El I premio a los Derechos Humanos «Rey de España» recae en la «Pastoral da criança» de la Conferencia Nacional de los obispos de Brasil

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La médica pediatra y sanitaria Zilda Arn Neumann es la impulsora de esta pastoral ideada en 1982 por su hermano, el cardenal Paulo Evaristo Arns, según recoge la web de la «Pastoral da criança». En 1983, la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil confió a la doctora Arns Neumann y a monseñor Geraldo Majella Agnelo, entonces arzobispo de Londrina, Paraná, la tarea de creación y desarrollo de la Pastoral del Niño.

Solidaridad.net
Publicado el 24/01/2005

La doctora Zilda Arns Neumann recogió de manos de sus majestades los Reyes en la Universidad de Alcalá, el I Premio a los Derechos Humanos Rey de España, que ha recaído en la «Pastoral da criança» de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil.

El galardón ha sido otorgado a esta Pastoral «por su dedicación a la mejora de las condiciones de vida de los niños brasileños», según informó hoy la Universidad de Acalá.

La médica pediatra y sanitaria Zilda Arn Neumann, es la impulsora de esta pastoral ideada en 1982 por su hermano, el cardenal Paulo Evaristo Arns, según recoge la web de la «Pastoral da criança».

En 1983, la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil confió a la doctora Arns Neumann y a monseñor Geraldo Majella Agnelo, entonces arzobispo de Londrina, Paraná, la tarea de creación y desarrollo de la Pastoral del Niño.

La Pastoral del Niño «trabaja en el área de salud, nutrición y educación del niño, desde el vientre materno hasta los seis años de vida, y de prevención de la violencia en el ambiente familiar, envolviendo necesariamente a las familias y comunidades».

El Premio de Derechos Humanos Rey de España ha sido instituido por la Cátedra Democracia y Derechos Humanos de la Universidad de Alcalá y el Defensor del Pueblo.

LA PASTORAL DEL NIÑO («PASTORAL DA CRIANÇA»)

La Pastoral del Niño es señalada como una de las más importantes organizaciones de todo el mundo que trabaja en el área de salud, nutrición y educación del niño, desde el vientre materno hasta los seis años de vida, y de prevención de la violencia en el ambiente familiar, envolviendo necesariamente a las familias y comunidades.

Esta historia comienza en 1982, en una reunión de la ONU en Ginebra, cuando el Cardenal Don Paulo Evaristo Arns, entonces Arzobispo de São Paulo, Brasil, y Mr. James Grant, Director ejecutivo del UNICEF en la época. Éste lo convenció de que la iglesia podría ayudar a salvar miles de vidas de niños, que morían de enfermedades de fácil prevención, como por ejemplo la deshidratación causada por la diarrea. El suero oral era considerado uno de los mayores avances de la medicina en la época. De vuelta en Brasil, Don Paulo entró en contacto con su hermana, la médica pediatra y sanitarista Dra. Zilda Arns Neumann, para pedirle que pensara de qué manera se podría concretizar esta idea.

Al año siguiente, la CNBB – Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil – confiaba la tarea de creación y desarrollo de la Pastoral del Niño a la Dra. Zilda Arns Neumann y a Monseñor Geraldo Majella Agnelo, entonces Arzobispo de Londrina, Paraná, y hoy Arzobispo Primado de Salvador, Bahia.

En setiembre de 1983, la Pastoral del Niño, empezaba sus actividades en el municipio de Florestópolis, en el Estado de Paraná, Sur de Brasil, desarrollando una metodolgía propia que une la fe con la vida y tiene como centro al niño en su contexto familiar y comunitario. Es una metodología que forma redes de solidaridad humana para multiplicar conocimientos, el saber y la fraternidad. Al fortalecer la red de voluntarios que promueve el autodesarrollo de los pobres, la Pastoral trata de favorecer la propia liberación de las familias, ser los protagonistas en la solución de problemas y la capacidad de discutir alternativas de forma armoniosa y pacífica.

