Los partidos políticos quieren más privilegios

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Los señores diputados han decidido conceder más privilegios a sus formaciones políticas. La nueva Ley de Financiación de los partidos políticos institucionaliza aun más el robo
Los señores diputados han decidido conceder más privilegios a sus formaciones políticas. La nueva Ley de Financiación de los partidos políticos institucionaliza aun más el robo. Privilegios fiscales, incrementos de las subvenciones presupuestarias, asignación de gastos extraordinarias, etc.. un saqueo de la caja común que les permitirá seguir viviendo a costa del trabajo ajeno.


 En abril de 2007 la Comisión Institucional aprobó el informe de la ley Orgánica sobre financiación de los partidos políticos que sustituirá a la actual ley vigente desde 1987.  Los diputados no han tenido ningún reparo en beneficiar a sus formaciones políticas. Sus señorías se han puesto de acuerdo en repartirse con cargo a los presupuestos del año 2008 la cantidad de 78.100.000 euros casi 13 mil millones de las antiguas pesetas. La subvención presupuestaria se incrementará en un 20%. Como esta cantidad les parece poco, sus señorías se van a asignar más de 660 millones de pesetas para sufragar los «gastos de seguridad en los que incurran los partidos políticos para mantener su actividad política e institucional».


La nueva Ley otorgará un régimen fiscal favorable a los partidos políticos. Los beneficios que obtengan de sus actividades, de su patrimonio así como las aportaciones y donaciones que reciban estarán exentos de pagar el Impuesto de Sociedades. Tampoco tendrán que pagar el Impuestos sobre Bienes Inmuebles.


Donar dinero a un partido político tendrá ventajas fiscales. Las cuotas que aporten sus afiliados serán deducibles en la base del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas. Las donaciones que los particulares e instituciones realicen a los partidos políticos o a sus fundaciones permitirán que ingresen menos dinero a Hacienda cuando hagan cada año su declaración de Renta. Los señores diputados se van a aprobar ellos solitos una ley que les va a permitir meter la mano en la caja común de Hacienda para financiarse y para beneficiar a sus afiliados y amigos a costa del dinero del pueblo.



Quienes deberían servir al pueblo se sirven de él.



 Los partidos políticos podrán llegar a acuerdos con las entidades de crédito respecto a las condiciones de su deuda. Esto supone legalizar las condonaciones que la banca realiza a los partidos políticos. Mientras a las familias se les embarga sus bienes por no pagar la hipoteca de su casa, a los partidos políticos la banca les concede créditos en condiciones privilegiadas  y si llega el caso se les perdonan o no se les reclaman. Nuestros diputados no van a legislar nunca en detrimento de los intereses de la banca. Sin justicia el Estado se convierte en una banda de ladrones. No es de extrañar que los sueldos de los banqueros en España se hayan incrementado en más de un 40% este año. No es de extrañar que el Banco de Santander haya ganado en un solo año más de 7 mil millones de euros y  que cada vez más familias tengan dificultades en llegar a final de mes. No es de extrañar que el PSOE haya presupuestado un gasto de más de 21 millones de euros para hacer la campaña electoral de las municipales y autonómicas de mayo de 2007.



Una banda de ladrones nos gobierna


La proposición de ley presentada en febrero de este año por Ezquerra Republicana, Convergencia y Unión e Izquierda Unida y a la que se han apuntado todos los partidos nacionalistas con el apoyo del PSOE, pretende modificar Ley 43/1998 por la que se compensó a diversos partidos políticos de los bienes y derechos incautados durante el periodo 1936 – 1939. La ley aprobada en el año 1998 les permitió recibir importantes cantidades de dinero. Ezquerra Republicana de Cataluña percibió 1.760.000 euros, Izquierda Republicana, percibió 3 millones de euros. El Partido Comunista de España 1.025.000 de euros; el PNV percibió 10.469.000 euros y el PSOE 10.804.000 euros. Un total de 27.839.000 de euros salieron de los presupuestos. Los mismos partidos que saquearon las libretas de  ahorros del pueblo español, que incautaron sus bienes; los mismos partidos que traicionaron al pueblo y se marcharon de vacaciones durante cuarenta años exigen ahora una modificación de la ley que les permita recibir más dinero. De prosperar esta iniciativa, la tan cacareada recuperación de la «memoria histórica» resultaría ser un suculento negocio para estos partidos.



Testimonios políticos de honradez


La historia de España, que no quieren recuperar quienes exigen restitución, esta llena de testimonios de vida honrada en la vida política. Bruno Alonso, diputado por las cortes durante la República no aceptó el dinero que la empresa Corcho le entrego en un sobre cerrado porque creían que el diputado les había beneficiado en la adjudicación de unas compras realizadas por el gobierno. Y aunque su familia pasaba necesidad, entregó el sobre sin abrir para que se creara una biblioteca para las obreros de Santander. O el alcalde canario Camilo Sanchez, que se enfrento con los constructores y arquitectos para que el pueblo de Santa Lucia pudiera construirse sus propias casas, sin burocracias que lo impidiesen.



Stop a la corrupción política


Es necesario acabar con la corrupción política. Porque es un daño para la sociedad. Es necesario para nuestra vida, para la de nuestros hijos para las futuras generaciones demostrar que es posible organizar la sociedad como la gran familia humana a la que pertenecemos. Nuestras preferencias y atenciones deben de estar primero con los que más sufren, con los que son explotados y humillados, con los que han sido abandonados a la cuneta de la historia. Es necesario demostrar que frente a la cultura del pelotazo y de vivir a costa del hermano, es posible vivir la solidaridad como compartir hasta necesario para vivir, como una cultura superior. Es necesario que los políticos sirvan al pueblo, que se sacrifiquen por él, que no pueda ser de ninguna manera una forma de enriquecimiento y que sea prioritario la erradicación de los principales problemas de la humanidad como el hambre, el paro, y la esclavitud infantil.


Fdo. María Ahumada