SOLUCIONES AL SIDA

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Ante la pregunta sobre las posibles soluciones al Sida, Riccardo Cascioli experto en población y desarrollo. Presidente del centro italiano Cespas (Centro Europeo de Estudios, Ambiente, Población y Desarrollo), contesta a la agencia Zenit lo siguiente:

Por su interés reproducimos este artículo publicado el 2004-12-16 en solidaridad.net






Agencia Zenit, 13 de diciembre de 2004)

Zenit :El sida, tras la malaria, es una de las mayores causas de muerte en África. Ustedes han publicado un dossier sobre este tema. ¿Qué soluciones que ustedes proponen?

–Cascioli: Partimos de la constatación de que las políticas hasta ahora realizadas por las agencias internacionales, sobre todo en los países en vías de desarrollo, han fracasado. Se ha dado una prevención basada sólo en difundir preservativos, a los que se considera de manera inexacta capaces de proporcionar «sexo seguro».

Las investigaciones y la experiencia demuestran que los preservativos reducen la posibilidad de contagio, en aproximadamente un 85%, pero no lo eliminan. Más bien, la sensación de seguridad que proporcionan lleva a que se multipliquen las conductas de riesgo, responsables de la epidemia, anulando así los posibles beneficios. La prueba es que los países africanos con más alta difusión de profilácticos, son aquellos con más alto índice de infecciones a causa del VIH.

Un razonamiento similar puede hacerse respecto al tratamiento: reducir el problema en los países en vías de desarrollo a la disponibilidad de fármacos baratos es algo desviado. Son absolutamente necesarios, pero es fundamental la presencia en el territorio de personal capaz de distribuir estos fármacos, y sobre todo educar a la gente. Porque, incluso en este caso, hay que tener claro que el sida es una enfermedad de la pobreza, y es ilusorio pensar en detenerla invirtiendo sólo en remedios.

La lucha contra el sida hay que afrontarla, en cambio, desde políticas de desarrollo global, cuyo punto de apoyo debe ser la educación. Lo demuestra la realidad: los únicos ejemplos positivos de lucha contra el sida están en los lugares en los que se ha apostado por educar individuos responsables y respetuosos de la persona y, por tanto, por la abstinencia y la fidelidad al otro miembro de la pareja.

En Uganda, por ejemplo, único país en el que la tendencia nacional se ha invertido, los índices de infección por VIH, entre 1991 y 2000, bajaron del 20% al 6%. Hay otros ejemplos positivos en Senegal, Jamaica y República Dominicana, pero todos han sido causados por el «cambio de costumbres», para reducir las personas con las que se practican relaciones sexuales, y la elevación de la edad en que se tiene la primera relación sexual.

No sorprende por tanto que la Administración Bush, por ejemplo, en la lucha contra el sida, cuente con las organizaciones religiosas, porque han demostrado ser los más eficaces agentes de educación, sobre todo gracias a su presencia entre la gente, compartiendo desde hace décadas su situación y, por tanto, más dignas de confianza.

Hablo de organizaciones católicas pero no sólo, aunque las entidades sanitarias de la Iglesia Católica se hacen cargo casi del 30% de la asistencia a los enfermos de sida.