La «Pastoral del Niño», organización que cuenta con el trabajo de aproximadamente 154 mil personas de la propia comunidad, y presta asistencia a más de un millón de familias de un millón y medio de niños necesitados. Es un trabajo que se realiza en 32.743 comunidades organizadas en bolsones de pobreza y miseria del campo y de la ciudad, en 3.555 municipios de todos los estados brasileños. Desde hace 21 años actuando en Brasil a favor del niño y de la familia, la «Pastoral del Niño» viene de forma exitosa, adaptando y expandiendo su experiencia en el propio país y en otros países de África e Iberoamérica.

Al valorizar el protagonismo de cada uno, colaboradores y familiares, en la transformación de su propia realidad y en la garantía de la calidad de vida para los niños de las comunidades en que viven con sus familias, la Pastoral rompe el ciclo de exclusión que hace millones de brasileños pasivos en su historia.

Las acciones básicas de salud, nutrición, ciudadanía y educación comunitarias, desarrolladas por la Pastoral del Niño, generan y fortalecen la paz, porque, en su contexto estimulan los cuidados de las madres con los niños, de los padres con la familia, de la comunidad con sus bebés y niños, además de incentivar en todos el compromiso con sus derechos y deberes, con la transformación de la realidad. La red de solidaridad humana que se forma con objetivos definidos y práctica de acciones concretas, fortalece el respeto entre las personas, la convivencia con lo diferente, la partición de sueños e ideales y por consiguiente la paz.

Además de prevenir la violencia contra el niño en el ambiente familiar y comunitario, la Pastoral del Niño alcanzó otros resultados concretos, año a año, como a reducción de la mortalidad infantil a menos de 13 defunciones por cada mil nacidos vivos en las comunidades acompañadas, en el año 2001. Mientras tanto de acuerdo a las estadísticas de UNICEF para el año 1999, la media nacional fue de 34,6 muertes por mil nacidos vivos en todo Brasil.

La desnutrición entre los niños de la Pastoral también fue reducida significativamente. Entre los más de 1,6 millón de niños de menos de 6 años acompañados, apenas el 6,4% se encuentran desnutridos. Esto quiere decir que gracias al trabajo solidario de más de 153 mil personas, – militantes comunitarios y miembros de equipos de coordinación y apoyo -, cada año, miles de niños son salvados de la muerte en Brasil y otros miles son recuperados del hambre.

DECLARACIÓN DE LA DRA. ZILDA ARNS NEUMANN, FUNDADORA Y COORDINADORA NACIONAL DE LA PASTORAL DEL NIÑO

«Para que haya paz en las familias, en las comunidades, en el mundo, es necesario una fuerte inversión en proyectos de promoción humana, salud, educación, seguridad alimenticia, inversiones en el campo, saneamiento ambiental, combate al desempleo.

Es urgente revisar la enorme sangría que la deuda externa provoca en los países del tercer mundo. Es un verdadero terror que asola, silenciosamente, millones de niños y familias enteras, víctimas de desigualdad social entre las naciones y entre las clases en los diferentes países. Sería mucho mejor y más económico que la deuda externa fuese empleada en proyectos sociales para promover la inclusión social. La exclusión y la desigualdad de oportunidades generan la violencia, el tráfico de drogas, las guerras.

El mundo nunca vivirá en paz mientras haya hambre y exclusión social, mientras cultivemos una cultura que estimula la violencia, la intolerancia, el odio, la competición, la idea de una raza o una nación superior a las otras. Es necesario que todos tomen conciencia de que la educación para la paz exige inversión y da retorno mucho mayor que las guerras, que destruyen y hacen surgir el odio.

El niño es la semilla de paz o de violencia, el futuro, dependiendo de la forma como es cuidada y estimulada. Por lo tanto, su contexto familiar y comunitario debe ser comprendido como la grande sementera para la construcción de un mundo más justo y fraterno, al servicio de la vida y de la esperanza. »

LA METODOLOGÍA

La metodología de la Pastoral del Niño parte de la idea de que la solución de los problemas sociales necesita de la solidaridad humana, organizada y animada en conjunto, con objetivos definidos y que el principal agente de transformación está en el propio protagonismo de las comunidades empobrecidas. En la Pastoral del Niño, más del 90% de los miembros son mujeres pobres, lo que refuerza la importancia de su envolvimiento en el cambio social. Al transformar sus propias familias y comunidades, ellas realizan una verdadera revolución rescatando valores y prácticas de valorización de la vida.

