Demoledor informe de la ONU sobre la solidaridad española con las víctimas del tsunami

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España es de los países que menos ayudaron tras el 'tsunami' de Asia. La mas solidaria: Cáritas Internacional que recaudó 450 millones de dólares para las víctimas del Tsunami y que el informe de la ONU silencia. Denunciamos el silencio sobre Cáritas Española, que hasta el cinco de diciembre de este año, ha aportado un total de 9.450.897 euros, por medio de la Campaña del Sudeste Asiático. Mucho más que la ayuda del Gobierno de Zapatero

 

Cáritas Internacional recaudó 450 millones de dólares en todo el mundo para ayuda humanitaria que destinará a India, Sri Lanka, Tailandia e Indonesia, según un informe hecho público en Roma con motivo del aniversario del maremoto que asoló varios países del Sudeste Asiático en diciembre de 2004.

Cuando se cumple el aniversario de una de las mayores catástrofes de la historia reciente de la humanidad, una catástrofe que costó la vida a casi 250.000 personas y dejó sin hogar a más de 2 millones, un informe de la ONU desvela que la sociedad española no ha sido precisamente de las más generosas con las víctimas del sudeste asiático. El informe de la Oficina de Coordinación de Ayuda Humanitaria de Naciones Unidas (OCHA) refleja que el 67% de las ayudas a las víctimas del tsunami en el sudeste asiático llegaron de fondos privados, pero las aportaciones de España fueron las menos generosas.

Japón, con 5.100 millones de dólares en concepto de ayudas públicas, empresariales y donaciones particulares, fue el país que más ha contribuido a la ayuda a los damnificados según el informe de la ONU, (pero no superó lo aportado por Cáritas Internacional que recaudó 450 millones de dólares para las víctimas del Tsunami) , seguido de Reino Unido y Estados Unidos con una aportación pública y empresarial similar (137 y 134 millones de dólares, respectivamente). En cuarto y quinto lugar aparecen Alemania y Canadá con una aportación de 128 y 116 millones de dólares, respectivamente. Sigue una lista de 23 países donantes, en la que España ocupa el último lugar, con una donación de casi 23 millones de dólares (19,4 millones de euros), lo que la sitúa a la cola, detrás de países como India, Qatar o Irlanda. Del total de la donación española, cuatro millones lo realizaron entre 63 compañías nacionales que cotizan en el índice Ibex. La presencia modesta del sector empresarial español en Asia (el 1% del total de inversones extranjeras en la zona) explicaría la escasa atención de nuestras compañías después del desastre del tsunami.

En lo que se refiere a las aportaciones personales, un sondeo encargado al instituto OPINA refleja que tan sólo el 32% de los ciudadanos encuestados, preferentemente del Sur de España, envió ayuda económica a la zona afectada por el Tsunami. No obstante las donaciones personales superaron con creces a las públicas y de grandes empresas, 89,2 millones de euros. Después de Cruz Roja (40,2 millones de euros recaudados), Cáritas fue la ONG que más dinero recaudó (25 millones), seguida no muy de cerca por Intermón Oxfam (7,3 millones), Médicos Sin Fronteras (tres millones) y Manos Unidas (2,8 millones). El dinero restante, hasta alcanzar los 89,2 millones de euros donados se repartió entre 17 ONG.

Desde Solidaridad.net denunciamos el silencio sobre Cáritas Española, que hasta el cinco de diciembre de este año, ha aportado un total de 9.450.897 euros, por medio de la Campaña del Sudeste Asiático. Los beneficios se distribuyeron de este modo: India recibirá 5.086.766 euros; Indonesia, 733.157; Tailandia, 1.480.974; por último, Sri Lanka percibirá 2.150.000 euros… Más que la ayuda del Gobierno de Zapatero

Para lograr estos objetivos, Cáritas cuenta con el apoyo de misioneros españoles, organizaciones voluntarias locales y otras redes internacionales de ayuda vinculadas a la Iglesia. En cada uno de los países, la red Cáritas desarrolla planes nacionales de reconstrucción con plazos de dos, tres y cuatro años, dependiendo las

zonas.

