Alcoholismo (y otras cosas) empiezan ya de niños

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El 27.3 % de los jóvenes entre 14 y 18 años aseguraron haberse emborrachado en el mes anterior…


En la presentación de la campaña contra el alcoholismo juvenil, organizada por el Plan Nacional sobre Drogas, se han dado a conocer los resultados de una encuesta realizada en el 2004, según la cual, el 27.3 % de los jóvenes entre 14 y 18 años aseguraron haberse emborrachado en el mes anterior.

Está bien que se organicen estas campañas, pero serán poco eficaces mientras no se vaya a la raíz de este problema, que no es otra que la educación permisiva y sin sentido del límite frecuente hoy en muchas familias.

Comienza cuando desde pequeños a los hijos se les deja comer lo que quieren en vez de obligarles a comer de todo; o se les da todo hecho sin dejarles descubrir la alegría de conseguir las cosas con esfuerzo.

Y ese permisivismo, que hace a los hijos esclavos del capricho, continúa si la madre va siempre detrás de ellos recogiendo la ropa que dejan esparcida por toda la casa, o no se les anima a recoger los papeles del suelo aunque no los hayan tirado ellos.

Y la cosa se agudiza si ante los problemas escolares se les da la razón de entrada desautorizando al colegio y a los profesores, o si se piensa que la culpa de que no anden bien es de los amigos o compañeros con los que van.

Si antes no se les ha sabido decir que no, en la adolescencia será imposible impedir que se salgan siempre con la suya. Si de pequeños no se les ha educado en la autodisciplina y en el esfuerzo, será difícil que de mayores no se dejen guiar por «lo que me gusta» o arrastrar por el ambiente. El papel de los padres no lo pueden suplir las campañas.

Federico Gómez Pardo