Uniendo la fe y el compromiso social, la Pastoral del Niño organiza a las comunidades alrededor de un trabajo de promoción humana de combate a la mortalidad infantil, al hambre, a la violencia doméstica y a la marginalidad social. Además de eso, ayuda eficazmente en la educación para promover la paz y la mejoría de la calidad de vida de más de un millón de familias acompañadas todos los meses. El trabajo esencial es la organización de la comunidad y la capacitación de los militantes que viven allí y asumen la tarea de orientar y acompañar a las familias vecinas, para que ellas sean los artífices de su propia transformación personal y social.

La experiencia de estos 19 años de trabajo demuestra que la garantía de la calidad de vida y de iguales oportunidades para todas las personas depende de la transformación de la trama social y de políticas públicas dirigidas a los más necesitados. Esta es una tarea que debe ser compartida entre el gobierno, empresarios y la sociedad civil, tomando como llave del suceso el protagonismo de los excluidos. Por eso, las asociaciones entre esos sectores son de fundamental importancia en la búsqueda de la realización de un trabajo eficaz, que realmente llegue a las familias y a las comunidades, envolviendo a los protagonistas, como actores directos de su propia transformación social.

ECUMENISMO

La Pastoral, que es una organización de la Iglesia Católica, es además un organismo autónomo y hace, desde su primera experiencia en 1983, un trabajo ecuménico, acompañando a los niños y a sus familias, independiente de la raza, color, religión o ideología política. Entre los miembros y los equipos de coordinación y de capacitación de la Pastoral del Niño, muchos profesan otras religiones.

Esa maduración de las relaciones con lo diferente y con lo divergente es una fuerte base en la construcción de promover la paz en cada comunidad en que la Pastoral de Niño está organizada. Al convivir y trabajar con personas de diferentes credos y posiciones, voluntarios y miembros de las familias acompañadas descubren la riqueza de la diferencia, el valor de la suma de esfuerzos y especialmente la importancia de cada persona en la transformación social.

DONDE ACTÚA

La Pastoral del Niño está presente especialmente en la periferia de las grandes ciudades, en los bolsones de pobreza y miseria de los pequeños y medianos municipios brasileños, tanto en el medio urbano, rural como en áreas indígenas.

De acuerdo con el IPEA – Instituto de Investigación Económica Aplicada -, Brasil registró en los últimos años una reducción en los índices de pobreza e indigencia. No obstante al final de la década de 1990, el 33% de la población brasileña aún figura entre los pobres, y en el umbral de nuevo milenio, 22 millones de personas – o sea 13% de la población – aún eran consideradas indigentes.

Una de las causas que pueden ser indicadas para esa situación es la enorme desigualdad en la distribución de la renta en el país. En 1999, 10% de los brasileños más ricos tenían 50% del total de la renta de las familias brasileñas, mientras los 50% más pobres dividían apenas 10% de la renta. Desempleo, falta de vivienda y seguridad alimenticia, migraciones forzadas son algunos de los efectos de esa desigualdad y las primeras víctimas, muchas veces, son las mujeres y los niños. Es por eso que las acciones de la Pastoral del Niño están dirigidas principalmente para las comunidades y familias necesitadas, donde se registra el mayor problema de mortalidad infantil, que cada año produce más de 134 mil víctimas menores de 5 años de edad (UNICEF-SMI/2001, referente al año 1999)

ACCIONES BÁSICAS

La base de todo el trabajo de la Pastoral del Niño son la familia y la comunidad. La dinámica consiste en capacitar militantes comunitarios, que residen en la propia comunidad, para la movilización de las familias en los cuidados con los hijos. Esta metodología cuenta con tres grandes momentos de intercambio de informaciones que ayudan al fortalecimiento de la solidaridad:

