Mis padres vivieron el fin de la España del hambre que dejó la guerra, han sido personas de lucha por sus hijos y la supervivencia, sus noches sin dormir han permitido que estudie una carrera y que hoy en día tenga un trabajo…
Es una alegría poder contar con la adultez, con la experiencia de los viejos que nos dice lo que merece la pena o por lo que tiene sentido luchar.
Todavía no han muerto y no deseo ni por asomo que formen parte de las estadísticas de estos últimos días, en las que dicen que cada tres días muere un anciano en soledad, que se suicidan 1200 al año o que, en esta España, 1/3 viven por debajo del umbral de la pobreza.
Esto no es casualidad, esta sociedad de 20.000 euros de renta vuelve a tirar a sus padres a la cuneta…. se ve que los «viajecitos» que les monta este sistema (grupos políticos, con el PSOE a la cabeza) no son respuesta a los problemas de nuestros ancianos.
La des-estructuración de la familia de la que se enorgullece de abanderar como campeón el PSOE, hoy provoca que nuestros viejos mueran solos o se suiciden, que menospreciemos su experiencia, sus vidas, sus luchas….. en definitiva, que se nos robe nuestra memoria histórica. Quizás a estos políticos del botellón le interese todo esto….. ¿Acaso tienen miedo de que los jóvenes pidamos el trabajo que desde la transición han ido destruyendo?
Y todo esto con el beneplácito de sindicatos burócratas y medios de comunicación social que silencian un drama que debiera ser portada diaria de nuestros periódicos. De esta forma no me extrañaría nada, que en poco tiempo, se legalice la eutanasia.
Si eres viejo, improductivo, costoso y molesto, esta sociedad, incluidos tus hijos, a lo más que llegará será a prepararte el funeral antes de que mueras.
Dios quiera que mi corazón no se endurezca tanto que sea incapaz de prestar sacrificio al que lo dio por mí.
De: Manuel C. C.