La espera supuso tener parada una tuneladora con un coste de amortización de 30.000 euros diarios
Hace once días que todo estaba listo. El túnel que conecta la comunidad de Castilla y León con la de Madrid por el que trascurrirá el tren de Alta Velocidad Madrid-Segovia-Valladolid sólo esperaba a que la ministra de Fomento tuviera un hueco en su agenda para hacer el último «calado», la perforación que une las bocas. Según ha podido saber Libertad Digital, la espera supuso tener parada una tuneladora con un coste de amortización de 30.000 euros diarios.
(Libertad Digital) A cuatro metros del calado final ha permanecido parada durante once días la tuneladora que este jueves ha unido los dos tramos, que suman más de 28 kilómetros de recorrido, que se han construido bajo la Sierra de Guadarrama.
La perforación se debía haber hecho el lunes 25 de abril. Sin embargo, la agenda de la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, ha retrasado el «cale» –término que los ingenieros utilizan para denominar la perforación que conecta las bocas de un túnel– hasta este jueves 5 de mayo. Cada día de retraso supone un coste de amortización de la tuneladora cercano a los 30.000 euros (5 millones de pesetas, que alcanzan los 55 millones al estar parada durante once días).
El alto coste de estas maquinas perforadoras se debe, entre otras cuestiones, a sus proporciones –de 200 toneladas de peso y 250 metros de longitud– y a que fueron construidas en función de las características del trazado y adaptadas a la geología del macizo de la Sierra del Guadarrama. Claro está que este gasto adicional de más de 300.000 euros resulta insignificante si se compara con el presupuesto final de la obra y que supera los 1.200 millones de euros.