En septiembre de 1995, el colectivo autogestión, publicaba el manifiesto: «Por una defensa honrada de los derechos humanos: sí a la vida.»

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En toda campaña electoral la demagogia cabalga oscureciendo y pisoteando la conciencia de millones de españoles. Ha sido el gobierno de Aznar quien ha aprobado soterradamente la píldora abortiva RU-486, incluso antes que en EEUU, y ganadas las elecciones (muchos siguen creyendo que el PP no acepta el aborto y por eso le votaron), ha colocado a Celia Villalobos, que siempre ha manifestado estar de acuerdo con el aborto, como ministra de Sanidad. Hasta revistas cristianas pidieron el voto para el P.P. El gobierno de Aznar ha legitimado la política abortista del PSOE.

POR UNA DEFENSA HONRADA DE LOS DERECHOS HUMANOS: SI A LA VIDA. Ante el clima generado por los actuales acontecimientos sociopolíticos y sostenido por los medios de comunicación al servicio de una cultura de muerte.

1. Manifestamos nuestra firme opinión al aborto por razones morales y nos oponernos, asimismo, a todo atentado a la vida desde un planteamiento global y no sectario: guerra del hambre, robo al Tercer Mundo, armamentismo, analfabetismo, tortura, pena de muerte, destrucción del entorno, etc., es decir, a toda explotación del hombre sobre el hombre y a todo tipo de violencia individual, colectiva, o estructural.

2. Denunciamos los argumentos sociopolíticos, económicos y jurídicos que, en el marco de una cultura de muerte pueden sintetizarse en el grito «ni los pueblos deben hacer revoluciones ni las mujeres deben parir» . Regímenes totalitarios (Hitler, Stalin … ) democracias formales (Giscard d`Estaing, Kohl … ) instituciones financieras (Banco Mundial, Fundación Rockefeller …) en diversas épocas se han hecho eco de este grito para su legitimación.

3. Denunciamos el consenso entre partidos de izquierda, centro y derecha por su aceptación plena de los fundamentos del Sistema Económico actual: – El PSOE e IU abogan directamente por el voto proabortista. – Asimismo el PP, CIU y PNV desde su ambigüedad e instrumentalizando partidista y sectariamente en sus planteamientos públicos y parlamentarios «el sí a la vida» cuando electoralmente conviene, defienden realmente una política proabortista. No existen pues enfrentamientos de fondo entre la derecha y la izquierda oficial. Ambos apoyan, con hechos, el no a la vida.

4. Denunciamos a los organismos y conferencias internacionales que, como la de Pekín, declarando cínicamente la defensa de los derechos humanos, el derecho a la vida y los derechos del niño, pretenden ser el encubrimiento del mayor genocidio de la historia: exterminio de pueblos enteros por hambre, esterilización masiva, práctica de mas de 100 millones de abortos al año, inhibición real en las más de 150 guerras que se han sostenido en el Sur desde 1945 para que el imperialismo transnacional afirmara su poder. Y todo ello previamente planificado.

5. Denunciamos la falsa apología que supone identificar la liberación de la mujer, el «progreso» y la democracia con el no a la vida y que convierte el derecho a nacer de los más pobres en un negocio regido por el consenso social, de carácter convencional. De otra manera, ¿cómo es posible que el llamado «nasciturus», pasado un minuto del plazo previsto – diferente además en cada país- ya no sea material biológico desechable? ¿Cómo es posible que, matándolo nacido, sea un crimen y, matándolo antes de nacer sea un aborto?

6. Denunciamos el derecho de la mujer a usar de su «cuerpo» libremente como el derecho de propiedad más absoluto y criminal concebible. No hay en nuestros días una posición más reaccionaria y conservadora que la que defiende el derecho de una persona sobre la vida del hijo no nacido.

Por fidelidad a la historia…

1. – Optamos: por la vida y defendemos los valores de las luchas emancipadoras de los pobres de los siglos XIX y XX: Justicia, Autogestión, Promoción, Solidaridad de la mujer y del hombre en toda su integridad.

2. – Luchamos contra toda explotación del hombre sobre el hombre, del imperialismo sobre los pueblos.

3. – Defendemos que la propiedad no es para nadie un derecho absoluto.

4. – Nos comprometemos en defensa de los mas débiles y por una cultura de solidaridad universal frente a los individualismos y nacionalismos imperantes.

Por fidelidad a la historia luchamos por un cambio profundo de estructuras y por un cambio revolucionario de la conciencia y del corazón del hombre. Por una defensa honrada de los derechos humanos proclamamos ¡Sí a la Vida, a toda Vida!

Firma: Solidaridad Autogestionaria.