 

El Informe refleja que España «no ha jugado un papel clave» en la recaudación de fondos para la ayuda humanitaria enviada desde el primer momento de la catástrofe y hasta la fecha del primer aniversario, aunque sí la reconoce como una de las primeras en reaccionar, aunque «con poca efectividad».

Lo que también revela el informe, que ha sido ocultado por la totalidad de medios de comunicación españoles, es que esa poca efectividad se debe principalmente a la organización territorial de nuestro país y la descoordinación que provoca el estado de las autonomías. Los expertos del Informe creen que el problema principal de la ayuda humanitaria española es que tiene un sistema poco eficaz debido a la fragmentación de sus administraciones. A diferencia de otros países, el Ministerio de Asuntos Exteriores sólo ha canalizado en 2004 el 20% de la Ayuda Oficial al Desarrollo, mientras que las distintas comunidades autónomas y entidades municipales se han adelantado por su cuenta a enviar ayuda, para lograr así, según el informe, «mayor notoriedad».

Pero el informe pone en solfa también la tan cacareada solidaridad oficial de nuestra sociedad. El Informe de la Coalición de Evaluación del Tsunami asegura que, internacionalmente, España no es un país de primera línea en donaciones humanitarias y sugiere al respecto una reforma desde el punto de vista institucional para revisar sus políticas y mecanismos de recaudación de fondos en este tipo de catástrofes.

Igualmente advierte de los problemas de transparencia de información a la hora de facilitar datos sobre dichas ayudas tanto en entidades oficiales como en las empresas consultadas, incluidas las ONG, muchas de las cuales, según apuntan, se niegan a facilitar todos los datos por sus políticas de privacidad.

Un informe realizado por Dara, agencia independiente de evaluación de desastres, para la Coalición de Evaluación del Tsunami recoge que la ayuda internacional sumó más de 5.000 millones de euros y los fondos fueron sobre todo privados, cuando lo habitual es que esta ayuda proceda de fuentes oficiales.

No obstante, la situación tampoco ha mejorado demasiado para los supervivientes. El 80% de las personas afectadas por el tsunami todavía vive en refugios a la espera de recibir una vivienda estable, según un informe de la ONG Intermón Oxfam. Otro informe del Centro de Información de la ONU subraya que un alto número de supervivientes sigue forzado a vivir en condiciones que incumplen los estándares internacionales de derechos humanos. Sólo en Banda Aceh, Indonesia, unos 67.000 afectados por el tsunami todavía viven en tiendas o pequeñas barracas y muchos de ellos se desesperan por la lentitud con la que avanzan los trabajos de reconstrucción.

A pesar de que Intermón Oxfam admite que se ha hecho un esfuerzo importante para mejorar las viviendas temporales, en Sri Lanka el retraso es mayor, mientras que en la India se han construido ya o están en obras 9.000 de las 130.000 casas permanentes que se necesitan en Tamil Nadu, el estado más afectado.

Las ONG desplazadas en la zona han trabajado desde que ocurrió el desastre en colaboración con organizaciones locales en tareas como la reconstrucción de infraestructuras (carreteras, escuelas, hospitales), construcción de refugios, potabilización de agua y distribuyendo recursos higiénicos para la prevención de epidemias.

Después de admitir que la ayuda de emergencia de la comunidad internacional no tuvo precedentes, la ONU ha reconocido que aún hay un largo camino que recorrer y que el proceso de reconstrucción en los países del océano Índico azotados por la ola gigante no ha hecho más que empezar.

La respuesta de la comunidad internacional debe continuar en esta etapa de reconstrucción, cuando los fondos ya no van a parar ni al organismo mundial ni a las organizaciones no gubernamentales, recordó la secretaria general adjunta para Asuntos Humanitarios de la ONU, Margareta Wahlstrom.