Visitas domiciliarias mensuales, realizadas por los militantes a cada familia acompañada – cada mes más de un millón de visitas son realizadas por los militantes comunitarios;
Día del Peso, cuando cada comunidad se reúne para pesaje de sus niños; ese día se transforma en un momento de celebración de la vida – son más de 32 mil comunidades que se reúnen cada mes para pesar sus niños y aprender más sobre ellos;

Reuniones mensuales entre los militantes de una misma comunidad para reflexión y evaluación del trabajo realizado en el mes anterior y para reforzar la suma de esfuerzos para superar las dificultades.

En todas las comunidades atendidas, se pone en práctica un conjunto de acciones que van desde aquellas dirigidas a la supervivencia y desarrollo integral del niño, hasta la mejora de la calidad de vida de las familias necesitadas, tanto en el aspecto físico y material como en el espiritual. De esta manera, se procura crear igualdad de oportunidades, justicia y paz. Entre estas acciones se destacan:

  1. Apoyo integral a las gestantes
    Orientación y supervisión nutricional a las futuras madres, valorizando la vida a partir de la gestación, preparándolas para el amamantamiento y encaminándolas para las consultas del prenatal.
  2. Incentivo para el amamantamiento materno – la primera escuela del amor y de la paz.
    Acciones que garantizan al niño las condiciones físicas, psíquicas y emocionales para que se desarrolle en plenitud y darle a la madre mayor espacio de tiempo entre los partos.
  3. Vigilancia nutricional
    Control mensual del peso de cada niño acompañado y la orientación a los padres o responsables para los cuidados y acompañamiento del peso y del crecimiento del niño.
  4. Alimentación enriquecida
    Acciones concretas para el aprovechamiento de productos de gran valor nutritivo y de bajo costo, disponibles en las propias comunidades, además de evitar los desperdicios de gran parte de los alimentos, como hojas, cáscaras y semillas.
  5. Control de enfermedades diarreicas
    Dar a conocer las formas de prevenir la diarrea y las prácticas de rehidratación oral, principalmente a través del suero casero, con el uso de la cuchara-medida distribuida gratuitamente.
  6. Control de las enfermedades respiratorias
    Prevención de las enfermedades respiratorias, identificación de los casos de riesgos, especialmente de neumonías, para ser encaminados al Puesto Sanitario y acompañamiento domiciliar al niño en tratamiento.
  7. Remedios caseros
    Educación a las madres y demás familiares para la práctica de la medicina natural y casera, utilizadas tradicionalmente por las abuelas.
  8. Estimular la vacunación periódica de los niños y de las gestantes
    Incentivo a las familias para participar en las campañas de vacunación, con la finalidad de prevenir las enfermedades infectocontagiosas, que se pueden prevenir a través de las vacunas y organizar a la comunidad para facilitar el acceso a los puestos de vacunación de rutina.
  9. Educación básica
    Orientar a los padres y a toda la familia y a la comunidad para su papel fundamental en el desarrollo integral del niño, a partir de la gestación hasta los seis años de vida; enfocando principalmente el caminar, el hablar y el jugar. Juguetecas comunitarias son implementadas con espacio para jugar y promover valores culturales con atención, libertad y cariño necesarios para el desarrollo infantil.
  10. Prevención de los accidentes en el hogar
    Estímulo a las acciones dentro de las familias y de las comunidades que enseñan a identificar los peligros para el niño, ayudándoles a prevenir los accidentes en la infancia.
  11. Prevención de la violencia contra los niños en el ambiente familiar
    Acciones concretas hacer viables las soluciones contra la agresividad de forma no violenta y a desarrollar un ambiente de protección a los niños, creando en la familia una cultura de paz a través de la continuación de las acciones de la campaña: «La Paz Comienza en Casa».Las acciones de prevención de la violencia doméstica y educación para la Paz forman parte de las actividades de la Pastoral del Niño desde su fundación. En 1999, uniéndose a centenas de organizaciones de todo el mundo en la campaña «Una vida sin violencia es un derecho nuestro», promovida por la ONU, la Pastoral lanzó la campaña La Paz comienza en casa, que se divulgó por más de 32 mil comunidades acompañadas en todo el país. En ella hubo aún un mayor énfasis en las relaciones intrafamiliares y a la promoción de la autoestima de las personas. Los equipos de coordinación de la Pastoral vistaron intendentes, gobernadores, presidente de Brasil y otras autoridades políticas y sociales, llevando propuestas concretas para la construcción de una cultura de la Paz.Además una infinidad de manifestaciones públicas fueron articuladas en escuelas, asociaciones comunitarias y otras organizaciones. Más de 4,5 millones de folletos con los «10 Mandamientos para la Paz en la familia» fueron distribuidos en las comunidades acompañadas por la Pastoral del Niño y en otras, donde hubo alguna actividad preparada referente al tema.La red de solidaridad formada por más de 153 personas, levantaron el tema de la construcción de una cultura de Paz que necesita el país.
  12. Prevención de enfermedades sexualmente transmisibles
    Prevención de las DST – enfermedades sexualmente trasmisibles -, especialmente el SIDA, junto a las familias acompañadas por la Pastoral, con otras entidades de la sociedad civil, y difundir acciones de solidaridad a las personas portadoras de esas enfermedades.
  13. Salud bucal
    Orientación para las madres sobre las nociones y prácticas de prevención de caries en los bebés y el hábito de la higiene bucal.
  14. Catequesis desde el vientre materno hasta los seis años de edad
    Prácticas que ayudan al desarrollo espiritual como la valoración de la vida y el rescate de la dignidad humana en el seno del hogar y en la comunidad.

