Había una vez, en la comunidad de Brisas del Sur en un peladero, que había muchas barracas hecha de tablas y zinc habitaban muchas personas, niños, pero en especial una pareja de adolescentes. La joven tenía 15 años se llamaba María y su novio era José de 16 años.
María no estudiaba porque sus padres eran pobres, no tenía a veces ni para comer ella ayudaba a su mamá en los oficios de su casa y vendía tetas. Su padre era desempleado. Su novio José tampoco estudiaba porque su padre los abandono dejando a su mamá sola con 6 hijos. José desde pequeño comenzo a trabajar, primero empezo vendiendo bolsas en los semáforos cercanos al mercado de Chirica actualmente trabaja en una carpintería.
José y María se amaban mucho, se respetaban, había confianza entre ellos; y sus familias.
Una noche María soño con el ángel Gabriel y le dijo: ¡María estas esperando el hijo de Dios padre!; Va a llevar por nombre Jesús.
El otro día sorprendida María lo contó su sueño a José y a sus familias, no le creyeron, la llamaron loca. Sus padres la echaron a la calle. José la amaba tanto que le creyo y la apoyo.
José y María fueron a la iglesia de la comunidad, hablaron con el padre Carlos que los escuchó, le creyó y lo apoyó.
Pasaron los meses, María y José vivían con la mamá de José, dormían en un pedazo de cartón en el piso.
Llega la Navidad María tenía la barriga grande, José estaba feliz porque se acercaba el nacimiento de su hijo y el padre Carlos lo ayudaba y estaba pendiente de la joven pareja.
Llego el día de nacimiento del hijo de Dios padre, María feliz gritaba ¡José va a nacer Jesús.
Acostaron a María sobre el pedazo de cartón en el pizo, allí José ayudo a María a traer a su hijo a este mundo, los vecinos gritaban ha nacido el hijo de Dios padre María y José estaban felices porque a pesar de tanto sufrimiento y pobreza había nacido Jesús con ellos estaba el padre Carlos que le dio a Jesús su primer obsequio, la bendición, la presidente del consejo comunal, carmen le dio leche y pañal, una de la fundadora de la comunidad Blasina le llevo su primera sabanita, estaban rodeados de perros, gatos y conejos. El padre Carlos dijo: Bendito Jesús entre todos los hombres, gracias Dios padre por tu inmenso amor.
Víctor Betancourt, 9 años. Cuarto grado. Colegio Iqbal Masih de S. Félix (Venezuela).
Colabora con la Misión del MCC en Venezuela
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