La policía del Reino Unido informó que cientos de niños africanos desaparecen cada año de las escuelas de la capital, Londres.Según la policía británica pueden ser hasta miles, son negros, y no se sabe dónde van o adónde los llevan…
Miguel Molina
BBC Mundo
13 de mayo de 2005
La policía del Reino Unido informó que cientos de niños africanos desaparecen cada año de las escuelas de la capital, Londres.
Según la policía británica pueden ser hasta miles, son negros, y no se sabe dónde van o adónde los llevan.
Sin embargo, hay una idea muy clara de qué destino tienen: muchos de ellos son explotados en fraudes al sistema de seguridad social, otros se convierten en sirvientes y en algunos casos son sometidos a abusos físicos y sexuales.
Las autoridades se dieron cuenta del tamaño de este fenómeno al tratar de establecer la identidad de un niño cuyo torso encontraron flotando en el río Támesis hace cuatro años.
En el proceso descubrieron que al menos 300 pequeños de siete años o menos desaparecieron en sólo tres meses de 2001 y sólo encontraron a dos de ellos.
De los demás no hay huella.
En muchos casos, la falta de registros migratorios hace más difícil saber cuántos son, quiénes son y sobre todo si viven o murieron víctimas de algún ritual o en otras circunstancias.
El problema del registro se complica más cuando se toma en cuenta que muchas comunidades africanas acostumbran enviar a los niños a vivir con familiares lejanos, y las líneas de parentesco y responsabilidad terminan por desvanecerse con el resto de la información debido a la clandestinidad de esta práctica.
Lo único cierto es que nadie sabe qué hacer, aunque todos están de acuerdo en que hay que hacer algo.