OTRAS ACCIONES IMPORTANTES COMPLEMENTARIAS

Como forma de dar sustentación a las familias y comunidades, la Pastoral del Niño, desarrolla otros proyectos importantes, considerados complementarios a sus acciones básicas y de refuerzo al trabajo comunitario, cuyo objetivo es la mejoría de la calidad de vida de las familias acompañadas.

  1. Alfabetización de jóvenes y adultos.
    Cuanto mayor es el grado de escolaridad de las madres, menores son los índices de mortalidad infantil. Por eso la Pastoral del Niño desarrolla desde hace 12 años el programa de alfabetización de jóvenes y adultos destinados especialmente a colaboradores comunitarios y familiares de las comunidades atendidas. Los cursos de alfabetización cuentan con una metodología inspirada en el uso de palabras generadoras que están insertas en el contexto de las acciones básicas de salud, educación y nutrición. Un promedio anual de más de 20 mil jóvenes y adultos son alfabetizados por la Pastoral del Niño.
  2. Programa de producción de renta.
    Los proyectos comunitarios de producción de renta, pretenden dar condiciones de supervivencia y apoyo a la mejoría de las condiciones de vida y salud a las familias necesitadas acompañadas por la Pastoral del Niño. Los recursos son pasados por la Pastoral después de un trabajo de capacitación para la actividad elegida por esas familias. Son proyectos de los más variados, tales como confecciones, panaderías, huertas, cría de animales, prestación de servicios, etc.Existen un refuerzo especial para la formación profesional, a través de cursos de capacitación. Esa actuación busca ampliar la igualdad de oportunidades en el mercado de trabajo para los colaboradores comunitarios y los miembros las familias acompañadas por la Patoral del Niño. En 2001, fueron aprobados 42 proyectos de generación de renta y 309 personas fueron capacitadas para el trabajo en las diversas actividades desarrolladas en todo Brasil.
  3. Participación en el control social/REBIDIA.
    Los militantes comunitarios son capacitados para participar en las instancias municipales de control social de los servicios públicos, tales como los consejos municipales de salud, educación, asistencia social y derechos del niño y del adolescente. Para el mantenimiento de esa capacitación y la información permanente dirigida a esos formuladores de políticas públicas y agentes de control social en los estados y municipios, la Pastoral del Niño desarrolló en sociedad con otras entidades, la REBIDIA – Red Brasileña de Información y Documentación sobre la Infancia y la Adolescencia.
  4. Charlas en pequeñas ruedas.
    Organización de Charlas en pequeñas ruedas, relacionando a todos los miembros colaboradores intersectoriales de la comunidad para la discusión de temas y la solución a los problemas comunes. Las Charlas en pequeñas ruedas estimulan la participación comunitaria através de la metodología del ver, juzgar, actuar, evaluar y celebrar, para discutir temas como el embarazo en la adolescencia, con el objetivo de encontrar formas de prevención del embarazo precoz; drogas, alcoholismo y otras demandas de la propia comunidad.
  5. Proyecto Niño vivo.
