La comunidad cristiana en India está siendo víctima de ataques por parte de extremistas hindúes. Los ataques comenzaron en el año 2008 en Orissa pero se han ido extendiendo a muchos más estados, hasta llegar a Bangalore. El deseo de verdad, de justicia y la actitud no violenta de los católicos en estos países se hace vida en las comunidades donde viven nuestros hermanos, países donde ser cristiano supone arriesgar la vida.