Educación para la ciudadanía, la guinda del proyecto masónico.

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La vicepresidenta De la Vega, que reconoció en una entrevista en la cadena Ser que "puede chocar con los principios defendidos por la Iglesia".

Luis Losada Pescador.-


NO deja de llamar la atención que algunos clérigos mantengan compromisos con la masonería a pesar de las reiteradas advertencias eclesiásticas contra las sociedades secretas que maquinan contra la Iglesia. Es el caso del hermano del superior de los marianistas, el E. Javier Cortés, director general de la editorial de los marianistas, Ser; y fundador y miembro de su proyecto pedagógico. El pasado 8 de junio participó en las Jornadas «Masonería y siglo XXI», organizadas por la logia Miguel Servet da Zaragoza y en las que también participa P. Ferrer Benimeii, reconocido masón.


El sacerdote marianista fue uno de los tres conferenciantes escogidos en las jornadas zaragozanas. Bajo el título «Masonería y educación» el P. Cortés desgranó «los ideales de la masonería entrecruzados con el desarrollo del gran impulso educativo de la modernidad y su pervivencia en los debates educativos actuales». ¿Educación para la Ciudadanía (EpC)?


'Casualmente' es SM la editorial mencionada por Zapatero en el debate sobre el estadó de la Nación. El presidente retaba a Rajoy a que le señalara «un solo texto» que contradijera los valores cívicos y democráticos. El líder de la oposición no agarró ese guante, aunque sí calificó la asignatura como «catecismo del buen socialista». No es la primera vez que un miembro del Ejecutivo Zapatero menciona expresamente la editorial de los marianistas. Recientemente la ministra Cabrera defendió también en el Congreso el texto de EpC elaborado por SM. ¿Compromisos ocultos?


 


Portavoz oficioso


Como ya hemos informado, el autor encargado por la editorial SM para elaborar su libro de texto es José Antonio Marina, portavoz oficioso del Ministerio de Educación en EpC. Marina sostiene que «es necesario superar el monopolio que las religiones han ejercicio sobre la moral». Un discurso abiertamente masónico. Pero es que además Marina defiende que la educación debe ayudar al alumno a forjar su identidad nacional, sexual, etc. Es decir, no se nace español o francés; ni hombre o mujer, sino que el educando va construyendo su propia identidad a su antojo. ¿Internacionalismo  masónico? ¿Teoría de género?


Tan sólo Marina responde categóricamente que no hay «nada» en contra de lo que defiende la Iglesia Católica. Eso sí, afirma en la revista Tiempo que «a lo mejor» la oposición de la Iglesia a la controvertida asignatura obedece a que la iglesia no permite la libertad de conciencia. Sin embargo, fuera de Marina nadie duda ya de que EpC choca con los principios cristianos. Ni siquiera la vicepresidenta De la Vega, que reconoció en una entrevista en la cadena Ser que «puede chocar con los principios defendidos por la Iglesia». Pero el Gobierno insiste: este «adoctrinamiento» no admite exclusiones: Incluso el secretario general de Educación, Alejandro llana, llega a amenazar con retirar la escolaridad a quien ose no cursar la polémica asignatura. ¿Tolerancia intolerable?


Estos datos confirman la tesis del historiador Ricardo de la Cierva, quien sostiene que EpC es «lo más masónico» de los tres años de legislatura Zapatero. Y el círculo se estrecha si tenemos en cuenta que el muy laicista Gregorio Peces Barba -defensor de la laicidad en la Constitución Española- llegó a señalar: que la polémica asignatura de Educación para la Ciudadanía «bien valía una legislatura».


 


Apoyo de Cives


Posteriormente se conoció que la laicista Fundación Cives asegura haber formado ya a 600 profesores de EpC. «Casualmente» fue Cives una de las organizaciones que colaboró con el Ministerio de Educación para elaborar esta asignatura. No es extraño, porque ha recibido una subvención de 17.538,58 euros del Ministerio de Educación (resolución de 14 de julio de 2006) para la formación de profesorado.


¿Qué es Cives? Aunque lo nieguen, es el think tank del laicismo militante del PSOE. No en vano su presidente es Victorino Mayoral, diputado socialista y promotor junto con Álvaro Cuesta del manifiesto realizado por el PSOE en diciembre de 2006 titulado Constitución, laicidad y Educación para la Ciudadanía. Desde Cives se alega que el hecho de que Mayoral sea diputado del PSOE no les convierte en una longa manus del Partido Socialista. Pero en el momento de la constitución, 5 de los 12 miembros del patronato fundacional eran miembros destacados del PSOE. A saber: además de Mayoral, Ludivina García Arias, diputada del PSOE por Asturias; Claudio López Serrano, coordinador de Izquierda Socialista, corriente interna del PSOE, de Valladolid; Cristóbal García del Rosario, director general de personal en la Consejería de Educación del Gobierno canario; y Francisco Contreras Pérez, diputado del PSOE por Almería.


De los «austeros» inicios queda poco. La Fundación Cives se constituyó con una dotación inicial de 32,5 millones de pesetas y ha pasado en 2003 a un presupuesto que asciende a los 5,8 millones euros. ¿Para qué se utilizan estos fondos? Lo explicó el patrono Luis Mª Cifuentes en una conferencia dictada en noviembre de 2001 titulada «Educación para la tolerancia: una pedagogía de la libertad de conciencia». Ya entonces señalaba que el laicismo institucional representado por Cives y la Liga Española por la Laicidad «debe ser una práctica real de los derechos humanos en toda su amplitud y profundidad».


A pesar de su laicismo, Cifuentes finaba citando al discutido teólogo Hans Küng, quien señala que si queremos evitar los enfrentamientos «conservadores-liberales, clericales-laicistas, habrá que poner todo el empeño en una coalición entre creyentes y no creyentes».


¿Quizá por eso El País está tratando de recuperar a cristianos discutidos y discutibles para avalar de alguna manera una especie de rebaja de Educación para la Ciudadanía?