    Programa apoyado con los recursos de Criança Esperança/Red Globo de Televisión – UNICEF que tiene como objetivo el desarrollo de las acciones comunitarias integradas que ayudan en la reducción la desnutrición y de la mortalidad infantil y en el desarrollo sustentable de las comunidades organizadas en los municipios más pobres del país. Este programa también apoya las diversas acciones complementarias de la Pastoral del Niño.
  6. Programa de seguridad en la alimentación
    Ampliación de las acciones de alimentación y nutrición, a través de la articulación con diversos líderes y fuerzas sociales locales, para la implantación de un programa de seguridad alimenticia, que garantice alimentación de calidad a todos los ciudadanos.
  7. Planificación familiar natural (Método do Colar):
    Mediante la información a las parejas y jóvenes sobre los métodos de planificación familiar, dando énfasis en el uso de métodos naturales. Para adecuar estos tipos de métodos naturales, al alcance de este público elegido, la Pastoral del Niño desarrolló el «Método do Colar», que facilita la comprensión sobre el período de fertilidad de la mujer y orienta para la prevención de un embarazo no deseado.
  8. Tercera edad
    Ante las evidencias de la realidad mundial – por la caída en la fecundidad, la reducción de la mortalidad infantil y el aumento de la expectativa de vida – y a ejemplo de la mayoría de los países, Brasil también está envejeciendo. Muchos voluntarios de la Pastoral del Niño son personas de la tercera edad. Por ello la Pastoral desarrolló un programa especial, teniendo en vista aprovechar mejor la experiencia acumulada por esas personas, orientar sobre cuidados con la salud y el bienestar y sobre la garantía de sus derechos. El programa consiste en capacitar a los responsables comunitarios para hacer visitas a domicilio mensualmente, catastro de los mayores de edad, orientación a través de indicadores de salud y encaminamiento a los servicios de salud y previsión social cuando haya necesidad. El objetivo general es la búsqueda de una longevidad con calidad.
  9. Comunicación social
    La producción de materiales educativos impresos y audivisuales ha sido una preocupación constante de la Pastoral del Niño. Destácase la producción de dos decenas de videos educativos, además un periódico bimestral de 16 páginas, con 250 mil ejemplares, destinado a las comunidades acompañadas por la Pastoral del Niño y a los socios de la entidad Y un programa semanal de radio, titulado «Viva a Vida» (Viva la Vida), transmitido gratuitamente por más de 1.343 emisoras de radio en todo Brasil. Se tratan de materiales y programas que tienen como función la difusión de informaciones y la capacitación continuada de los líderes, comunidades y familias en todas las acciones desarrolladas, además de tratar de temas actuales de interés del público. La Pastoral creó una Red de Comunicadores Solidarios al Niño, con más de 600 periodistas, radialistas y artistas populares, presentes en 23 estados brasileños. Ellos hacen un servicio voluntario que busca, especialmente, perfeccionar las tres áreas de acción en el campo de las comunicaciones: mayor presencia en los medios en general; implementación de programas de radio en las emisoras locales, tratando temas relacionados con la salud, nutrición, educación, ciudadanía y desarrollo del niño; el uso de las técnicas de la comunicación personal y grupal en las comunidades, incluyendo videos, materiales educativos, teatro, dinámicas de reuniones, entre otros.

