Los obispos de México y Estados Unidos instan a la 'desobediencia civil' ante la ley que niega la asistencia a inmigrantes

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La Iglesia católica de México ha cerrado filas con la Iglesia católica de los Estados Unidos y ha calificado de contraria a los derechos humanos la llamada 'Ley Sensebrenner'.

El arzobispo de Morelia y vicepresidente de la Conferencia Episcopal de México, monseñor Alberto Suárez Inda, instó a los sacerdotes de Estados Unidos a la «desobediencia civil» para los que prestan su ayuda a los inmigrantes. En este sentido, señaló que «como los apóstoles, primero hay que obedecer a Dios antes que a la ley de los hombres, a la conciencia, a la ley natural».


El pasado lunes el Comité Jurídico del Senado habría echado para atrás la parte de la «Ley Sensenbrenner», una norma que intentaba criminalizar la presencia de los indocumentados en Estados Unidos, condenando con, hasta cinco años de prisión, a las organizaciones o personas que asistieran, caritativamente, a los trabajadores ilegales, la mayoría de ellos hispanos y de origen mexicano.


Además, se propondría la regularización de un millón y medio de trabajadores agrícolas y se aceptaría una cuota anual de 400 trabajadores temporales.


Hoy el pleno del Senado someterá a votación las reformas migratorias mientras que el presidente Bush de Estados Unidos y el presidente Fox de México se reunirán en Cancún, junto con el primer ministro de Canadá, Stephen Harper, quienes expresarán su esperanza de que se cambien las condiciones de una frontera común que se extiende por tres mil kilómetros.


Sin embargo, en Los Ángeles, miles de estudiantes hispanos faltaron a clase para protestar por una posible reforma en contra de los inmigrantes, mientras que en el sur de México, se apoyó la iniciativa de la Iglesia católica.