El mártir católico Franz Jagerstatter, objetor de conciencia

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A principios de junio el Vaticano anunció que el Papa Benedicto XVI había autorizado a la Congregación para las Causas de los Santos a publicar su de-claración del martirio del católico Franz Jagerstatter.

Por Marcos y Luisa Zwick
Periódico: El Trabajador Católico


Su beatificación tendrá lugar el 27 de octubre del 2007 en Linz, Austria, donde tenía su granja y trabajaba en la parroquia. Así la Iglesia reconoce la objeción de conciencia en la guerra.


Franz Jagerstatter era un austriaco que fue martirizado porque rehusaba ser cómplice del ejercito nazi. El dijo que él no podía participar en una guerra injusta, y por esto este padre de tres niñas fue decapitado tras seis meses de  arresto.


No podía unirse a la lucha que consideraba moralmente mala.


Todas las historias biográficas de Jagerstatter mencionan su juventud algo desordenado y luego en algún momento una más profunda convicción religiosa.


De acuerdo con Gordon Zahn que investigó y escribió el libro «Testimonio solitario: la vida de Franz Jagerstatter» , el  creía que no podia ser un soldado en una guerra injusta patrocinada por un gobierno en expansionismo imperialista y en el sacrificio de inocentes, presentándose a sí mismo como un sustituto de la religión, que veía y trataba a la Iglesia como el enemigo.


Zahn hace énfasis en que después de su profunda conversión, Franz asistía a la Misa diariamente, ayunaba y oraba. Además de ser un granjero, era el sacristán de su parroquia.. Jagerstatter fue miembro de la tercera orden de san Francisco de Asís, que desalentaba y aun prohibía el servicio militar. Zahn presenta a Jagerstatter como un contemplativo en el mundo que tomó la decisión de no participar en esa guerra por su fe católica.


Fue reclutado en 1940 y estuvo aproximadamente seis meses de entrenamiento. Luego regresó a su pueblo, San Radegud, jurando desobediencia a más ordenes militares.


 


Un Tren al Infierno


Cuando Gordon Zahn visitó a la viuda de Jagerstatter, ella le presentó los documentos y los escritos del mártir. El libro incluye esos escritos con respecto a su decisión de resistir.


El libro de Zahn en particular destaca el sueño que influenció a Jagersttater a su decisión:


«Permítanme empezar con la descripción de la experiencia que tuve una noche de verano de 1938. Primero yo estaba despierto en mi cama hasta casi la medianoche, sin poder dormir aunque no estaba enfermo, sin embargo debo haber quedado dormido. De repente vi un hermoso ferrocarril brillante que circulaba alrededor de una montaña. Chorros de niños y adultos se apresuraban al tren y no cabían. Preferiría no decir cuantos adultos no  participaron en subir en este tren. Luego escuché una voz cercana que me decía: Este tren va al infierno.»


«Al principio este tren viajero era una especie de acertijo, pero cuanto más tiempo continuaba nuestra situación, se hacía más claro el significado del tren . Hoy día me parece que es un símbolo del nacionalsocialismo (nazismo), que en ese entonces se estaba iniciando (o mejor dicho se estaba infiltrando) entre nosotros como el NSDAP, NVW, NVF, HJ, etc. Y de toda la gente nacionalsocialista junto con todos aquellos que se sacrificaban y peleaban por eso…


«Había solo dos alternativas posibles: la participación en el nacionalsocialismo (nazismo), y en las cajas rojas , debería o ayudar o estorbar a los católicos en nuestros esfuerzos por la salvación.


«Yo creo que Dios me ha indicado claramente por medio de este sueño, o revelación, y me ha convencido en mi corazón como debo responder a esta situación: debería ser o un nacionalsocialista (nazi) o un católico? Yo quisiera gritar a todos los que están montados en este tren: ‘Salten antes de que este tren llegue a su destino. Aun ¡si les cuesta la vida!'» [Los muchos niños subiendo al tren en el sueño pueden haber sido interpretados por Franz como una referencia a la presión a los jóvenes para participar en las Juventudes de Hitler, a las que él se había muy opuesto. El se aseguró que su ahijado no participase.


Cuando todos los demás en su comunidad estaban adoptando el saludo requerido, «Heil Hitler,» Franz reexpondría «Pfui Hitler» Sus meditaciones y conclusiones sobre el impacto de la presencia nazi en Austria nos ayuda a entender su rechazo a participar en ningún nivel:


«Cristo también demanda una confesión pública de nuestra fe, así como el Fuhrer, Adolfo Hitler, lo hace con sus seguidores. Los mandamientos de Dios nos enseñan, por supuesto, que también debemos obediencia a nuestros gobernantes seglares, aunque no sean cristianos. Pero solo si no nos obligan a hacer nada malo, porque debemos obedecer a Dios antes que a los hombres.»


Otros, incluyendo a sacerdotes, trataron de convencer a Jagerstatter a cambiar de idea, para así poder salvar su vida, especialmente puesto que tenía esposa y tres pequeñas hijas. Jagerstatter, sin embargo, expresó su creencia que tal vez lo mejor que podía hacer por su familia era rehusar cooperar con los nazis. El prefería que sus hijos tuvieran un padre martirizado por seguir a Cristo que a un nazi por padre.


En sus escritos Jagerstatter responde a algunos de los argumentos utilizados por sus conciudadanos para defender la ocupación nazi y participar en ella, aun peleando por ella. «Uno casi siempre puede oír a católicos que dicen que en esta guerra la pelea de Alemania probablemente no sea tan injusta puesto que después de todo están peleando por la destrucción del bolchevismo (comunismo soviético).» Su respuesta. «Cuando cualquiera ha tomado las armas para destruir a la cristiandad (como la gente a menudo ha pensado en el pasado), la sangre de sus víctimas siempre se ha convertido en la nueva semilla y los retoños en que la cristiandad ha florecido de nuevo con más vitalidad que antes. Ahora ¿esto no podría pasar de nuevo si uno derrama sangre soviética? ¿No se convertiría esta en una nueva semilla? ¿Somos los cristianos de ahora tal vez más sabios que Cristo mismo? ¿Tal vez alguien piensa que este masivo derramamiento de sangre podría salvar a la cristiandad europea de la derrota o convertirla en un nuevo florecimiento?


Que Franz Jagerstatter dé a todos la esperanza y el valor para vivir según sus consciencias a pesar de las presiones de la pobreza y las presiones de la  sociedad.