Hazaribagh es un suburbio de Dhaka (capital de Bangladesh) donde miles de personas son explotados en condiciones infrahumanas para tranformar 14 millones de pieles en el cuero con el que se confeccionan cada año las chaquetas, los bolsos y otros artículos de piel baratos que llenan nuestros armarios.  Estos trabajadores, muchos de ellos niños, están expuestos a diario a sustancias tóxicas que queman su piel, causan cáncer y acabarán con su vida antes de cumplir los 50.