EDUCACIÓN… ¿PARA QUE CIUDADANÍA?

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Conclusiones del Curso Encuentro de Educadores celebrado en Agosto en el Aula Malagón- Rovirosa 2007. Organizado por el Movimiento Cultural Cristiano.

Necesitamos otra escuela, queremos otra escuela. Pero sin otros educadores, sin otra forma de ver la educación, sin una pedagogía nueva, sin una cultura nueva, sin nuevos planteamientos,…. ¡no es posible la «contra escuela»! (que diría Milani).


Queremos una escuela nueva. Una escuela liberadora y revolucionaria, que no haga niños obedientes que sigan los dictados que le marcan el Estado y el Mercado. Si realmente queremos esa escuela que camine sobre los pilares incuestionables de la «LIBERTAD Y RESPONSABILIDAD», debemos de ponernos manos a la obra.


Nos hemos encontrado a lo largo de una semana para dialogar, para aportar nuestra experiencia, para enriquecernos los unos con los otros, para luchar juntos por una educación solidaria, para convivir estos días.


No es casualidad que hayamos hecho este curso en la Casa Emaús y dentro del Aula Malagón-Rovirosa. En cada rincón de esta casa se respira solidaridad, trabajo gratuito, sacrificio, esfuerzo, dedicación, horas sin dormir,…¡Es la Casa Emaús!, una casa pensada, diseñada y construida para la formación militante, para el cultivo de la espiritualidad, para el encuentro, para el estudio. Desde hace 21 años, el Aula Malagón-Rovirosa proporciona elementos fundamentales para romper la manipulación a la que nos somete la cultura imperialista dominante. Frente a los medios de comunicación social, las formas de vida insolidarias y un sistema educativo al servicio de los valores del poder, nos proponemos como objetivo colaborar a la formación de personas que, personal y colectivamente, protagonicen su vida.


Este año el Aula M-R lo hacemos en memoria del que fue durante muchos el alma del mismo, Julián Gómez del Castillo, que cuando hablaba del Aula decía:


«Se trata de organizar unos cursos anuales, arrebatando a la manipulación neocapitalista las vacaciones veraniegas o parte de ellas, para dedicar ese tiempo al cultivo de la responsabilidad militante cristiana y humana, mediante la reflexión personal y comunitaria sobre los problemas de nuestra sociedad y las posibles respuestas desde la fe y, al mismo tiempo, convivir militantes de distintas regiones, hacer oración juntos y contemplar la naturaleza». (J.G.C)


A lo largo de estos últimos años, con cursos como este, venimos analizando desde una perspectiva crítica el mundo de la educación y hemos ido tomando conciencia de la necesidad de una educación solidaria en la que seamos las familias las protagonistas y responsables de la educación de nuestros hijos. La reflexión siempre ha ido acompañada de la acción. A lo largo de estos últimos 20 años el grupo de familias que nos juntábamos a reflexionar ponía en marcha y revisaba diversas experiencias educativas: las Aulas Infantiles para los hijos de las familias que venían a realizar los cursos,  la Escuela Iqbal Mashib durante todos los fines de semana en la Casa Emaús, los talleres educativos en las Casa de Cultura y Solidaridad que funcionan a lo largo de la geografía española y parte de la Iberoamericana, los tres campamentos de verano, el grupo de Camino Juvenil Solidario… Y en este último curso hemos podido ver con alegría el alumbramiento de una Casa-Escuela. Tenemos el reto de seguir trabajando para que la promoción integral y colectiva del ser humano sea una realidad.


Venimos denunciando y profundizando en cursos como éste cómo el sistema educativo está siendo fuertemente condicionado por dos grandes poderes que no tienen gran interés por la solidaridad y la autogestión educativa:


– Por un lado, vemos como es creciente el proceso de  estatalización de la vida de las personas y los pueblos, configurándonos una mentalidad sumisa al «papá Estado» que todo lo sabe y soluciona. Este planteamiento toma mayor virulencia con la imposición de la nueva asignatura Educación para la Ciudadanía, donde el Estado se erige en el «educador moral y formador de conciencias» convirtiendo a la Ley, contrato consensuado, en la referencia última para cualquier ser humano. Y, aún peor, disfrazando su aparente neutralidad de propuestas ideológicas que van más allá de la propia Ley y que contienen una auténtica carga de profundidad contra  valores que muchas familias consideramos sagrados. Es el caso de la llamada «ideología de género».


