Cáritas denuncia la situación insostenible para muchas familias, que ya habían sido golpeadas por la crisis financiera y el Covid-19.
INFLACIÓN DESBOCADA
Lejos de aflojar, la presión inflacionista sigue castigando a la economía y a los hogares españoles. El IPC se disparó 1,5 puntos en el mes de junio, cerrando en una tasa interanual del 10,2%, según el indicador adelantado del INE. (Cinco Días 29/06/2022)
Es la inflación más alta en 37 años, desde 1985, superando tanto el dato del 8,7% registrado en mayo como el anterior máximo de marzo, un 9,8%. Gasolinas y productos de alimentación fueron los responsables de la subida de los precios, indica el INE que, al tratarse de una primera estimación, no da cuenta de la composición de la subida de los precios. La inflación, en todo caso, sigue filtrándose al conjunto de la economía.
Así, la inflación subyacente, que no tiene en cuenta los productos más volátiles, como combustibles o alimentos, está ya en una tasa interanual del 5,5%, tras subir seis décimas este mes. Es máximo desde 1993.
El INE destaca también el efecto de los precios de la hostelería. Este mes ha entrado en vigor el mecanismo que limita el impacto de los precios del gas en la tarifa regulada de la luz (la única que computa a efectos del IPC), y de hecho el INE no cita este apartado entre los factores que han impulsado al alza la inflación, como sucediera tanto en la segunda mitad de 2021 como en el arranque de este 2022. De hecho, el precio en el mercado mayorista arrancó el mes por encima de 200 euros y lo termina en el entorno de los 130, frente a una media de mayo de 187 euros.
INFORME DE CÁRITAS (Cáritas 29/06/2022)
Para una familia de 2 adultos y 2 hijos que estén ingresando 800 euros mensuales, una subida del IPC del 10’2% como la anunciada este miércoles supone «un aumento del gasto de 81,6 euros al mes, lo que significa agravar los problemas para cubrir los gastos esenciales de alquiler, de pago de electricidad, de gas y de llenar la nevera», ha denunciado Cáritas en la presentación de su memoria anual, esta mañana en Madrid.
«Se trata de una situación inasumible para muchos hogares», ha señalado la secretaria general, Natalia Peiró.«El dato de inflación de mayo 2022 vuelve a ser un jarro de agua fría para las previsiones económicas y sociales de España. Para las personas y familias más vulnerables ya no se trata sólo de un contratiempo, sino de una situación de desborde que requiere de una respuesta valiente a la altura de las necesidades sociales», ha denunciado.
Una situación que, de acuerdo a los datos presentados, se agrava en los casos en que se suma la pérdida de empleo. «Según el informe Foessa, la falta de empleo es la principal causa de exclusión social en una sociedad en la que la principal fuente de ingresos son las rentas del trabajo», ha explicado Raúl Flores, coordinador de estudios de Cáritas.
En ese sentido, Flores ha vinculado los datos presentados por la institución con los que también ha ofrecido este miércoles el Instituto Nacional de Estadística (INE) en la Encuesta de Condiciones de Vida. Según el coordinador de Estudios, que el INE sitúe al 27,8% de la población residente en España dentro del umbral de riesgo de pobreza, «certifica y viene hacer oficial los datos que el informe Foessa ya adelantaba a principios de año».
En este contexto, a pesar de la mejora de la crisis sanitaria y la reapertura progresiva de la economía a lo largo de 2021, un total de 1.287.382 personas acudieron a los programas de Acogida y Asistencia de Cáritas. Una cifra ligeramente inferior a 2020 cuando la pandemia y el confinamiento dispararon los casos más problemáticos, pero un 20% superior a la registrada en 2019.
La mayor parte de estas peticiones iban dirigidas para bienes y servicios de primera necesidad. Según Flores, el «80% estaban relacionadas con el pago de suministros, alquileres y necesidades básicas». En total, los programas de Acogida y Asistencia recibieron 94,9 millones de euros, el segundo mayor aporte, justo por detrás de los 98,7 millones de inversión en los los itinerarios de inserción sociolaboral y las empresas de inserción. Ambos proyectos suponen prácticamente la mitad del total (un 48,1%) de los recursos invertidos por la institución el pasado año.
En total, Cáritas invirtió en 2021 la cifra récord de 403 millones de euros, 16,4 millones de euros más que el año anterior. Una cantidad que proviene en un 69% de fondos privados como donaciones, aportaciones de empresas y particulares y legados. Un 31% son aportaciones públicas, la mayor parte de las administraciones autonómicas y locales. Según la secretaria general, en la distribución de estos fondos se ha aplicado una «máxima austeridad» y solo el 6,2% se ha destinado a gastos de gestión. «Llevamos 20 años en este porcentaje de gastos de gestión», ha subrayado Peiró.