa y son Dinamarca, Alemania, Holanda, Suiza y Gran Bretaña. En estos casos, el puntaje se debe a los numerosos incidentes antisemitas y contra los musulmanes.

Washington (AsiaNews) –