– Por otro lado, constatamos como el Mercado está campando a sus anchas en todo el sistema educativo, convirtiéndose éste en su servidor fiel y garante de estructuras económicas perversas que aplastan por hambre, ignorancia, enfermedades, guerra, paro, precariedad y esclavitud infantil a la mayoría de la humanidad. El análisis del ciudadano- capital humano-cliente- consumista que busca formar este mercado a través de todo el aparato de los grandes medios de comunicación social (de los que son sus auténticos amos las grandes empresas económicas) así nos lo ha puesto de manifiesto. Ello sin olvidar los nuevos espacios de socialización de la juventud (la música, el sexo, la noche, la red, las tribus,…) en dónde ellos (las mismas empresas) son los principales patrocinadores.


Desde esta óptica nos hemos manifestado en contra de la actual reforma educativa, porque nos negamos a que tanto EL ESTADO como EL MERCADO puedan usurpar el DEBER y DERECHO de las familias a educar a sus hijos. Defendemos la autogestión pedagógica, donde la educación sea obra de la sociedad misma, es decir, de «la familia de familias», de la «vida asociada y militante».


Esto es lo que pretendemos poner en práctica con el curso, por ello hemos ahondado en:


– La situación de la juventud y la familia en la actualidad.


– La influencia de las leyes educativas en la sociedad.


– Identificar la estrategia de la Cultura de la Muerte para introducirse en nuestras conciencias, castrando la vocación de la persona humana.


– Todo ello, para ir concretando respuestas que hagan posible una educación solidaria, desde la familia, desde la fe, desde el municipio y la calle,…, en definitiva desde todos los ámbitos de la vida.


Para ello hemos contado con un plantel de educadores vocacionados y especialistas que nos han ayudado en esta tarea.


Al final del curso hemos llegado a las siguientes conclusiones dialogadas con todos los asistentes:



  1. Vivimos una guerra planificada de fuertes contra débiles que está destrozando a la persona y a la familia. Este sistema totalitario impone una antropología basada en la búsqueda del tener, del individualismo y del placer, que obstaculiza la experiencia de vida solidaria, de gratuidad y de sacrificio.
  2. La educación de los jóvenes está fuertemente influenciada por el Estado (con el sistema educativo principalmente) que impone sus leyes y por el Mercado (principalmente a través de los Medios de comunicación y el control de los nuevos espacios de socialización) que impone unas formas de vida consumistas. Esta realidad está configurando un modelo de persona y de sociedad insolidarios que tiende a crecer y que ha hecho posible que el Estado se plantee dar un paso cualitativo: la imposición de la asignatura «Educación para la Ciudadanía». Con ella se ahonda en la dictadura del relativismo. No podemos consentir que el Estado se apropie de un deber que corresponde a los padres.
  3. El imperialismo está empeñado en violar la vocación de toda persona para mantener su poder. Esto lo hace de una forma organizada institucionalmente por lo que no es sólo un problema personal. Por eso debemos cultivar la vocación de forma integral y colectiva para dar una respuesta asociada y desde una dimensión política a los problemas de la humanidad. Todo problema humano es un problema religioso.
  4. Defendemos el derecho de toda persona a una educación solidaria y autogestionaria donde se cultive la LIBERTAD y la RESPONSABILIDAD. Es necesario que los padres  tomemos conciencia de la necesidad de ser protagonistas de la educación de nuestros hijos. Para ello nos proponemos mantener en la corriente histórica solidaria con los empobrecidos de la tierra. Somos herederos de la experiencia que nos han transmitido militantes como Julián Gómez del Castillo que han posibilitado la puesta en marcha de realidades educativas solidarias como: la Casa Escuela y la Escuela Solidaria Iqbal Masih, el Aula Malagón-Rovirosa, la Casa Emaús,….