(…) somos los africanos los que tenemos la solución en nuestra mano, pero primero, occidente tiene que dejar de robarnos y de corromper a nuestros gobiernos. Es un robo sistemático no sólo en la materia prima, sino también un robo de la mano de obra.
Entrevista a Augustín Ndour
Diario de Burgos
Hace casi siete años, Augustín Ndour, decidió salir de su pequeño pueblo senegalés, Mbour, para embarcarse hacia el sueño europeo lejos de su familia. Desde entonces, su experiencia le ha convertido en un gran luchador por los derechos de los inmigrantes. Como trabajador de Cáritas en Granada, se dedica habitualmente a impartir charlas con el objetivo de concienciar a los ciudadanos sobre las problemáticas de los inmigrantes africanos. Ayer fue el turno de Burgos. En su primera visita a la ciudad, fue el protagonista de una charla-coloquio organizada por el Movimiento Cultural Cristiano burgalés, bajo el título ‘África: el genocidio silencioso’.
¿Cómo fueron sus inicios en España?
Salí de mi país para escapar de la miseria. Al principio fue duro, he vivido la explotación en carne propia. Pero ahora, tras varios años fuera de Senegal, puedo mirar hacia atrás y ver claramente la riqueza humana que dejé allí. Aunque mi situación no fue fácil, hay muchos otros hermanos que están pasando por dificultades mucho más duras que las mías.
Tiene una posición muy crítica respecto a la actitud del Gobierno español en sus políticas sobre inmigración.
Ellos manipulan y silencian lo esencial: las verdaderas causas de la inmigración y la situación injusta en la que están viviendo millones de africanos. El primer mundo tiene una deuda histórica con África y, aún así, los gobiernos sitúan en el centro de la opinión pública asuntos triviales. No se habla casi nada de los muertos, y son miles y miles de personas las que están dejando sus vidas en el atlántico. En el pasado mes de marzo, en sólo 45 días murieron casi 1.080 personas. Es un genocidio. ¿Te imaginas eso en cualquier país europeo? Sería catastrófico. Europa nos necesita. Según la ONU España necesita 240.000 inmigrantes al año. Y sin embargo, estos datos no salen a la luz.
¿Cuál es el papel que juegan los ciudadanos españoles en esta problemática?
A mí me duele muchísimo este asunto porque la población está muy manipulada. Al ciudadano español, no se le está explicando bien la situación. El año pasado, respecto al fenómenos del salto de las vallas, se manipularon tanto las informaciones que se introdujo en las mentes de los españoles que se trataba de una invasión. Y esto justificó el hecho de mandar militares a la zona. Socialismo debiera ser solidaridad, y cuando el Gobierno va en contra de su ideología es necesario manipular a la opinión pública. Se olvida que esta gente ha pagado muchísimo dinero para hacer este viaje y que dejan sudor y sangre en el desierto. Los medios de comunicación juegan un papel negativo en este caso.
¿Existe alguna solución de futuro?
Yo creo que somos los africanos los que tenemos la solución en nuestra mano, pero primero, occidente tiene que dejar de robarnos y de corromper a nuestros gobiernos. Es un robo sistemático no sólo en la materia prima, sino también un robo de la mano de obra. Si los africanos no tomamos las riendas de nuestro devenir no llegaremos a ningún lado. Hay que ser conscientes de la situación que vivimos y revelarnos solidariamente.
¿Que tiene que aportar el Movimiento Cultural Cristiano en todo esto?
Va a tener un papel muy importante. Estas personas dan su vida por los otros. Son gente muy fuerte y luchadora y, la mayoría de las veces, incomprendidos. En este mundo tan egoísta no encaja muy bien entender la solidaridad como compartir hasta lo necesario para vivir. Les debo tanto que si me lo preguntan no sabría ni por donde empezar. Mi lucha personal y social empezó con ellos.