ORGANIZACIÓN

La estructura de la Pastoral del Niño – Coordinación Nacional, de los Estados, Diócesis, Parroquias y Comunidades – es la más simple y ágil posible. Aproximadamente el 75% de los recursos son administrados directamente por los equipos regionales. Las Diócesis, pasan los recursos a los grupos parroquiales y las comunidades, para posibilitar el trabajo dedicado a la población necesitada. Las coordinaciones diocesanas rinden cuentas a la Coordinación Nacional que, concentrando la burocracia y descentralizando las actividades y los recursos, informatizó toda su actividad, permitiendo a las fuentes financieras el acceso inmediato a las informaciones sobre el alcance de los objetivos, la aplicación y uso de los recursos.

Esta agilidad de la Pastoral del Niño es una herramienta importante para el suceso de sus acciones, permitiendo el acompañamiento de esos miles de niños y gestantes en todo el país a bajo costo.

EXPERIENCIA LLEVADA A OTROS PAÍSES

Las numerosas visitas de representantes de países Iberoamericanos y africanos , que van a conocer el trabajo de la Pastoral, y la realización de diversos cursos en Brasil han permitido capacitar y coordinar en otros países interesados en la metodología las experiencias. En esos cursos, que duran, aproximadamente 15 días, los participantes reciben informaciones sobre la experiencia brasileña y realizan pasantías en las comunidades organizadas. A partir de esa capacitación, retornan a sus países e inician la Pastoral del Niño, de forma independiente y adaptada a la realidad local.

A pesar de aún menos estructuradas y más nuevas de que la Pastoral del Niño de Brasil, las experiencias internacionales ya alcanzaron éxito y han despertado la esperanza de muchas personas. Varios testigos indican reducción del hambre y de la mortalidad infantil en las comunidades organizadas en el exterior, además del fortalecimiento de la participación social y de los lazos entre las poblaciones comprometidas en los proyectos.

Entre los países que ya desarrollaron experiencias semejantes a la de la Pastoral del Niño se destacan: • Angola, Guiné-Bissau, Mozambique, Argentina, Bolivia, Chile, Ecuador, Paraguay, Peru, Venezuela, Colombia, México, Timor Este, Filipinas

CONCLUSIÓN

Con estos 21 años de experiencia, la Pastoral del Niño demuestra que es posible reducir la mortalidad infantil y el hambre, desarrollando todo el potencial del niño, educando a la mujer, previniendo la marginalidad en la familia y por consecuencia en las comunidades y en las calles, promoviendo la fraternidad cristiana a través de la formación de una red de solidaridad humana, organizada en las comunidades más pobres, continuamente perfeccionada.

A través de su experiencia comunitaria y participativa la Pastoral del Niño estimula a cada persona a desarrollar su protagonismo e intervenir en la organización de su comunidad, en la discusión sobre las políticas que le afectan y principalmente rescata los lazos de convivencia y partición. La formación de esa base social sólida, se fundamenta con el cuidado a los niños desde la gestación y en el fortalecimiento de la trama social, en las áreas de pobreza y miseria, permite la formación de ciudadanos que valorizan al otro y lo incluyen en todos los procesos de construcción y transformación de la realidad.

Sin embargo, es necesario tener presente que la solución a los problemas que relegan a la condición de indigentes millones de personas en el mundo y 13% de la población brasileña, necesita de medidas que deben ser tomadas de dos maneras: la primera, un cambio en el orden económico mundial y en la macroestructura del país, de forma tal que posibilite una distribución más justa de la renta y la igualdad de oportunidades. Por otro lado, se hace imprescindible la solidaridad humana y la suma de esfuerzos de todas los estamentos sociales, comprometiendo a todos para una nueva ética social, en la construcción de una cultura que gire en torno al respeto y a la valoración por la vida, que lleve a la Paz.

Más información sobre la Pastoral del Niño:

https://www.pastoraldacrianca.org.br/