El Movimiento Cultural Cristiano, como familia de familias en el seno de la Iglesia, y como no podía ser de otro modo dio la bienvenida a Benedicto XVI.
A la hora prevista -11.30h- llegaba el vuelo del Santo Padre. Anteriormente llegaban los reyes, que sufrieron un pequeño incidente, teniendo que permanecer en su avión, a la espera del presidente del gobierno –José Luis Rodríguez Zapatero– que llegaba tarde a dicho acto. Después de la ceremonia de bienvenida y del discurso, Benedicto XVI, se dirigió a la estación del metro de Jesús donde oró por las víctimas mortales del accidente.
A las 13 horas el Pontífice llegó a la catedral, allí recibió las llaves de la ciudad junto a la Puerta de los Hierros del Templo. A pié se dirigió desde la Catedral hasta la Basílica de la Virgen de los Desamparados. Recibió a las familias de las víctimas del metro del pasado lunes y les mostró su amor y sus más sentidas condolencias.
A continuación se rezó el esta plaza de la Virgen el ángelus y pronunció unas palabras de saludo.
Las calles de Valencia no sólo se han engalanado de amarillo y blanco, flores, pancartas, banderolas, sino que lo han hecho con el lema que el MCC lleva ofreciendo toda la semana en esta ciudad: “La familia fundamento de la solidaridad” y “Mi primer día de vida”.
El Movimiento Cultural Cristiano, como familia de familias en el seno de la Iglesia, y como no podía ser de otro modo dio la bienvenida a Benedicto XVI.
Con gran entusiasmo esta organización apostólica, acude a Valencia, desde el inicio del encuentro, para renovar el compromiso como militantes cristianos de ser fieles a Cristo, la Iglesia y los empobrecidos, queriendo recorrer hoy el camino de fidelidad, pobreza, trabajo y sacrificio de la Familia de Nazaret, referencia permanente para la inmensa mayoría de las familias cristianas, que como María, José y el niño saben lo que es el exilio y la emigración, la persecución y la entrega a la voluntad de Dios.
Agradecemos a Benedicto XVI su presencia como apóstol que nos anuncia el Evangelio de la Vida. Agradecemos sus palabras, cuando la mañana del sábado nos recordaba que el cristianismo se erige sobre las ruinas del imperialismo Romano, así como la familia como bien necesario para los pueblos, un bien insustituible. “Proclamar la verdad integral de la familia, fundada en el matrimonio como Iglesia doméstica y santuario de la vida, es una gran responsabilidad de todos. La familia es una escuela de humanización del hombre.”