Asesinando niños en la política del hijo único

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Experiencia de una joven forzada a abortar a los 7 meses por la política del hijo único.

Los funcionarios chinos que ejecutaron el crimen fueron cesados porque la madre publicó en internet la imagen de su niño muerto a su lado en la cama del hospital. Muchos internautas chinos, al dar a conocer la noticia, comparaban el aborto planificado con los experimentos biológicos que los japoneses hicieron con los chinos durante la invasión de 1931-45.

La mujer de 23 años, Feng Jianmei, obligada a abortar fue visitada por el Alcalde, que se disculpó hipócritamente entonando el mea culpa.  La autoridades locales lo calificaron de "vergüenza para la sociedad". La muchacha solo podía salvar al bebe si tenía 5000 euros para pagar la multa después de dar a luz.  Como no tenía dinero, el gobierno ejecutó la sentencia.

Pero, ¿qué diferencia hay entre este aborto y los otros 400 millones de niños (sobre todo niñas) que nos se les ha dejado nacer en China? Solamente la imagen pública de un régimen dictatorial y esclavista que ve aireada su barbarie.

Sobre todo después de la campaña realizada por personas como el ya exiliado disidente ciego Cheng Guangcheng que ha tenido transcendencia internacional. Él sacó a la luz lo que en los noventa -también el momento culminante del infanticidio- fue una práctica habitual: miles de mujeres de zonas rurales fueron forzadas a abortar o sufrieron esterilizaciones forzadas. Muchas de ellas ni siquiera sabían a qué operación las estaban sometiendo.

A Chen lo acallaron primero con la cárcel, luego estuvo bajo arresto domiciliario hasta que escapó a finales de abril, se refugió en la Embajada de Estados Unidos, y ahora vive exiliado al otro lado del Pacífico. Pero Feng ha demostrado que la práctica que combatió continúa viva.

Estas prácticas en la que a las familias urbanas solo se les permite tener un hijo varón y en las rurales dos si la primera es niña, se llevan haciendo en China desde los años 70.  

Se estima que en 2050 en China, habrá cuatro personas de más de 65 años por cada diez que tengan entre 15 y 64.